Ciudad Real: Nace ‘Oasis’, una escuela de arte para refugiados y excluidos

La Escuela de Acogida “Oasis” del Teatro de La Sensación de Ciudad Real nace como un proyecto de escuela de arte para “refugiados y excluidos”. Elena Mora Sanroma, de la ONG “Movimiento por la paz”, está al frente de esta iniciativa, un “movimiento cultural global con impacto social“.

En un entorno global de incertidumbre, “es fundamental destacar que la cultura y la empatía social con los más vulnerables son pilares esenciales para un futuro mejor”. 

Escuela Oasis es una idea “para situar a la cultura en el centro; para reconocer el valor de organizaciones culturales y sociales; para sentir, reflexionar y actuar pensando en el bien común”.

Cuando se diseñan políticas locales dirigidas a la acogida de personas migrantes y refugiadas, es importante tener en cuenta el acceso y la participación en la vida cultural, señalan desde este proyecto. La Agenda 21 de la cultura llama a los gobiernos locales a “poner los medios para que las personas inmigrantes accedan a la cultura de la comunidad de acogida y participen en ella”, y la Comisión de Cultura de CGLU también ha afirmado que “las ciudades siempre han sido un lugar de destino de las personas inmigrantes, que, unos años después, se convierten en habitantes y en ciudadanos. La identidad de las ciudades es evidentemente dinámica (…)”. Una aproximación inclusiva a las personas migrantes y a las comunidades diversas “debe incluir también, naturalmente, a refugiados y a solicitantes de asilo”. Algunos estudios llevados a cabo en países con experiencia en la acogida a personas refugiadas “han demostrado que las actividades culturales pueden ser un medio eficaz para promover la cohesión, generando una mejor comprensión y aceptación mutua entre las comunidades de acogida y las personas refugiadas y solicitantes de asilo”. Un informe publicado en el Reino Unido en 2008, añade, también destacó el impacto que pueden tener en la vida cultural local las influencias que traen los artistas refugiados.

En los últimos meses, varias organizaciones y redes culturales, como la Kulturpolitische Gesellschaft, Arcadi y otras organizaciones culturales de la región Île-de-France, Die schweigende Mehrheit, Culture Action Europe, IETM y WOMEX, han destacado la necesidad de que las políticas y los agentes culturales se implicaran para hacer frente a estos retos, y el papel que pueden jugar los equipamientos, actividades y profesionales de la cultura en la acogida de personas refugiadas y migrantes y en el fomento de una cultura del reconocimiento, expresando así la voluntad de una parte importante de la ciudadanía y los agentes culturales de contribuir a ello. “Al mismo tiempo que se subraya este potencial de un cambio positivo, también es necesario recordar que los procesos relacionados con la llegada de personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes pueden conllevar aspectos de miedo, tensión y aislamiento, tanto para las comunidades de acogida como para quienes llegan”. La participación y la interacción culturales pueden jugar un papel importante, subraya, para hacer frente a estas situaciones, pero, “por encima de todo, es necesario promover aproximaciones políticas holísticas y transversales, que impliquen a las autoridades públicas y a la sociedad civil y que sean sensibles a las necesidades de todas las personas implicadas”.

“Los procesos creativos pueden proporcionar oportunidades para que distintos grupos sociales, entre los cuales las comunidades migrantes y refugiadas, se reúnan y generen nuevos símbolos y expresiones culturales, como muestran distintos ejemplos, por ejemplo en Aarhus, Lisboa, Vaudreuil-Dorion y Zaragoza, entre muchos otros. Los museos y otras instituciones del patrimonio también pueden”, concluye.

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