La planta de residuos de la empresa Ignea en Bolaños cumple de forma “satisfactoria” las condiciones medioambientales fijadas por la Junta

La planta de residuos de la empresa Ignea en Bolaños de Calatrava cumple “satisfactoriamente” con los requisitos establecidos en la autorización ambiental integrada concedida por el Gobierno de Castilla-La Mancha, según se desprende del informe realizado por técnicos de la Administración regional.

El delegado provincial de la Consejería de Desarrollo Sostenible, Fausto Marín, se ha reunido hoy con el alcalde de Bolaños, Miguel Angel Valverde, para hacerle entrega del documento y con la intención de trasladar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía en torno a la actividad de la planta de residuos.

A este respecto, Marín ha señalado que el Ejecutivo regional, el Ayuntamiento y el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil se van a mantener vigilantes para evitar cualquier incumplimiento de la normativa medioambiental que pudiera producirse, mientras que Valverde entiende que este informe es concluyente al respecto “nos tranquiliza que este informe diga que la planta de residuos cumple todas las medidas medioambientales que se le han puesto y por tanto no ofrece ningún tipo de perjuicio que pueda preocupar a la población”.

La planta de la empresa Ignea Medioambiente, S.L. se encuentra a un kilómetro y medio del casco urbano de Bolaños, en la carretera de Moral de Calatrava. Se trata de una instalación de eliminación de residuos mediante depósito en vertedero, con una capacidad total de 4.634.000 toneladas. Cuenta con dos zonas de vertido diferenciadas.

La razón de que los técnicos de la Viceconsejería de Medio Ambiente de la Junta de Comunidades hayan elaborado un informe sobre la planta viene motivado por la inquietud que causó entre la población el aumento significativo de la actividad de la planta el pasado verano: de una media de cien camiones mensuales, en julio se pasó a mil cuatrocientos. La razón de este incremento fue el cierre temporal por obras en una instalación de tratamiento de residuos que la empresa tiene en la Comunidad de Madrid.

Además de esta primera inspección por parte de personal de la Junta de Comunidades, se han efectuado inspecciones periódicas y conjuntas entre los técnicos de la Junta y agentes del SEPRONA y en la actualidad se está realizando una nueva actuación inspectora que aún no ha finalizado.

La autorización ambiental integrada concedida por la Administración regional, así como la normativa aplicable, establecen una serie de medidas para impedir  la contaminación ambiental de esta instalación, tanto dirigidas a características constructivas de las instalaciones como a la metodología de trabajo y controles.

Entre las obligaciones que tiene la instalación para evitar la contaminación del medio ambiente se encuentran entre otras la impermeabilización del vertedero, red de drenaje del vaso de vertido que desemboca en dos balsas de almacenamiento y una de regulación previa al tratamiento; gestión adecuada del lixiviado almacenado, balsas de recogida de aguas pluviales que deberán gestionarse adecuadamente; sistema de impermeabilización, de control de fugas y de control de rebose automático en las balsas; red de toma de muestras para el control de aguas superficiales y subterráneas y contar con medios técnicos y materiales para asegurar la rápida intervención sobre cualquier vertido accidental.

Asimismo, la empresa está obligada a cumplir un riguroso procedimiento de admisión de residuos, tal y como marca la normativa, debiendo rechazar los que no cumplan con los criterios establecidos, y a mantener unos procedimientos mínimos de control y vigilancia durante la explotación y mantenimiento posterior del vertedero.

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