Lo importante

isidroSanchezHace sólo unos días se he hecho público el impresionante informe 2018. Análisis y perspectivas. Exclusión Estructural e Integración Social, de la Fundación Foessa, ligada a la organización Cáritas, confederación oficial de entidades de acción caritativa y social de la Iglesia católica española. 

Entre sus conclusiones se pueden recordar unos mínimos datos. Actualmente, 8,6 millones de personas se encuentran en el espacio de la exclusión social, 1,2 millones más que en 2007. La cifra significa un incremento de la exclusión global de un doce por ciento respecto al inicio del ciclo y de un cuarenta en la exclusión social severa, en la que se encuentran 4,1 millones de personas que viven en 1,5 millones de hogares.

Y es que, se puede leer en el informe, “la recuperación no está llegando de igual manera a las personas y hogares en situaciones de exclusión y además aumentan cada vez más los casos de exclusión más críticos”, a pesar de lo que cuentan los Grandes Medios de Persuasión y Propaganda (GMPP). Es decir, Cáritas cuestiona una recuperación económica que favorece la desigualdad social.

2018
2018

Hace unos días lo corroboraba la prensa al dejar constancia del aumento en España del número de superricos, con imponente crecimiento en una década: “El número de personas que declaran a Hacienda patrimonios de más de 30 millones de euros se ha más que duplicado desde que arrancó la crisis, con un avance del 150% entre 2007 y 2016”, según los datos más recientes publicados por la Agencia Tributaria (www.lavanguardia.com, 5.9.2018).

También se ha conocido hace sólo dos días, el 26 de septiembre, el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Una de las preguntas a los encuestados es si consideran que en el Parlamento se discuten los problemas reales de los españoles. La respuesta es apabullante pues el 75,9 por ciento cree que no. Está claro, para una parte muy importante de la población, nuestros diputados y senadores no se ocupan de los verdaderos problemas.

Uno de los temas preferidos como pantalla en los últimos tiempos es el de los nacionalismos. El nacionalismo español contra el catalán o, dicho de otra forma, el conflicto entre los monárquicos borbónicos (que impiden cualquier investigación sobre las presuntas trapacerías del rey emérito) contra los independentistas republicanos. Tal tema centra la vida política, la actividad parlamentaria y la información de los GMPP. Cuando flojea la guerra de banderas borbónicas contra esteladas, se sacan otros temas para seguir sin ocuparse en profundidad de lo que verdaderamente interesa e importa a la ciudadanía. Incluso, la corrupción, pero la pasada no la actual.

La Vanguardia (5.9.2018)
La Vanguardia (5.9.2018)

Evidentemente, esos temas u otros son importantes, pero su utilización política y mediática es capaz de tapar los problemas de la gente, el deterioro de la calidad de vida de la mayoría de la población. Por ejemplo, las rentas del trabajo han pasado de representar el 50,1 por ciento de todas las rentas en 2008 a un 47,3 en 2017. Contrasta con la rentas del capital, 41,7 por ciento de todas las rentas a un 42,4 en el mismo período.

Las causas hay que buscarlas, según el profesor Vicent Navarro, en las políticas neoliberales desarrolladas durante la crisis, en especial las reformas laborales, las reformas fiscales y las políticas de austeridad. Así, sólo como muestra, el gasto sanitario pasó del 6,8 por ciento del PIB en 2009 a un 6,4 en 2014, mientras que en educación se redujo del 4,34 al 4,15 en el mismo período.

De esa forma, la cuestión social es ocultada en la medida de lo posible por el tema territorial y otros, cuando decae el conflicto nacionalista. O sea, la disputa de banderas, borbónicas y esteladas, oculta el conflicto existente entre las clases populares y los de “arriba”, con la ayuda imprescindible de importantes sectores políticos y de los GMPP. Más claro, el agua.

