Puertollano: La peligrosa derivación eléctrica del concierto frustrado de Miguel Poveda acaba en el juzgado

El concierto que el cantante flamenco Miguel Poveda iba a ofrecer con motivo de la Feria de Septiembre de 2015 en la plaza de toros de Puertollano fue suspendido, tras la lluvia registrada horas antes, por una derivación de corriente en los equipos de luz y sonido instalados que ponía en peligro la integridad de los artistas en el escenario, un episodio que se ha dirimido recientemente entre las empresas involucradas con una sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla.

Público en la Plaza de Toros de Puertollano, momentos antes de conocer la suspensión del concierto de Miguel Poveda
Público en la Plaza de Toros de Puertollano, momentos antes de conocer la suspensión del concierto de Miguel Poveda

La sentencia, de 26 de noviembre de 2018, dirime un pleito entre la empresa Solar Nova Energía Renovable SL y la organizadora de espectáculos Paradas Siv SL, condenada a pagar 52.748,41 euros por daños y perjuicios según sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 18 de Sevilla.

El conflicto llegó en recurso a la Audiencia Provincial sevillana, que ahora ha constatado las conclusiones del juzgado. Así, los magistrados dan por probado que inmediatamente antes de la hora del concierto, y tras la lluvia caída horas antes, se comprobó la existencia de una desviación eléctrica entre neutro y tierra originada por un problema de la instalación de alumbrado y sonido.

Por otra parte, los magistrados recriminan a la demandada, con una experiencia de 20 años en instalaciones de sistema de sonido y de iluminación que debería saber que para este tipo de espectáculo «lo mínimo que le era exigible es que o bien exigiera que se techara el escenario para instalar el sistema que no resistía la lluvia o negarse a colocarlo si no se techaba».

Miguel Poveda, de raíces puertollaneras, suspendió su concierto tras hacer esperar a los asistentes dos horas y media. El propio artista tuvo que dar la cara en varias ocasiones ante el impaciente publico, que por momentos comenzaba a silbar y abuchear, para pedirle paciencia. Finalmente Poveda tuvo que desistir. Tras anunciar entre lágrimas que el convierto no podía comenzar, improvisó un breve popurrí para compensar al respetable, entre quienes no faltaban personas arropadas por mantas, y emplazó a una nueva fecha. La actuación tuvo lugar finalmente el 3 de octubre.

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