Secretos deseos

Escribían sobre sus cuerpos. Trazaban sobre los poros artículos cuya propiedad era solo de las manos que estremecían la espalda, conjunciones que los hacían únicos, a veces solo uno, adjetivos incalificables de la desnudez de sus almas y de sus cuerpos.

Las lenguas relamían pechos, descendían hasta el vientre hasta dar con el texto escondido, repleto de esdrújulas largas o prefijos más certeros. Sin comas, sin puntos. Preposiciones que situaban los dedos, los ojos o las bocas en recónditos lugares. Los adverbios acelerados al ritmo de la cadencia de dos vocales desnudas, que buscaban la consonante que los convirtiera en la sílaba deseada. Las palabras secretas formaban oraciones donde no había lugar, ni causa ni circunstancia. Solo se dejaban arrastrar por el deseo de unirse en un párrafo irrepetible.

Cuando el electrizante rayo los atravesaba, la onomatopeya estallaba y el texto llegaba al excitante fin. Se mantenían los puntos suspensivos hasta el siguiente poema, en el que volvían a unirse desnudos, sin palabras, con miradas y caricias, llenos de deseo por escribirse el uno al otro.

#Microrrelato


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Beatriz Abeleira

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4 COMENTARIOS

  1. Los puntos suspensivos en el texto son muy importantes. Ponen a volar la imaginación.
    Delicioso microrrelato con un preciso vocabulario. Enhorabuena…

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