CSIF denuncia la pérdida de 816 empleos en administraciones públicas de la provincia en el primer semestre de 2018

Castilla-La Mancha perdió 1.759 trabajadores públicos en el primer semestre de 2018, según el Boletín Estadístico al servicio de las Administraciones Públicas (BEPSAP) publicado ayer por el Ministerio de Política Territorial y Función Pública, y que registra un total de 124.940 efectivos en la comunidad autónoma.

Ciudad Real, Toledo y Albacete perdieron trabajadores públicos, mientras que aumentaron en Guadalajara y Cuenca y nuestra provincia, con 32.375 trabajadores públicos, perdió 816 efectivos y acusa enormemente la caída en las administraciones locales, con la destrucción de 2.622 empleos, señala el sindicato CSIF en nota de prensa.

La región está lejos de alcanzar los niveles registrados en el segundo semestre de 2009 cuando Castilla-La Mancha contabilizó 140.927 trabajadores públicos, el máximo de la serie histórica que publica el BEPSAP. El número más bajo coincidió con los seis primeros meses del año de 2014, con 114.531 efectivos en la Función Pública. Para la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), la comunidad autonómica todavía no ha logrado recuperar el nivel de empleo alcanzado con anterioridad a la crisis, y de hecho, el mal dato de 2018 es aún peor comparado con el primer semestre de 2017, ya que la destrucción de trabajo público se eleva a 10.724 personas.

Para CSID, queda demostrada una vez más la eventualidad que afecta a la Función Pública, con la contratación de personal dependiendo de campañas sanitarias, cursos académicos y necesidades puntuales de las diferentes administraciones. Asimismo, la Central Sindical advierte del envejecimiento de las plantillas, con jubilaciones que no son cubiertas y que merman el número de efectivos disponibles multiplicando las tareas a realizar y provocando un peor servicio público a la ciudadanía: está ocurriendo en las diferentes administraciones locales de la región, que acusan a su vez la externalización de servicios, y que perdieron en los primeros seis meses del año a 8.014 trabajadores. Además, también influye el impacto de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria.

Mínimo histórico

Esta situación ha provocado que el personal al servicio de ayuntamientos, diputaciones, mancomunidades y organizaciones comarcales de Castilla-La Mancha haya caído a su mínimo histórico: 30.440 personas frente a las 47.940 registradas en el segundo semestre de 2009.

Por provinciasCiudad Real, Toledo y Albacete perdieron trabajadores públicos, mientras que aumentaron en Guadalajara y Cuenca.

Ciudad Real, con 32.375 trabajadores públicos, perdió 816 efectivos y acusó enormemente la caída en las administraciones locales con la destrucción de 2.622 empleos.

Toledo, con 40.146 empleados, perdió 684 trabajadores; se destruyeron 2.654 trabajadores en las administraciones locales.

Albacete, con 25.344, perdió 484 trabajadores; la bajada en el número de efectivos en administraciones locales fue muy acusada, con 1.857 personas.

Guadalajara, con 14.004 trabajadores públicos, recuperó 172 trabajadores; en administración local se destruyeron 567 puestos de trabajo.

Cuenca, con 13.017 trabajadores públicos, recuperó 53 empleados; perdió 314 empleados en diputación y ayuntamientos.

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