Solo hablarán de los artistas cuando se hayan muerto

ReymondeEl arte siempre ha sido reflejo del pensamiento de un lugar y una época, de su cultura. En su forma de expresarse, tanto el intelectual (que usa la Lengua, tratando de relacionar ideas y acontecimientos para profundizar en determinados conceptos) como el artista (que recurre a la sintaxis propia de cada faceta artística – la mayoría de las cuales carece de narrativa gramatical) se empapan del entorno y ofrecen su punto de vista particular sobre aspectos que nos conciernen a todos. Esto (los rasgos comunes que se aprecian en las respuestas particulares sobre dicho entorno) es lo que caracteriza y define la cultura de una región. Noes un fenómeno exclusivo del nacionalismo, solo que éste entiendela cultura como un signo de identidad diferenciador. Puede ser un punto de vista, pero no el único:en un momento en que se habla de España como “Nación de naciones”, sería interesante poner en valor la cultura de todos los lugares para entender que las visiones locales(además del propio valor local) aportan variedad y riqueza al conjunto,debido a los rasgos comunes que comparten. Castilla es una nación, por supuesto, aunque se divida en distintas comunidades autónomas y haya diferencias entre el carácter del castellano del Norte y el del Sur. Si nos referimos a la cultura occidental(por poner un ejemplo un poco más remoto) a pesar de las múltiples diferencias que tenemos, es obvio que la forma de entender la vida en Europa es muy diferente a la del Magreb, China, Oriente Medio, etc. Pero resulta imprescindible aceptar la premisa de que la cultura es un valor social, y que hay personas que dedican su vida y su esfuerzo al pensamiento; que por mucha satisfacción que genere a nivel individual, la obra de artistas e intelectuales siempre conlleva un bien colectivo.

El 15 de noviembre se cumple el trigésimo aniversario de la muerte del pintor Antonio López Torres. Con este motivo, aparecía en prensa una reseña de Inmaculada Jiménez (actual alcaldesa de Tomelloso) en la que recordaba que a la inauguración del museo tomellosero con la exposición permanente de su obra – muy bella, por cierto – asistieron Francisco García Pavón, Eladio Cabañero, Félix Grande, Valentín Arteaga, Miguel Navarro y Francisco Nieva. No soy manchego de nacimiento, aunque después de más de 20 años vinculado a Ciudad Real me considero manchego de adopción. Pero debo reconocer que no conozco de nada a la mitad de los personajes que he mencionado anteriormente, y quetampoco he sentido estímulo ni demasiada curiosidad por conocer mejor la obra de artistas e intelectuales de los siglos XX y XXIen esta región, y más concretamente de nuestra provincia: podría decir que mi conocimiento es paupérrimo, salvo en parte de la obra del compositor criptanense Manuel Angulo; de los pintores López Villaseñor, Angel Andrade, Antonio(s) López;del cineasta Pedro Almodóvar;del arquitecto Miguel Fisac; o de la fotógrafa Cristina García Rodero(aunque no sé si me dejo alguno más, porque debo decir que mi memoria para fijar nombres o detalles es flaca – además, omito deliberadamente de esta lista a otros personajes vivos que bien podrían formar parte de dicha lista, y que por razones de cercanía o amistad no me atrevo a valorar sin incurrir en falta de objetividad). A la vez que hago esta observación,paradójicamente,se aviva mi curiosidad por ampliar conocimientos.

A priori, sorprende comprobar que en esta tierra, que ha padecido un larguísimo tiempo de miseria económica y cultural, hayan surgido artistas cuya obra pueda perdurar hasta hoy. Pero no debería sorprendernos tanto: no solo porque “nadie es profeta en su tierra”, sino sobre todo porque los artistas e intelectuales,que carecían aquí de las condiciones y oportunidades necesariaspara hacer carrera, tuvieron que trasladarse a Madrid u otros lugares. Incluso en tiempos de la dictadura de Franco hubo gente capaz de superar las dificultades que imponía la coyuntura política y aportar nuevos valores. Creo que éstas fueron las causas principales de que el número de artistas e intelectuales supervivientes – incluso a nivel nacional –  fuese relativamente reducido, sin que por ello su obra carezca de relevancia. Las aportaciones que la obra de estas personas ha hecho a la cultura de su sitio y su momento, han trascendido el tiempo y el espacio; y en los lugares donde la cultura es reconocida como valor social, estas personas han encontrado el merecido reconocimiento de sus paisanos.Lamentablemente, se evidencia que aquí este reconocimiento póstumo es escaso y el estímulo institucional para ponerlo en valor prácticamente nulo.

