El doctor Antonio Ruiz Serrano recibe el premio al mérito profesional del Colegio de Médicos de Ciudad Real

El médico de Familia, Dr. Antonio Ruiz Serrano recibió ayer el I Premio al Mérito Profesional, un galardón promovido por el Colegio de Médicos, pero cuyos candidatos han sido propuestos y votados por los colegiados de Ciudad Real.
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El Dr. Ruiz trabaja actualmente en el Centro de Salud 3 de Ciudad Real y tal y como manifestó el presidente del Colegio, Dr. José Molina Cabildo, “todos los que le conocen estarán de acuerdo en que es sobre todo y ante todo una buena persona, querida a partes iguales tanto por su forma de ser como por su buen quehacer profesional. Antonio siempre ha trabajado por encima de lo que exige su trabajo y eso se nota”.

En una jornada cargada de celebraciones, también se entregó la Medalla del Oro al Mérito Colegial al Dr. Ramón Garrido Palomo, ex presidente del Colegio de Médicos de Ciudad Real y jefe de Servicio de Pediatría del Hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan. Además de agradecer el reconocimiento y hacerlo extensivo a todo el equipo de Gobierno que le acompañó durante su mandato, el Dr. Garrido destacó la importante labor que realizan los colegios profesionales, labor no siempre conocida y no siempre reconocida.

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Además se impuso el Emblema de Oro del Consejo de Colegios de Médicos de Castilla-La Mancha, al conquense Dr. Carlos Molina Ortega, ex presidente del Consejo Autonómico, presidente del Colegio de Médicos de Cuenca, y médico de Urgencias del Hospital Virgen de la Luz. Está inmerso en la gestión colegial desde el año 2009 y en todo este tiempo, como destacó el presidente ciudadrealeño, “ha trabajado por y para su Colegio, por supuesto también para el Consejo, para los colegiados y los ciudadanos, poniendo a su disposición su tiempo y su experiencia. Al igual que el resto de colegios de España, ha trabajado en defensa de los intereses de la sociedad en materia de salud y también en defensa de los lícitos intereses de la profesión y de los profesionales médicos”.

Cien años de Solidaridad

Asimismo, el Colegio de Médicos de Ciudad Real celebró el acto conmemorativo del centenario de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC), un encuentro donde los médicos, familiares, beneficiarios, socio protectores, personal de la Fundación y de la corporación médica dejaron latente que la Fundación es una «institución necesaria» que desarrolla una labor «fundamental» para el médico y su familia y que «si no existiera, habría que crearla».

El acto contó con la participación del presidente de la FPSOMC y OMC, Dr. Serafín Romero; el presidente del Colegio de Médicos de Ciudad Real, Dr. José Molina Cabildo; la responsable de la gestión de las prestaciones de la Fundación en el Colegio de Médicos, Prado Ruiz; y de las beneficiarias de la Fundación en la corporación médica, Amparo Piñero Mora, Belén Bermejo Pérez, Isabel Gómez Zambudio y Mercedes Ledesma, quienes contaron su experiencia como receptoras de las ayudas. El encuentro fue conducido por el oficial mayor del Colegio, Félix Aponte.

Dr. Molina: «Si no existiera la Fundación, tendríamos que crearla”

El Dr. José Molina Cabildo manifestó que la FPSOMC es una «institución necesaria» que desarrolla una «labor fundamental» para el médico y su familia. «Si no existiera, tendríamos que crearla”, dijo.

Como Patrono de la Fundación, desde diciembre de 2014, expresó su compromiso de seguir emprendiendo «una labor de difusión» entre los propios médicos de Ciudad Real para que conozcan el trabajo que se hace desde la Fundación y seguir ayudando a los beneficiarios «para hacerles las cosas un poco más fáciles”. «Es un honor formar parte de este gran proyecto solidario con el médico y su familia. Un proyecto que funciona, no debemos olvidarlo, gracias a la aportación desinteresada y solidaria de los colegiados», aseguró.

El Colegio de Médicos de Ciudad Real destinó más de 85.700 euros a las distintas ayudas el año pasado, de las cuales más del 80% son prestaciones educacionales a huérfanos, tal y como explicó el Dr. Cabildo, quien añadió que casi un 15% de estas ayudas son destinadas a prestaciones como atención a huérfanos con discapacidad o viudedad. Finalmente, manifestó su «más rotunda apuesta por el desarrollo y por el futuro de la Fundación».

Dr. Romero: «Gracias a los que ponen voz y alma a la Fundación desde el Colegio»

El Dr. Serafín Romero expresó en su intervención que “hoy se cumplen cien años de solidaridad, ayuda y protección social de todos los médicos de Ciudad Real” y agradeció a los miembros de las Juntas Directivas del Colegio, pasados y actuales, “por su esfuerzo y trabajo en mantener viva esta llama de solidaridad en el Colegio”, a todos los médicos y médicas de Ciudad Real “por sostener con sus aportaciones solidarias las ayudas que presta” y a todos a los que “le ponen cara, voz y alma desde el Colegio “que persisten y hacen que el trato de aquel que lo necesita en momentos complicados sea desde la empatía”.

