Repsol Puertollano pondrá en marcha este año sus nuevas instalaciones de depuración de aguas tras una inversión de 2,2 millones de euros

El complejo industrial de Repsol en Puertollano pondrá en marcha este año sus nuevas instalaciones de depuración de aguas tras una inversión de 2,2 millones de euros con el objetivo de garantizar la calidad de las aguas tras su uso industrial y reducir el consumo de los recursos hídricos.

Según ha informado la compañía en su página web, «eficiencia energética, reducción de residuos y uso responsable de los recursos hídricos» son los pilares del proyecto, que consiste tratar las aguas residuales antes de su incorporación al río Ojailén.

La nueva instalación está basada en la tecnología ACTIFLO™, un proceso de alto rendimiento de depuración de aguas, «muy especializado y puntero en el sector petroquímico».

La compañía puntualiza que el proyecto consiste en la instalación de un sistema a través del cual el agua entra en contacto con microarena que favorece por decantación una eliminación más profunda de los restos sólidos que contengan las aguas tras su uso industrial.  

«Casi un tercio del agua tratada se recircula en las actividades del complejo, reduciendo así el uso de agua del embalse», explica.

Además, dentro del Plan de Acción del Agua del Complejo Industrial de Puertollano, se incluyen acciones específicas encaminadas a incrementar el uso del agua reciclada y a la reducción de consumos de este recurso natural. 

Según la empresa, durante el año pasado se incrementó el agua recirculada hasta los 3,6 hectómetros cúbicos (el equivalente al 4% del agua embalsada del pantano del Montoro), alcanzando así uno de los objetivos marcados dentro del Plan de Sostenibilidad que incluye un acción para avanzar en la optimización de la gestión del agua «promoviendo su uso responsable». 

Además, y avanzando en el modelo de economía circular, Repsol busca soluciones para la recuperación de los lodos biológicos del proceso de tratamiento de aguas residuales, que incorpora en el proceso de la unidad de coque. Con este proceso se incorporan a la producción del coque lodos biológicos procedentes de la planta de tratamiento de aguas residuales.

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