El Almagro más feminista, internacional, inclusivo, de nuevos espacios, rentable económica y culturalmente baja el telón

El Festival de Almagro 2018 baja el telón este domingo y esta edición se ha caracterizado por la presencia de clásicos renovados y visiones femeninas y de otras partes del mundo que contribuyeron a abrir los ojos del público.

almagroEste domingo cierra una edición del certamen dramático en la que había puestas muchas miradas porque se celebraba tras una edición excepcional –la 40 en la que hubo más presupuesto– y con un nuevo director, Ignacio García, al frente tras ocho años de gestión de Natalia Menéndez.

Veinticinco días después de que las autoridades inauguraran el certamen dramático con la entrega del premio Corral de Comedias al actor Carlos Hipólito, las tablas de la más de una decena de espacios escénicos han acogido decenas de funciones que han incluido 19 estrenos absolutos y 13 en el territorio español.

Espectáculos que, en general, han logrado llenos en muchos casos y que han conseguido algo que no siempre es fácil, especialmente en las propuestas más arriesgadas o novedosas, como el consenso entre el programador –en este caso el propio Festival–, el público y la crítica; pero que sobre todo han permitido que esta sea la edición más feminista, internacional, inclusiva, de nuevos espacios, rentable económica y culturalmente.

UN FESTIVAL MÁS FEMENINO

«Porque las almas no son hombres ni mujeres, ¿qué razón hay para que ellos sean sabios y nosotras no podamos serlo?» se preguntaba María de Zayas hace más de 400 años y cuatro siglos ha tardado el Festival de Almagro en darle la respuesta: Nada.

Y es que, gracias a la apuesta que ha hecho Ignacio García por conseguir un festival que cumpliera con una de sus líneas programáticas, en esta edición se ha puesto el acento en poner de manifiesto la importancia de grandes autoras y personajes de mujeres del Siglo de Oro que han ido olvidándose, además de en la visión femenina que aportan las mujeres desde la dirección.

Así, destacan alguno éxitos en esta edición como la versión que Ainhoa Amestoy, que ha presentado de los ‘Desengaños Amorosos’ de María de Zayas; ‘El banquete’ –dirigido por Helena Pimenta de la CNTC y Catherine Marnas del Teatro Nacional de Burdeos en Aquitania–; ‘Mestiza’, protagonizada por Gloria Muñoz; ‘Comedia Aquilana, de Ana Zamora y Nao D’Amores; ‘De fuera vendrán que de casa te echarán’ de Morboria Teatro y dirigida por Eva del Palacio; o ‘Nacida sombra’ de Rafaela Carrasco y en la que reivindica a Zayas, La Calderona, Teresa de Jesús y Sor Juana Inés de la Cruz.

INTERNACIONALIZACIÓN

Otra de las características fundamentales de esta edición ha sido la regularidad en la programación, que se ha mantenido a un nivel alto sin que ningún espectáculo haya destacado por tener menor calidad: incluso los locales, que al ser nombres menos conocidos, han salido más que airosos de su paso por el festival.

OBRAS INTERNACIONALES

El empeño de Ignacio García ha dejado «auténticas joyas» llegadas de otros países como México a través de ‘Divino Pastor de Góngora’ con dramaturgia de Jaime Chabaud e interpretada por José Sefamí; Colombia con un ‘Macbeth’ coproducido por el Teatro Colón de Bogotá y La Compañía Estable que, con dirección de Pedro Salazar, ha conseguido llenar todos los días el segundo espacio más grande del Festival, AUREA; o Suiza –aunque basada en textos mexicanos– con «Yo la peor de todas» de Teatro LaVox.

Unas obras internacionales que han sido el complemento perfecto para espectáculos nacionales de altísima calidad que se han visto en esta edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro y entre los que cabe resaltar -aunque se podrían citar mucho más- ‘El Caballero de Olmedo’ dirigido por Eduardo Vasco; ‘Marcos de Obregón’ protagonizada por Juanma Cifuentes; o «La Dama Duende» de la CNTC dirigida por Helena Pimenta.

DANZA, MÚSICA, EXPOSICIONES Y HOMENAJES

La programación ha ampliado también sus horizontes con una clara apuesta de Ignacio García por una mayor presencia de otras disciplinas artísticas –sin las que no se concebían los espectáculos del Barroco– como la danza y la música, reviviendo momentos mágicos en lugares como el Corral de Comedias con ‘Chiaroscuro. Luces y sombras del Barroco español’ de Capella de Ministrers; ‘Siglo de Oro en las dos orillas’ con la soprano Betty Garcés y el pianista Alejandro Roca; o el Palacio de los Oviedo con ‘Nacida sombra’ de Rafaela Carrasco.

Esa amplia oferta se ha completado con espectáculos y exposiciones gratuitas para el público que lo han agradecido solicitando que se amplíe la programación a sus zonas, como ha sido el caso del barrio de la Magdalena que el año que viene también tendrá teatro de calle como otros barrios, mientras que se seguirá apostando por otros que tienen entradas más económicas y que permite el descubrimiento de nuevos talentos como Barroco Infantil o AlmagrOff.

Y no se pueden olvidar las exposiciones, tan variadas que han mostrado a los visitantes desde los diseños para el teatro de un genio como Lorenzo Caprile, que se inició en el vestuario teatral en Almagro; los ingenios que se utilizaban en el teatro para transportar al espectador desde una tormenta a un viaje por el mar cuando no existían las nuevas tecnologías; los espacios de la luz de Simón Suárez; la artesanía colombiana: o la ‘Cueva de Don Quijote’ a través de las voces de Javier Cámara, José María Pou o Concha Velasco, entre otros.

IMPORTANTE RENTABILIDAD

El Festival de Almagro no solo tiene un incalculable valor patrimonial y como reserva del Siglo de Oro, sino también una incidencia importante en la economía de la localidad y la comarca, especialmente en la hostelería que ha notado un repunte en los beneficios respecto al año pasado.

Y es que el hecho de que todos los días haya habido al menos un espectáculo en el Corral de Comedias o los montajes en horarios diversos como también ha ayudado a que los establecimientos hoteleros de la zona estén contentos, como explica a Europa Press el dueño de uno de los bares de la plaza, Javi, quien reconoce que el beneficio ha sido ligeramente superior al del año anterior.

Los establecimientos hoteleros también están satisfechos del resultado de esta edición, con llenos absolutos todos los fines de semana, la asignatura pendiente en la que piden que el Festival pueda analizar alternativas, son los días entre semana, por lo que apuntan, por ejemplo, a precios más económicos entre semana o a precios reducidos al comprar entradas para más de un día.
‘Soñemos, alma, soñemos otra vez’ era el lema de este año y el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro no solo ha invitado a soñar a las almas del público de este año, sino a soñar ya con la 42 edición de 2019.

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1 COMENTARIO

  1. Cuarenta años de trabajo han convertido al Festival de Almagro en una referencia del patrimonio del Siglo de Oro.
    Goza de una economía saneada, mucho público y mucha ilusión. Todo un milagro……

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