Autoestima

Alfredo Medina.– Hay una mala costumbre nacional, quizá algo incrementada en nuestra comunidad, de que todo lo bueno viene de fuera. Somos propensos a ensalzar todo aquello que acontece fuera de nuestras fronteras, y en cambio criticar y denostar todo lo nuestro.

En épocas pasadas, tuvimos mala imagen internacional, ya que se consideraba que íbamos bastantes pasos por detrás. Se dice que la “Marca España” flaquea, pero posiblemente lo que más “nos adelgaza” es la falta de orgullo por lo nuestro.

Abstraído en estos pensamientos, ojeaba hace unos días El Diario Vasco en San Sebastián. Me llamó poderosamente la atención la fotografía de un jovencísimo pianista y el titular que rezaba: “El pianista manchego Alberto Abengózar, inicia el ciclo de conciertos y debuta hoy en el Palacio de Miramar”.

Sin pensarlo un momento, me apresuré a reservar mi entrada. ¿Un joven de 20 años, de Manzanares, seleccionado por la Escuela Superior del País Vasco para participar como solista en la 80 edición de la Quincena Musical…? ¡¡¡ No me lo podía perder !!!

¡¡La sala-auditorio, del majestuoso Palacio estaba a rebosar!! Y poco más de una hora de impecable concierto necesitó Alberto, para echarse al bolsillo al entendido público donostiarra.

Entre las butacas, muchísimas caras de sorpresa ante la valentía y el saber hacer de nuestro paisano y formidable pianista, que se estrenaba en el festival.

Bajo el brazo, un repertorio variadísimo con el que había mucho que demostrar y una máxima: “Trabajo duro y controlar los nervios”, como él mismo había asegurado en la entrevista al rotativo Vasco. “Esto es la punta del Iceberg, detrás de ello hay mucho esfuerzo…” ¡¡ Por supuesto que sí Alberto, por supuesto que sí. Quedó demostrado!!

Durante el recital, el joven de Manzanares mostró una seguridad y precisión absoluta, en el contrapunto barroco de Bach, una extensa obra de contrastes entre el furor y sensibilidad que exige cada uno de los seis movimientos.

La vivacidad de Chopin nos acercó al Romanticismo, pero fue con el “Estudio Trascendental” de Liszt con el que Abengózar reveló la enorme excelencia de lo que ya es, y llegará a ser. Una obra en la que Schumann declaró en su época, que era tocable “como mucho por diez o doce pianistas de todo el mundo”.

La exigencia técnica y física que requiere su ejecución, fue solventada con habilidad, actitud y destreza por nuestro paisano.

“Claro de Luna” de Beethoven, nos hizo contener el aliento a todo el auditorio. Y “Triana” de la Suite Iberia, de Albeniz,fue el colofón y brillantísimo final.

No satisfecho con todo lo anterior, el joven pianista nos obsequió con la primicia del estreno de dos de sus composiciones  ¡¡ Soberbias !!

Un entregado y sorprendido público puesto en pie, premió al artista con un interminable aplauso, que le hizo salir a saludar una y otra vez, por su magistral trabajo. ¡¡Bravo, chaval, bravo!!

Al término del concierto, me acerqué a saludarle y darle la enhorabuena. También a agradecerle la emoción y el orgullo incontenido de este malagonero, ausente ya muchos años, de su recordada tierra natal. Y que desde luego, presumió de lo lindo de haber tenido la suerte de ser testigo de excepción de semejante triunfo de un muchacho manchego, en una Ciudad donde tanto se estudia y cultiva el maravilloso arte musical.

Debo añadir a este humilde escrito, que para Alberto Abengózar no era este el primer evento al que acudía. Ha demostrado muchas veces, su talento y pasión por la música en otros grandes concursos, como el Internacional de piano de ”Villa de Xabia” en el año 2015. En el año 2016, gana el premio extraordinario de enseñanzas artísticas de Castilla La Mancha. Y en el año 2017, después de haber dado muchos y variados conciertos en un buen número de ciudades y poblaciones de nuestro País, recibe el  ¡¡¡premio Nacional de fin de enseñanzas profesionales!!!

En la actualidad, estudia muchas horas al día en el Centro Superior de música del País Vasco, junto a la afamada profesora de piano, legazpiarra por más señas, Marta Zabaleta.

Alberto, muchas gracias una vez más, por tu excepcional aporte a la música y por contribuir y demostrarnos que los manchegos, en base a nuestro trabajo y forma de ser, no debemos tener, en absoluto, ningún complejo. Por fortalecer y aumentar nuestra autoestima, y orgullo. Por tenerte como ejemplo, y darnos cuenta de que somos tan capaces como cualquier otro país, o comunidad, de lograr los objetivos que nos propongamos !!!

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5 COMENTARIOS

  1. Mucha razón tienes.

    Conoce alguien a Sarasate??

    La primera vez que un músico me habló de él, fue en Austria. Este compositor español levantaba pasiones al igual que Falla o Granados entre los estudiantes de música de Linz, la ciudad de Bruckner.

    Falla suena, pero muy pocos españoles han oído hablar de Sarasate o Granados.

    España es un país pobre a nivel cultural popular pero muy rico en talento artístico personal.

    Aquí si no tienes talento y voluntad de ir contracorriente, la mediocridad circundante te devora.

    Así surge la creatividad hispana.

  2. Enhorabuena a Alberto. Ha hecho lo que todo manchego con talento debe hacer para poderlo hacer fructificar: salir de aquí. Lo dice uno que ha investigado a toda una serie de ilustres manchegos que anduvieron por el mundo y a los cuales ni un solo manchego ha investigado o divulgado.

    Yo soy de Úbeda.

  3. Esa sí que es Marca España, y como este chico hay cientos de los que nos podemos sentir muuy orgullosos/as en ciencia, literatura, pintura, medicina, tecnología etc etc.

    Solamente necesitamos un Gobierno que les ayude a ser más aún, no que los ingore rescatando autopistas o cajas repletas de ladrones.

    Me duelen los dedos de escribirlo, en lo que hay que invertir es en ellos, no en mejorar sueldos y prestaciones de plenos y parlamentos.

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