Soñar una Fundación JMM

Jesús Millán Muñoz.- ¿Tendría sentido, aunque sea imaginaria e hipotéticamente, plantear la necesidad de una Fundación para conservar y estudiar y analizar el legado cultural, literario y filosófico y plástico de JMM?

¿Tendría sentido, antes que se pierda y se destruya, se diluya y se divida empezar a recoger datos, hechos, documentos sobre esa producción cultural, que en cuanto a extensión o cantidad puede ser una de las más extensas de todos los tiempos?

¿No para loor o alabanza del escribiente-pensante-pintor, sino como legado y testimonio de un hito, al menos en la extensión, de la capacidad cultural y creativa del ser humano? ¿Igual que se baten record en todas las actividades humanas, señalar ésta o éste?

¿Puede parecer un ejercicio quijotesco-sanchesco, de vanidad-soberbia-petulancia-engreimiento-orgullo, pero dejemos de pensar en tal persona concreta como autor, e imaginemos que esa producción cultural, con la misma calidad, la ha producido alguien que existe y vive y habla en Nueva York en inglés, en Berlín en alemán, en Barcelona en catalán, en París en francés, en San Sebastian en euskera, en Santiago de Compostela en gallego, en…?

¿No, nos parecería, a igualdad de calidad, ni más, ni menos, a igualdad de extensión, que esa producción cultural, tuviese un lugar físico y material y un lugar virtual y online, para que esa creación-búsqueda-investigación cultural tuviese un eco-sombra en la sociedad-historia-humanidad? ¿Al menos, un anexo a un museo o fundación de las que existen, dedicada solo al estudio de esa producción cultural?

¿Porque sus mismos defectos, nos dicen, algo o mucho de la condición y existencialidad humana…?

¿Alguien puede decir, cómo una producción cultural, que socialmente apenas existe, que casi no ocupa ningún lugar en la industria cultural pública, ni privada, en la que el autor, es como si hubiese vivido en el desierto, aunque haya estado con y entre nosotros, en las mismas calles y plazas y foros…?

¿Pero volvamos al principio, una producción cultural, que en su dimensión escrita, titulada Cuadernos, está formado por cincuenta tomos, cincuenta mil páginas, quinientos cuadernos, veintidós millones de palabras, no merece, independientemente de su calidad, de su temática, de su innovación o creatividad o falta de ella, ocupar un pequeño lugar en la memoria de los seres humanos, antes que se vaya desapareciendo o destruyendo o deteriorándose, aunque sea a nivel de su región provincia, localidad, nación, lengua o idioma o continente geográfico o cultural?

¿Una obra plástica, titulada en su totalidad Mural de la Mancha, que consta al menos, de ochenta mil dibujos, pinturas, hojas de libros de artista, y otros cientos de obras en otros géneros. Que cada una de ellas, tiene su autonomía e independencia y su visión y su perspectiva, pero que todas unidas, forman y conforman, una obra única, como un enorme mural mental. Es como si cada dibujo o pintura u hoja de libro de artista o libro de artista o monotipo de grabado, o escultura o…, tiene su independencia, pero al mismo tiempo, es una “tesela” de un enorme mural o mosaico que es una única obra plástica?

¿Sin olvidar, que tanto lo literario y lo plástico, está hecha bajo nuevas tendencias estéticas y artísticas, bajo nuevos manifiestos artísticos o manifiestos artísticos y literarios…?

¿No habría, imaginaria e hipotéticamente, que esta cantidad enorme de arte plástico, que en su inmensa mayoría está o debería estar en colecciones públicas y privadas, y que el autor solo ha cobrado una pintura en toda su existencia, antes que se pierda o se destruya, empezar a catalogarlo, fotografiarlo, valorarlo, autentificarlo, documentarlo y, realizar los estudios y análisis pertinentes…? ¿Y para ello se necesitaría una Fundación-Archivo-Museo que realizara o realizase dicho trabajo…?

¿Una dimensión fotográfica artística, que está formada por cincuenta mil fotos que se podría titular Cincuenta mil Fotos, con una cámara doméstica muy rudimentaria, escogida adrede en su limitación, que refleja, cientos de aspectos de las realidades rutinarias del existir de la vida cotidiana, sobretodo objetos y realidades materiales sin importancia?

¿Y otros materiales, como grabaciones en audio o video, de una dimensión que denomino Conversaciones de Filosofía, y además…?

¿Y en total de la unión de las diversas dimensiones anteriores, la totalidad de esta obra, como formando un palacio-catedral-monasterio-rascacielos se denomina Cuadernos de la Mancha?

¿Y en su totalidad, ya que esta realidad cultural, está considerada, por voluntad y libertad y autonomía del recogedor-autor-escribiente-pensante, como una única obra, una unidad en sus diversas partes y dimensiones y hojas y dibujos y frases y pensamientos, una unidad, como una gran catedral-palacio-rascacielos imaginaria-mental, una obra de arte total, una obra total, que se denomina o titula, Cuadernos de la Mancha?

¿Es lógico y racional y equitativo y justo que una producción cultural así, no exista a los ojos de los seres humanos, ni a los de la industria cultural pública, ni privada, ni semipública, ni a la de ningún territorio o entidad territorial de la sociedad que la ha visto nacer y de la que ha surgido y crecido y amamantado? ¿Porque esta producción cultural es hija de miles de generaciones y de la situación actual, todo está tomado de todas las tradiciones culturales, y el escribiente-pensante como máximo ha puesto un uno por ciento, el resto es tomado de milenios de evolución del ser humano…?

¿Es lógico, que una obra así, que en su dimensión escrita, es una de las cinco obras más extensas, de todos los tiempos y culturas, de un único título y un único autor? ¿Y en su dimensión plástica, una obra que es de la más prolíficas, en cantidad, de todos los autores artistas plásticos, de todos los tiempos y épocas…?

¿Es racional, justo, equitativo, correcto que una producción cultural como ésta, independientemente de quién la haya realizado y construido, independientemente del lugar de procedencia del escribiente-observante-pensante-filosofante-pintor-autor, independientemente de la lengua sobre y en la que se ha engendrado-criado-creado-desarrollado se pierda, se vaya destruyendo, se vaya deteriorando, se vaya diluyendo en el espacio y en el tiempo…?

¿Quizás, no haya habido nada en el mundo, nunca, como esto, una producción cultural realizada por una persona, que toque tantos temáticas, en diversas artes y saberes, y en tal cantidad, y formando una unidad, un único título, como una enorme Enciclopedia asistemática estética y literaria y filosófica y plástica y…?

¿No es lógico que el escribiente-pensante-“pintante” de esta obra, antes de que termine de ahogarse, en la preocupación-tristeza-incredulidad por no comprender-entender, como ésta obra, independientemente de su originalidad-creatividad-esencialidad, antes de que se pierda o destruya o deteriore del todo, pida, pida no sabe a quién, que se estudiase la posibilidad imaginaria de una Fundación…, una fundación que el autor-recogedor-recolectador, esté en quinto lugar, y la producción en primero…?

¡¿Ustedes dirán, ciudadanos y ciudadanas de este tiempo-lugar…!?

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