Isidro Sánchez
Desde el revés de la inopia

Relacionados

6 COMENTARIOS

  1. La crisis ha expulsado a tres millones de personas de clase media mientras que los grandes patrimonios crecen más de un 50% desde 2008.
    Mientras tanto, la fe religiosa se mantiene alta en las naciones con ingresos más bajos, mientras en las más ricas aumenta la secularidad y el agnosticismo. Es lo importante….

    • «…la fe religiosa se mantiene alta en las naciones con ingresos más bajos, mientras en las más ricas aumenta la secularidad y el agnosticismo. Es lo importante….» Interesante…

  2. La explicación está posiblemente cerca de un personaje y sus similares, SOROS.

    Globalización a cambio de empobrecer a las clases medias de occidente.

    Y la izquierda entretenida en igualar por abajo.

    La fe del pobre en prosperar es lo que mueve el desarrollo en la Historia.

    Pero eso aún no lo ha entendido la izquierda.

    La derecha atrapada en el miedo a perder su identidad por esa globalización que todo lo fragmenta.

    Ambas pierden el norte. Sin esa fe en prosperar poco se puede esperar de Occidente. Pues eso mata su creatividad.

  3. Pero si el problema es de las clases populares con los de arriba, ¿por qué no dice ni una palabra este señor de los de arriba de Cataluña que oprimen a las clases populares, esas que hablan español? Es más, ¿por qué no se posiciona este señor en contra de las élites catalanas y vascas que saquean a las clases populares del resto de España para mantener un privilegio y una sobrefinanciación que no tenemos los manchegos, por ejemplo? No sé si conoce el articulista la sanidad vasca. Una maravilla sin listas de espera y perfectamente dotada. ¿Con qué piensa que se paga? ¿Cómo se puede defender la justicia social y la igualdad y al mismo tiempo callar ante la injusticia y la desigualdad?

    Leyendo el artículo queda claro que su autor culpa de lo que ocurre en Cataluña al resto de España. Nos responsabiliza del golpe de estado dado por los nacionalistas catalanes.

    Luego está el mantra de la desigualdad en el reparto de la riqueza, cada vez los ricos son más ricos y los pobres más pobres. El típico cliché de comunistas trasnochados criados en la abundancia capitalista. Si cada vez son más los ricos que pagan impuestos, parece muy buena noticia a primera vista. Si los pobres son más pobres, también puede ser porque el dinero se gasta en lo que no se debe. Los recursos son escasos. Mucha queja contra los Grandes Medios de Persuasión y Propaganda, pero pocas ganas de cerrar televisiones públicas que cuestan un ojo y la yema del otro. O los 3.500.000 funcionarios que se funden el presupuesto. O los 100.000.000.000 de euros que cuestan las autonomías.

    Y es aquí donde queda patente la gran mentira. Resulta increíble para alguien someramente ilustrado en el conocimiento del liberalismo la afirmación de que lo que ocurre es fruto de políticas neoliberales. El liberalismo predica, en esencia, el estado mínimo. El estado tendría como funciones la seguridad, la defensa, la justicia y poco más. Si nos fijamos en España, esto supondría que el sistema de pensiones no sería público, sino privado; que la sanidad no sería pública, y cada uno tendría que contratar su seguro privado; el seguro por desempleo no sería público, cada uno tendría que contratar su póliza privada. Decir que la quiebra económica y la desigualdad entre los de arriba y las clases populares es culpa del liberalismo es mentira. Son precisamente las políticas socialistas del estado total las que nos han llevado donde estamos. Son los más de tres millones y medio de funcionarios y la falta de eficiencia de lo público lo que nos ha conducido a la crisis.

    La solución de nuestras élites políticas e intelectuales es aumentar el gasto, subir los impuestos. Cómo aquel alcohólico al que le dan más vino para curar su hígado. Un contradios. Una locura. Nuestra deuda pública es de más del 140% del PIB, debemos una vez y media lo que produce nuestra economía.

    En fin, creo que me he alargado demasiado.

    Salud, don Isidro. Salud.

ESCRIBE UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img