Sin embargo, el signo de este tiempo – cuando más fácilresultadisponer de medios y formación, acceder alas obras, y contactar con otros autores próximos o lejanos – es el de una gran variedad de propuestas y estilos que conviven a la vez. Aparentemente hay una abundancia de oportunidades, pero la oferta es tan abrumadora que enmudece a las voces que pudieran ser más interesantesy facilita que las voces más críticas puedan ser acalladas. Y digo aparentemente porque, si bien es un valor que la oferta y la demanda culturales puedan alcanzar a todos los estratos sociales, los recursos son claramente insuficientes y tampoco están al alcance de todos. En definitiva, en este enjambre, parece que cuesta mucho reconocer a los artistas e intelectuales de referencia que a día de hoy conviven cerca de nosotros. Tendremos que esperar a que se mueran para que alguien nos diga quiénes eran y podamos reconocer su valor. Entonces será tarde para mostrarles nuestra admiración y esperar respuesta de nuestras preguntas. Parafraseando a Rafael Alberti, necesitamos saber “qué cantan los poetas manchegos de ahora”.Los buenos.

Reflejo de esta diversidad de estilos y abundancia de creadores ciudarrealeños, es el libro Estilos y tendencias de las artes plásticas en la provincia de Ciudad Real (1900-2005) y academias, certámenes y museos, de Enrique Pedrero Muñoz (obra que puede verse al completo en la web pinchando en este enlace – se recomienda ver en un ordenador y ampliar el zoom de la pantalla), publicado en el año 2010, por la Diputación Provincial de Ciudad Real. Me regalaron un ejemplar donde pone Ejemplar gratuito. Es una lástima que no se pueda comprar. El libro me parece interesantísimo, no solo por catalogar a numerosos autores plásticos en distintas tendencias, sino porque es una muestra de lo que estos artistas aportan a la cultura.

artes plasticas en la provincia de ciudad real 1900_2005

La propia portada es muy elocuente: quien entienda que el arte manchego debe reflejar con claridad el folklore, el paisaje o la singularidad de los habitantes del país, ose equivoca, o no entiende lo que el arte significa como visión particular y libre de un autor que a su vez forma parte de una comunidad en un tiempo concreto. La realidad es muy amplia, y por eso tampoco ha desparecido el retrato o el paisaje que nos identifican, aunque seadesde múltiples ópticas enmarcadas en corrientes artísticas de todo tipo y origen. Incluso en muchos aspectos, la globalización ha producido una equiparación de realidades en lugares de ascendencia cultural muy diversa, y aún así, con mucha frecuencia se pueden apreciar en las obras modernas algún rasgo propio de nuestra particular condición.

Valga lo dicho no solo para las artes plásticas (que parece que hayan acaparado para sí el término arte, relegando a otras, como la música, a una categoría inferior), sino para cualquier forma de arte, sea cual sea el medio de expresión, entendiendo siempre el arte como una línea de conexión con el Pensamiento.

Pares y nones
Antonio Fernández Reymonde

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3 COMENTARIOS

  1. En 2014, entre los 500 artistas contemporáneos que consiguieron los mejores precios para sus obras, solo tres fueron españoles (Miguel Barceló, Juan Muñoz y Jaume Plensa).
    Es verdad que, tradicionalmente, en España, hemos tenido siempre muy buenos artistas.
    Lo que ocurre es que, en estos momentos, no solo no se les valora sino que se les condena….

  2. Hace ya tiempo que condensé la actitud de los manchegos en un solo endecasílabo:

    «Si es de aquí, no va a ninguna parte»

    Hay demasiada gente que es de aquí y se siente demasiado orgullosa de ello. Y es ese orgullo precisamente lo que hay que evitar si queremos renovar algo las cosas… o ir a alguna parte (véase Cataluña)

    • Debo ser un raro. Soy de aquí, pero no me siento de aquí. Me siento de cada sitio done he estado y, sobre todo, muy feliz de haberme empapado de Euskadi,Catalunya, Galiza, de Canarias, de Andalucía….

      Sobre todo, no soy capaz de sentirme de aquí cuando oigo en algunos bares, locales etc las barbaridades que sueltan los chovinistas de turno sobre todo lo que les rodea y no les gusta porque JAMÁS han salido fuera: estudiaron en CR, fueron a la Universidad en CR y sus padres, de Ciudad Real de toda la vida, los colocaron en la empresa de su «colega: Ayto, Diputación, Universidad ¿Os suena esto?

      Yo cambiaría un poco ese endecasílabo:

      «Si es de aquí -y es list@-, sale por patas, pero ya».

      De los pintores listos de verdad, merece la pena Eduardo Barco, entre otros.

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