El presidente regional defiende un sistema financiero que garantice el acceso igualitario de todos los ciudadanos a los servicios públicos

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha defendido la necesidad de abordar un sistema financiero que garantice el acceso de todos los ciudadanos españoles por igual a los servicios públicos y ha rechazado la posibilidad de un “concierto catalán” mediante el que el Estado cedería dinero “a costa de lo que nos corresponde al resto” en lugar de acometer una “redistribución total”.
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En una entrevista concedida al espacio ‘Más de Uno’ de Onda Cero, y que este jueves se ha emitido en directo desde Alcázar de San Juan (Ciudad Real), el presidente regional ha calificado de “obscena” la posibilidad de que, bajo la discusión identitaria que supone la actual crisis política de Cataluña, se oculte “un cheque”; debate en el que, tal y como ha subrayado García-Page, en cualquier caso “participamos todos”.

El presidente de Castilla-La Mancha ha reclamado en este sentido una puesta en común entre todas las comunidades autónomas y el Estado a la hora de abordar una reforma del sistema de financiación, pero ha rechazado que se establezcan “zonas con cupo, donde cada uno se lo guisa y se lo come”, ya que “queda en cuestión el cupo del Estado”.

García-Page ha abogado por reclamar al Estado una reducción de cinco puntos en su parte de la “tarta pública” –actualmente el 55%- en favor de las comunidades autónomas –que en estos momentos se encargan del 28%-, para que éstas puedan gestionar con mayor eficacia la educación, sanidad y servicios públicos de su competencia.

Con todo, el jefe del Ejecutivo autonómico ha rechazado igualmente el debate sobre balanzas fiscales; algo, ha subrayado, que “realmente no existe”, dado que el 90% del gasto de una comunidad autónoma se enmarca en el ámbito de servicios públicos como la sanidad, la educación, las prestaciones sociales y las transferencias de fondos de la Política Agraria Común (PAC), que llegan a través de la Unión Europea.

El 10% restante, ha hecho hincapié el presidente regional, “es una broma” en términos globales, con lo que ha respaldado un modelo para las comunidades autónomas acorde con la filosofía de un “sistema fiscal progresivo” mediante el que paguen más, quienes más tienen.

Modelos financieros diferentes entre comunidades autónomas

El presidente de Castilla-La Mancha ha precisado las diferencias competenciales que existen entre las distintas comunidades –caso de la justicia o la posibilidad de contar con una policía autonómica, entre otras- de nuestro país, así como los “distintos sistemas financieros” que conviven en él.

Entre las singularidades ha destacado, por ejemplo, los sistemas de Navarra y País Vasco, Ceuta y Melilla, la particularidad, en términos fiscales, de la comunidad autónoma de Islas Canarias o la Comunidad de Madrid, que tiene “el más excepcional” y que le permite “tener los impuestos más tirados”.

En este punto, ha reclamado atención a las necesidades propias de regiones como Castilla-La Mancha; una autonomía que, contando con dos millones de habitantes pero con un territorio mucho más extenso, por ejemplo, que la Comunidad de Madrid -que cuenta con más de seis millones de habitantes-, tiene sin embargo que velar por proporcionar a sus ciudadanos unos servicios públicos de igual calidad y cobertura.

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