La Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT Ciudad Real negoció ayer, junto con la sección de servicios de CCOO, el preacuerdo del futuro Convenio de Hostelería para la provincia de Ciudad Real, en el que los sindicatos han conseguido una serie de aumentos salariales para 2019 y 2020, año en el que habrá que negociar un nuevo convenio.
Concretamente, para el 2018 se mantendrán las condiciones económicas de 2017 en materia salarial, pero en 2019 y 2020 los salarios de las trabajadoras y trabajadores de este sector aumentarán un 2,6 y un 0,7% respectivamente. Además, a la hora de actualizar los salarios en estos dos años se hará en función del IPC real del año anterior, lo que, según Alfonsi Álvarez, secretaria de Acción Sindical de FeSMC Ciudad Real, “permitirá que los trabajadores empiecen a recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos años porque solo en 2019 sus salarios subirán más de un 4%”.
A la vez, la Comisión Negociadora ha llegado a preacuerdos sobre la inclusión en el convenio de los permisos para cuidados de hijos con enfermedades graves y de los permisos de paternidad, ambos acordes a la legislación vigente. En el documento también se incluirá la posibilidad de elección de los trabajadores para acceder a las vacantes que puedan surgir parciales o indefinidas y, como novedad, estará presente un artículo sobre el abono de la nocturnidad.
Lo relativo a los contratos formativos, la igualdad de género y el acoso, la salud laboral y la formación será redactado por la comisión de redacción que se constituyó el mismo día de la negociación y que tendrá listos estos puntos para el día de la firma definitiva del convenio, que aún está por fijar. Álvarez ha querido agradecer el entendimiento y el tono de las negociaciones y ha asegurado que esta “es una manera de ir cambiando la tónica de negociación colectiva en la región”.
Ni en 50 años se recuperara con el incremento del IPC la pérdida del poder adquisitivo sufrido por los trabajadores desde 2008, fecha en la que las élites económicas y financieras en complicidad con los gobiernos de turno decidieron que «sus crisis» no las pagarian «ellos» sino los trabajadores, por eso estamos como estamos.