El escritor Manuel Valero mantuvo el viernes una charla con un grupo de socias de las Amas de Casa de Puertollano sobre la novela “El esplendor y la ira”, el último trabajo literario con el que el autor culmina la tetralogía novelada en clave de ficción sobre la historia de Puertollano, topónimo que el autor convierte en “Pueblo” en su obra.
El trabajo de recopilación de datos, la documentación, sobre todo la aportada por los historiadores locales, el análisis del contexto histórico nacional e internacional… son los ingredientes de El esplendor y la ira, una épica social que arranca en 1914 y termina con la muerte de Franco. A lo largo de la narración se entreveran decenas de personajes, algunos de los cuales corresponden a una de las cuatro familias troncales del argumento: los Montero, los Borrás, los Albaniego y los Infantes.
Valero explicó el método para afrontar su obra más ambiciosa y la sensibilidad con la que abordó la Segunda República y, sobre todo la Guerra Civil. Según dijo, trató de narrar el trágico pasaje de la contienda fratricida desde la neutralidad omnisciente del autor dejando la pasión, las ideas, los argumentos y los actos a los personajes en función del lugar que ocupaban en aquella complicada coyuntura económica (El esplendor de las minas), social (la reivindicacion de los obreros mineros) e histórica (los acontecimientos). Son tiempos de altísima tensión y profundos compromisos ideológicos, una época que vio convivir, (y en Puertollano –Pueblo-también) las nuevas ideas del siglo que camparon por Europa: los movimientos obreros, el socialismo, las revoluciones proletatias, los sindicatos pero también los movimientos totalitarios de derechas como el fascismo y el nazismo.
El escritor pudo comprobar cuan cerca está aún, de alguna manera, la brecha de nuestro pasado común. La conversación derivó precisamente hacia la enorme herida que deja en un pueblo el trauma de una guerra entre compatriotas y la reflexión de si hemos sido capaces de cerrarla debidamente y para siempre. Sin embargo, el deseo de reconciliación –algunas de las asistentes contó anécdotas sobrecogedoras- fue unánime. La necesidad de pasar página de una vez por todas, si es que eso es posible, fue unánime.
La presidenta de la Asociación, Manoli Sánchez, fue la encargada de presentar el acto y el editor Javier Flores, al escritor y periodista, autor de El esplendor y la ira, Manuel Valero.
Suerte y adelante con la próxima
Me siento horgullosa de ser de mi pueblo.y de mis paisanos
Muy interesante.
Las heridas no pueden cerrarse en falso porque se infectan. El silencio, la impunidad y la falta de reparación de las víctimas del franquismo explican que todavía hoy, cuarenta años después de la muerte del dictador, haya personas que tengan preguntas…..
Preguntas como… para la izquierda va a terminar alguna vez la guerra?