A Manuel Marín González, ‘Noni’

Ricardo Chamorro Prado.- Querido Noni: Estaba pasando consulta y me ha llegado la noticia de tu marcha, no por esperada menos dura. Los recuerdos, de forma intensa, se han agolpado en mi mente. Son 50 años, con más o menos intensidad, pero cercano a ti y a Carmenchu.
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Desde el Colegio “Chami” -fue allí donde se inicia tu carrera política colegial con “el bomba”, de la que me siento responsable- al “Alfonso”, desde Saconia a Pozuelo, pasando por Almagro – Desde Nancy a Brujas –desde la Ciudad Universitaria –“Otan no, bases fuera”-hasta nuestro encuentro en tu mitin en Puertollano, cuando de forma inesperada te convertiste en el Diputado más joven de las elecciones constituyentes.

Como vivimos el 23 de febrero en los días previos, cuando tu preocupación era máxima. Después todo se precipita, nos abrazamos en Octubre del 82 en la sede del PSOE, cuando sabíamos que serias el próximo secretario de Estado para las Comunidades Europeas, y tras el esfuerzo que supuso la entrada en la UE, que como recuerdas no fue muy celebrada por la “casta” de los diplomáticos. Tu marcha a Bruselas – si llegas a Vicepresidente es por tus capacidades y voluntad – Delors confiaba en ti, y como siempre más que los que debían estar más cerca, pero ya sabes como es España.

Desde el Congreso ya lo notaste, acuérdate que poco te entendieron en Málaga cuando pedias una mayor unidad de los partidos nacionales. La falta de apoyo para la reforma del Congreso ¡que nimiedad pero que significado! El cainismo y la inanidad que nos devora.

Y tu despedida de político que hiciste en Ciudad Real, agradeciendo que sea esa provincia la que te permitió tu carrera política, que no muchos hacen.

Ya comentaste tu preocupación por las INSTITUCIONES que viviste en tu propia carne – algo que se ha producido desgraciadamente.

Una marcha de un político con gran experiencia, tanto nacional como internacional – me di cuenta que al abandonar la politica perdíamos al mejor presidente de Gobierno que podíamos tener, y en todo caso era un desperdicio que no nos podíamos permitir, pero así es España.

Previamente ya había experimentado lo que significaba hablar de ti, proponerte en un ambiente teoricamente “liberal”, por ser el responsable de hacernos entrar en Europa, significaba poner la palabra socialista antes que tus méritos. Una pena.

Eras un “Quijote” con la socarronería manchega que te encantaba. Una capacidad de escuchar y de hacerte entender que se forma desde tu marcha a Paris –Nancy, y sobre todo una voluntad enorme. Todavía recuerdo cuando en el “Alfonso” te pegabas las “palizas” para mejorar tu francés . Lo tenías claro no podías desaprovechar la oferta del catedrático de Internacional Privado. Serio en tu trabajo, en el que te volcabas hasta el final, y enemigo de lo insustancial. Un político atípico de nuestro país.

Pero eras capaz además de ser “tierno”, lo fuiste con mis hijos pequeños en Estepona y de mayores, con tus hijas y sobrinos, porque ese sentimiento familiar no lo olvidaste nunca. Eras cercano en los afectos, aunque te costaba expresarlo por timidez, y sobre todo era prioritario guardar tu intimidad.

Hemos vivido muchas historia juntos. Pero recuerdo las que me hacen sonreír como jugar al Rugby – salidas y entradas con la ingenuidad de esos años, hacer viajes en “el pájaro loco” en los veranos, y sobre todo conquistar, de buscar juventud, de ayudar a los más jóvenes, eso fue lo que posteriormente creaste con el Erasmus.

Tu sensibilidad era mucho mayor de la que representabas, aunque en la cercanía eras entrañable. Y recuerdo como siendo el responsable europeo de política de cooperación para el desarrollo con el Mediterráneo, América Latina, Asia y Ayuda Humanitaria, me comentabas lo importante de esta experiencia para cambiar tu visión de la vida, conociendo la realidad de nuestro planeta y de ahí tu preocupación por el cambio climático.

Ponerte a “dieta”, después de los problemas con tus rodillas, fue mi única actuación sanitaria, y puedo recordar la alegría de tu última entrevista en Tv cuando parecía que habías superado “la enfermedad”, una enfermedad que se me ha llevado a seres muy queridos y cercanos, entre ellos ahora tu. Aquella entrevista define claramente tu cercanía, tus conocimientos, la fácil explicación, y tu optimismo con la realidad con un problema tan espinoso como el Brexit.

El doctorado “Honoris Causa” de Salamanca, que recogen Paloma y Alejandra, resume tus méritos y con la tristeza para los que conocíamos tu situación donde todo estaba perdido -¡que pocos meses habían pasado desde la entrevista en Televisión!

Pero sé que te llevas más positividad que negatividad, y aunque tras tu marcha serás homenajeado, menos de lo que te mereces, te llevas sobre todo una vida vivida plenamente.

Siempre te tendré en mi recuerdo, y te agradeceré el afecto y cariño que me demostraste a mí y a toda mi familia siempre.

Con profunda amistad y cariño, Ricardo Chamorro Prado.

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5 COMENTARIOS

  1. ¡¡Muy bien Ricardo!!; comparto tus sentimientos. Fue una persona muy preparada, que no tuvo la oportunidad de representar a España, como Presidente.
    Un saludo

  2. Muy bonito y entrañable artículo que descubre la valía y humanidad de este hombre.

    Los años en Ciudad Universitaria y en el Colegio Mayor son inolvidables y forjan.

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