El Hospital Mancha Centro acoge un curso multidisciplinar para actualizar y perfeccionar el protocolo de ‘Código Ictus’

El Hospital General La Mancha Centro de Alcázar de San Juan, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha acogido un curso multidisciplinar de actualización en el protocolo de ‘Código Ictus’, al que han asistido más de un centenar de profesionales sanitarios de los servicios de Urgencias, Neurología y Radiología de este centro hospitalario, que han tenido la oportunidad de actualizar y perfeccionar cada uno de los pasos de este proceso.

El ‘Código Ictus’ es un procedimiento asistencial regional, en red y coordinado que pretende garantizar a los ciudadanos el acceso a las terapias de reperfusión cerebral (restauración del suministro sanguíneo) en el ictus isquémico agudo, allá donde se encuentren y sea cual sea su acceso al sistema sanitario, siempre que cumplan los criterios que aconsejan su posibilidad.

El ‘Código Ictus extra hospitalario’ permite la rápida identificación, notificación y traslado de los pacientes con ictus agudo que no se encuentran en un hospital a los centros hospitalarios de referencia preparados para realizar los tratamientos de trombólisis o trombectomía, según los casos.  

En ese sentido, el doctor Pablo del Saz, de la Sección de Neurología de la Gerencia de Alcázar de San Juan y uno de los organizadores de este curso multidisciplinar, ha señalado que con estas jornadas “se pretende perfeccionar cada uno de los pasos de este proceso”, de manera “que el tiempo que se tarda en iniciar el tratamiento trombolítico (rotura del trombo) desde que el paciente llega a Urgencias sea el menor posible”. Y es que cuanto más se acelere este protocolo de actuación, menores serán las secuelas del paciente en caso de que el tratamiento resulte efectivo. 

El ictus hace referencia a un grupo heterogéneo de enfermedades que tienen en común el inicio agudo, súbito, de los síntomas neurológicos, la mayoría de las veces focales y su causa hay que buscarla en trastornos de circulación cerebral, bien por déficit de la misma (isquemia), bien por extravasación de la sangre (hemorragia).

Centro de referencia

El Hospital de Alcázar de San Juan es desde 2009 uno de los hospitales de la región con guardias de Neurología y capacidad para atender a los pacientes con un ictus hiperagudo. En este periodo, se ha desarrollado un número creciente de tratamientos trombolíticos intravenosos (48 trombólisis en 2018 de un total de 125 pacientes atendidos como ‘Código Ictus’ y unos 300 pacientes con ictus anuales).

En Castilla-La Mancha, y también en el resto de regiones de España, la enfermedad cardiovascular es la primera causa de mortalidad en mujeres, la segunda en hombres, y la primera causa de discapacidad en adultos. Su incidencia es de 150-200 casos nuevos por 100.000 habitantes y año.

Una enfermedad que supone la primera causa de secuelas neurológicas permanentes para ambos sexos y que en los países desarrollados supone alrededor de un cuatro por ciento del gasto sanitario.

Es importante destacar también que tras un año de acontecer el ictus, menos del 50 por ciento de los pacientes que lo padecen son independientes y uno de cada cinco ictus ocurre en personas en edad laboral. Sin duda, el aumento de la incidencia del ictus se debe al envejecimiento de la población que, junto a la reducción de su mortalidad, explica el aumento de su prevalencia.

“El ictus es una urgencia neurológica que precisa una intervención diagnóstica y terapéutica inmediata. La isquemia requiere horas en su desarrollo y este tiempo, denominado ventana terapéutica, ofrece la posibilidad de prevenir o minimizar el infarto cerebral”, ha explicado el doctor Pablo del Saz.

Es decir, que si un paciente con ictus accede precozmente a los servicios de emergencia extra hospitalaria y es trasladado de manera inmediata a un centro capacitado para realizar trombólisis intravenosa tiene muchas posibilidades de mejorar su pronóstico funcional y de minimizar las secuelas.

En algunos casos particulares, especialmente en aquellos pacientes que no mejoran con el tratamiento trombolítico intravenosos, la trombectomía mecánica, una técnica desarrollada recientemente, permite extraer el trombo que tapona una de las arterias del cerebro antes de que deje una lesión permanente.

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