Argumentario electoral

El conflicto con el eslogan del PSOE, ‘Haz que pase’, para las elecciones generales de 2019, no es político, sino comercial.

En la medida en que Haz que pase, es tanto una marca de cosméticos como el nombre registrado de una empresa de coaching (hazquepase, así todo junto).

Por ello, algunos se preguntan las razones de tal desliz del equipo de campaña de Ferraz.

Y se preguntan por el dedo provisor y previsor de Iván Redondo.

Que hoy es al PSOE, lo que antaño fue Pedro Arriola al Partido Popular: un mantra y un gurú.

Y a veces, un problema.

Desliz por más benévolos que sean los pronósticos de los sondeos, que puede tener algún coste.

Y es que las campañas, como los referendos y como tantas otras cosas, las carga el diablo.

De aquí la voluntad de medir los mensajes y de ajustar los contenidos.

Para evitar deslices, como los que ya vamos oyendo y viendo.

De aquí que los manuales de campaña traten de acotar todas las respuestas posibles a las preguntas potenciales.

Y de aquí lo del Argumentario de campaña.

Argumentario al que se someten los candidatos, en ejercicios de memorización, como si de una preparación del temario a una oposición se tratara.

Con lo sencillo que es consultar en google las coincidencias y las reservas de una marca y de una patente.

Incluso de un eslogan ya inventado.

Para evitar estruendos y equívocos.

Otra cosa será el acierto de un eslogan que permita, por parte del adversario, su utilización inversa, dada la ambigüedad de la expresión.

Que da tanto para expresar un deseo, como para señalar un cansancio.

Baste mirar atrás, a la historia de los eslóganes electorales.

Claro que frente al cansancio, se impone la cardiología de control.

Como se refleja en los corazones que acompañan la cartelería del PSOE y de los programas de Podemos.

Allí un corazón en compañía de un texto, aquí un corazón de siluetas múltiples.

Podemos que ensayó la presentación de su programa en la campaña anterior, como si se tratara de los folletos de IKEA, ha optado por pequeños manuales de la Constitución.

Ciudadanos opta por el movimiento, de ¡Vamos!, que para algunos bebe de la campaña a las presidenciales de Macron con En Marche.

¡Vamos!, por ello incita al movimiento y a la actividad.

Para señalar el pasotismo y el quietismo de la Vieja política.

 Mientras tanto que el Partido Popular juega al lenguaje cuasi-bancario y financiero del Valor seguro.

Como si votarles fuera realizar una inversión garantizada y sin riesgo.

De aquí que salgan esquema binarios sorfpredentes: de un PSOE conductista, de un PP monetarista, de Podemos constitucionalista y de Ciudadanos maquinista.

Pero claro, ya estamos en campaña.

José Rivero
Divagario

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2 COMENTARIOS

  1. Está campaña, y no ha empezado, ya destaca por la violencia de grupos de izquierdas frente a PP, VOX y pronto Ciudadanos.

    Lo que siempre pasaba en País Vasco o Navarra, desde hace poco en los Países catalanes, ya pasa en Segovia o en Rivas Madrid.

    La violencia contra la pluralidad ideologíca se ha convertido en el auténtico lema del bloque de izquierdas y nacionalistas. Temen el desastre.

    Tanto citar la democracia en sus bocas…y son más franquistas que Franco.

    Son ya un problema de orden público.

    Por supuesto, el PSOE blanquea todo esto.

    Pero sabe toda España que estos son los únicos socios (comparten genes) con los que puede contar.

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