El jueves, 11 de abril, a las 18,30 horas, se presenta en la Biblioteca Pública del Estado en Ciudad Real ‘Isabel Pérez Valera’, “El diario de Kabor el oretano”, donde su autor, Miguel Ángel Márquez, con una novela de lectura ágil y amena nos ayuda a percibir, de alguna manera, las dudas y recelos que, seguramente, pudieron sentir muchos íberos ante la llegada de los romanos a estas tierras.
El escritor Miguel Ángel Márquez, al igual que Kabor el personaje central de su novela, está visitando los distintos enclaves de la Oretania, uno de los pueblos más poderosos y ricos de la Península ibérica durante la Protohistoria. Este periplo por enclaves íberos, llevó a Márquez, el mes pasado, hasta la provincia de Jaén, donde fue gratamente recibido en el mismísimo Museo Íbero jienense, donde, entre otras personalidades del mundo de la historia, pudo cambiar impresiones con Rafael Cámara Expósito, presidente de la asociación Iuventa y comisario del programa de Viva Jaén ‘Jaén Genuino’.
Cámara, quien acompaño a Márquez en la presentación de la novela “El Diario de Kábor, el oretano”, aseguró que “Kábor es un joven inquieto, al que la fortuna brinda una serie de personas y caminos que le hacen crecer en sabiduría. Oretano, orgulloso de sus orígenes, responsable de su tradición, identidad e historia, crece en el imaginario poblado de Caspes, donde aún no ha llegado el invasor romano y, por tanto, en la “pureza” de las tradiciones íberas del siglo II antes de Cristo”.
Y sin duda lo es, pues el autor sintió la necesidad de plasmar por escrito la visión de los perdedores en el momento de la llegada de Roma a estas tierras. Siempre encontraba la visión de los cronistas romanos, de los invasores, pero nunca esa óptica que hubieran podido tener los pueblos ya asentados en la península ibérica. Así nació el “Diario de Kábor” que, dos décadas después, y avalado por el historiador José González Ortiz (que la prologa), ha sido editado por Ediciones C&G, satisfaciendo el deseo de su autor de colaborar en la difusión, a nivel popular, de la historia de los íberos, “a aquellos que somos sus herederos genéticos y/o territoriales”.
En el momento que Márquez sitúa su novela, el pueblo romano ya estaba en las costas mediterráneas de nuestra península. Como todo en esta vida, la generalización es un error y así, de alguna manera, Kábor desgrana una Roma que sirve para engrandecer los conocimientos de los naturales de Iberia y, otra Roma, que arrasa y destruye. “Dos caras de una misma moneda. Paz y Guerra, nuevos saberes y pérdida de identidad… La complejidad de un destino incierto pero imparable. Kabor es un íbero, con una identidad marcada por su tradición, sus creencias religiosas, sus supersticiones y sus inquietudes” dijo Cámara Expósito.
También participó en la presentación Fernando Cabrera Oteo, amigo personal del autor, quien detalló la forma de ser de la persona, sus particularidades, su respuesta ante situaciones que la vida plantea, habló del amigo, del compañero en el trabajo, con una visión subjetiva, cercana y, sobre todo, rebosante de sinceridad.
Sinceridad de la que también hizo alarde el autor, cuando contó que “El diario de Kabor, el oretano” llevaba dos décadas escrito antes de su publicación por parte de Ediciones C&G. Explicó que, el libro, no nació con el objetivo de ser publicado, sino con el único fin de dejarlo reflejado en alguna parte y poder compartirlo con su círculo más cercano, reconociendo que el primer sorprendido por su publicación fue él mismo. También confesó que verlo prologado por el historiador José González Ortiz ha sido para él “una enorme dosis de confianza”.
Terminada las exposiciones, los asistentes, lejos de entrar en modo “ruegos y preguntas” participaron de forma activa en un ameno coloquio. Y ahora, el próximo jueves, día 11 de abril, a las 18,30 horas, en la Biblioteca Pública del Estado ‘Isabel Pérez Valera’, los lectores ciudadrealeños, tendrán la ocasión de compartir un mágico momento con Miguel Ángel Márquez y José González Ortiz, y profundizar un poco más, a través de un poblador del centro peninsular de hace más de dos milenios, en la conquista romana de la zona norte de la provincia de Jaén, del oeste de la provincia de Albacete y la práctica totalidad de la provincia de Ciudad Real.
