Silvia Nogales: “Intento llevar música que a priori no es de masas a todo tipo de público”

Víctor Rivilla.- La puertollanera Silvia Nogales ya ha dado el pistoletazo de salida en su gira musical veraniega. Su primera actuación tuvo lugar en el Festival de Guitarra de Gemona. Era la primera vez que relucía su música en tierras trasalpinas.

Músicos del calibre de Leo Brouwer, Manuel de Falla o Miquel Llobet llevaron el peso de su actuación, demostrando que su obra cultural merece mayor atención a pesar de no ser el género que más tendencia tenga en la sociedad actual.

Su falta de tiempo ha provocado que aún no se abra la posibilidad de participar en el prestigioso Festival de Almagro, pero su talento y su perseverancia le van a permitir gozar de un trepidante gira por la Costa Brava, Náquera y en Festival de Vitoria. Ya ha finalizado el primer compromiso de su apretada agenda, por lo que merece esta entrevista:

¿Cómo evalúas tu primera actuación en tierras trasalpinas en términos de recibimiento mediático?

La verdad es que estaba algo expectante, por una parte era la primera vez que iba a Italia y a la vez existía algo de riesgo al debutar con un formato de concierto no muy habitual en música clásica, podría ser que no funcionase del todo. La verdad tengo que agradecer a los organizadores del Festival de Guitarra de Gemona, que decidieran programar algo menos convencional.

Realmente estamos contentos porque para ser la primera vez hubo aforo, buenas sensaciones y un comportamiento excepcional por parte del público en todo el concierto. Muchos espectadores vinieron a hablar conmigo al finalizar el concierto, a darme la enhorabuena y manifestar su sorpresa ante la originalidad del formato de concierto, y del empleo en algunas piezas de pedales de efectos, algo habitual en guitarra eléctrica, pero no tanto en guitarra clásica. Les sorprendió gratamente y me deja muy buen sabor de boca.

La temática de tus actuaciones iba enfocada en el significado las cuevas de Pradis y en el Santuario de San Antonio en la cultura española. Resulta curioso como la cultura patria reluce en un anfiteatro romano. ¿Cómo consideras que el público extranjero valora todo lo que supone difundir el legado rojigualdo?

Realmente la temática de mis actuaciones giraba en torno a la Cueva de Altamira, donde se estrenó el proyecto tras ser seleccionado en 2018 por MusaE. Aun así tengo que decir que una parte importante del proyecto intenta recrear un ambiente concreto y ahondar en los elementos importantes de la época. Por ejemplo, en la conexión entre el hombre y la naturaleza, el fuego, etc., algo extrapolable a otras cuevas de la época. Por esto, se interesaron mucho desde el Ecomuseo de las Cuevas de Pradis, en tener la posibilidad de que se representase el proyecto allí. Por otra parte, la cultura Española está representada porque es indudable que toco música de compositores españoles, y además trato una parte del patrimonio español como la Cueva de Altamira.

Tu actuación contó con la presencia de piezas de compositores prestigiosos como Leo Brouwer, Mateo Soto, César Cano, Manuel de Falla o Miquel Llobet. De todos ellos, ¿quién es el más influente en tu proyecto y en qué aspectos reluce su sensibilidad artística?

El que más peso tiene dentro del proyecto es Leo Brouwer y quizás el que más me ha influido como guitarrista y/o artista. En el concierto toco su Sonata del Decamerón en la que se tratan temas como la relación del hombre con la naturaleza o con su parte mística. Esta sonata está basada en un libro llamado también el Decamerón Negro de Leo Frobenius, un etnólogo que a su vez estuvo muy relacionado con la difusión de las pinturas de las Cuevas de Altamira.

Fundación SGAE y Guitarras Raimundo han sido los principales valedores de este evento musical. ¿Qué se necesita para que haya patrocinadores interesados en la celebración de eventos musicales que no tienen el impacto mediático que se merecen?

Pues es muy buena pregunta. La verdad es que es innegable que este tipo de música o de festivales no son de masas y necesitan un empujoncito por parte de las instituciones. Hay proyectos buenísimos que necesitan que distintas entidades, organismos públicos y privados, sepan captar la importancia culltural de éstos para ser apoyados.

Por mi parte, con los proyectos que realizo intento llevar música  que a priori no es de masas a todo tipo de público, con formatos que permitan adaptarse al siglo en el que vivimos, y a las necesidades de un público de la era audiovisual, por así decirlo.

Pero claro, en este tipo de música que como bien hemos dicho no es tan mediática y al tener que hacer los proyectos sin apoyo de ninguna institución, auto producidos básicamente, siempre se presenta el problema económico, que en ocasiones no impide que se realicen los proyectos pero sí limita.