Tras poner de manifiesto que esta Fundación cada año atiende a cerca de 3.000 beneficiaros y que desde la “solidaridad” de los médicos más de 14 millones son destinados a “atenciones para el que más lo necesita”, aludió a que se trata de una institución “única” y que no existe ningún otro colectivo que tenga una Fundación similar con “estas características”. Añadió que esta Fundación que nació de la solidaridad de la profesión médica ha sabido mantenerse en el tiempo adaptándose a las necesidades de la sociedad. Pues no solo atiende a huérfanos de médicos y cónyuges, sino dispone de ayudas para mayores, para conciliar la vida familiar y laboral o para ayudar a la salud de los médicos, entre otros. “No hay ningún médico que se quede sin ser ayudado por la generosidad de la profesión”, subrayó el Dr. Romero.

La Fundación un espacio donde todas las perspectivas suman

Prado Ruiz, con más de 30 años al frente de la gestión de las prestaciones sociales de la Fundación en el Colegio, destacó el «privilegio», que supone para ella, formar parte de esta Fundación, la cual está compuesta por «personas con vivencias y necesidades distintas». Para ella la FPSOMC es «un espacio donde todas las perspectivas suman» y donde todas las «necesidades e inquietudes» son incorporadas a la propia Fundación, una institución que «hierve, está viva, y no ha parado de crecer y evolucionar en estos últimos años, generando más prestaciones, según las necesidades que se les van presentando».

De su labor destacó la «cercanía» con los colegiados y sus familiares, que le hacen ser a las personas que trabajan en el Colegio, «conocedores de situaciones realmente delicadas, creando, en esos momentos, una relación de acercamiento, confianza y empatía con el Colegiado o familiar». Finalmente, definió la Fundación con tres palabras: «Proximidad, con el médico y sus familiares; retorno, a la sociedad e Ilusión, por hacer cosas y ayudar».

La Dra. Amparo Piñero, se quedó huérfana, cuando su padre médico falleció. Ella, con 13 años era la mayor de tres hermanos, el pequeño tenía cinco años. Tanto ella como sus hermanos han podido estudiar una carrera universitaria gracias a las ayudas percibidas. «Gracias por la ayuda que nos habéis dado a mi familia y a mí, que no ha hecho poder salir adelante y tener estudios», afirmó. Tras contar que su padre también fue beneficiario y recibió las ayudas de la Fundación cuando su abuelo médico falleció de forma prematura y dejó cinco hijos huérfanos que todos pudieron estudiar una carrera, explicó que ella seguirá colaborando con la Fundación siempre como socio protectora «aunque no tenga hijos, sé que mi ayuda y mi contribución estará ahí en cualquier situación que sea necesaria y para quien lo necesite».

«Las ayudas de la Fundación son un respiro»

Belén Bermejo quedó viuda, cuando su marido médico colegiado en Ciudad Real murió en 2015. En ese momento, su hija Carmen tenía 20 años y estudiaba tercero de Medicina en Cataluña. Conocedoras de la labor de la Fundación se pusieron en contacto con el Colegio de Médicos y Prado Ruiz les informó de las prestaciones existentes. «Gracias a las ayuda educacionales que ha recibido su hija Carmen ha podido seguir estudiando la carrera de Medicina como su padre. «Las ayudas de la Fundación son una bocanada de aire cuando a uno le pasan estas cosas y no sabe a dónde ir. Es un respiro que mi hija pueda seguir estudiando y pagar su matrícula».

Isabel Gómez, viuda del ex presidente del Colegio de Médicos de Ciudad Real, el Dr. Luis Jesús Garrido Garrancho, también ex presidente de la Diputación de Ciudad Real, contó como cuando falleció su marido, sus tres hijos de 16, 15 y 9 años recibieron las ayudas de la Fundación a través del Colegio de Médicos. «Gracias a las ayudas de la Fundación mis tres hijos han podido estudiar una carrera: el mayor enfermería, el mediano fisioterapia y el pequeño Medicina», expresó. También puso en valor «la tranquilidad y seguridad cuando ocurre algo así» al recibir estas ayudas «para sacar a los niños adelante, cubrir su manutención y los estudios» de los tres hijos que tuvieron que estudiar fuera de Ciudad Real. «Es una aportación imprescindible y una ayuda enorme que te brinda al colectivo médico. Nunca sabes lo que te puede deparar la vida», afirmó.

Por último, Mercedes Ledesma, viuda del médico Dr. Gerardo Alemany, tuvo que afrontar la difícil situación de la muerte de su marido con siete hijos, un momento en el que -dijo- «se me vino el mundo encima» y gracias a las ayudas de la Fundación y a la solidaridad de todos los médicos pudo «sacar a sus hijos adelante y todos tener una carrera». Aseguró que «ama la Medicina» y expresó su deseo de que de «la semilla del amor a la Medicina de su marido engendre en alguno de sus 14 nietos».

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