La mayoría de veces tienes que adaptarte a tus posibilidades e intentar obtener el mejor resultado posible o lo más parecido a lo que tienes en mente, si no consigues el apoyo económico.

Naturaleza, muerte y diversidad de culturas de la etapa prehistórica funcionaron como si fueran músicos en el concierto de Viena. ¿Qué mejorarías para que este proyecto incremente su excelencia?

Siempre se puede mejorar, sobre todo la mejora viene cuando se realiza muchas veces, y se “rueda” el proyecto. Cuando te presentas en el escenario ante el público acompañada solamente con tu guitarra es duro y requiere de mucha concentración, pero es que en proyectos como el de Altamira añadimos más responsabilidades, tienes que estar pendiente de muchas cosas más aparte de realizar una buena interpretación. En este momento entran en juego elementos técnicos que suelen ser distintos en cada lugar.

A Italia por ejemplo viajé yo sola, no pude llevarme un técnico, gracias a que Pablo Despeyroux uno de los organizadores del festival y magnífico músico e ingeniero de sonido, vino conmigo a los conciertos y se encargó de la parte técnica que teníamos previamente hablada. Pero claro, en cada lugar tocó adaptarnos y sincronizarnos. Con todo esto que te explico acabo haciendo referencia a la pregunta que me has hecho antes. Aquí se puede ver la importancia del apoyo público o privado a este tipo de proyectos, si se cuenta con más recursos las condiciones de trabajo mejoran.

Observando tu agenda, uno se apena al ver que tu talento se podrá disfrutar lejos de tierras manchegas, la misma que mima el género dramaturgo en Almagro. ¿Qué te parecería hacer acto de presencia en el prestigioso festival de teatro clásico de Almagro?

Pues la verdad es una pena no poder estar por la zona, me hubiera gustado presentar algunas de las propuestas en Puertollano o provincia.

El festival de teatro de Almagro es muy importante a nivel internacional, pero es un festival de teatro, mis propuestas al fin y al cabo son musicales, si bien es cierto que tanto Las Seis Doncellas de Juan Ramón Jiménez como Don Quijote, entre la voz y el deseo, quizás podrían encajar de alguna forma al ser un concierto dramatizado.

Tus dedos interpretan mediante la música e imágenes sugerentes el valor del firmamento y de la pureza. ¿Qué criterio llevaste a cabo para seleccionar las diapositivas que te acompañaron en tu actuación?

Bueno los videos están seleccionados para recrear ambientes concretos, tanto el color de cada uno de ellos como las imágenes que se proyectan están en consonancia con el bloque al que hace referencia. Uno trata la naturaleza, otro el fuego, otro la importancia del firmamento…

Siendo autocrítica, ¿qué aspectos valoras positivamente sobre tu actuación y que mejorarías para tu siguiente evento

Creo que en este tipo de proyectos el objetivo está en conseguir transmitir al público, con los recursos que tienes, la esencia de los mismos. Lo anterior está muy relacionado con las emociones y los ambientes que se crean en cada uno de ellos. Esto es algo que creo hicimos y hacemos muy bien con Las Seis Doncellas de Juan Ramón Jiménez.

Gracias a la maravillosa dramatización de la actriz Esther Acevedo, a las igualmente maravillosas ilustraciones de Laura Ferreiro, a joyas musicales como la obra para narrador y guitarra Platero y yo de Mario Castelnuovo-Tedesco, sin olvidarme de la parte técnica de Adrián Fernández, puedo llevar con mi guitarra una propuesta de concierto que gira en torno al poeta de Moguer, y transmitir la sutileza y sensibilidad de sus obras.

 La verdad, siempre nos ha entusiasmado ver como ya fuera en un colegio, un congreso, un auditorio, un museo, una plaza… con público muy diverso,  cuando se acercaban a hablar con nosotras, siempre destacaban la sensibilidad, sutileza del concierto, y lo concebían como un todo. Sabían apreciar todos los elementos artísticos que se daban lugar en él, habían captado el mensaje. Creo que esto es lo importante y en este proceso estamos con el proyecto de Altamira.

Para finalizar, ¿cuáles son tus principales objetivos en tu incursión en la VIII semana musical que tendrá lugar en la última semana de agosto en la ciudad valenciana de Náquera?

Bueno la verdad es que este verano es movidito… tengo varias citas por ejemplo estaré junto a mi compañero el saxofonista David Hernando en el Festival Internacional de Música Vitoria o en una mini gira por la Costa Brava en el Mediterranean Guitar Festival, entre otros.

En cuanto a Náquera, estoy muy agradecida por ser el tercer año que cuentan conmigo para dar clases, realizar un concierto y participar en el III Concurso de Jóvenes Intérpretes. Espero que se apunten muchos alumnos y concursantes, porque además esta semana musical tiene lugar en un enclave fantástico, en la Sierra de Calderona y disfrutaremos mucho

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