Protegemos a nuestros mayores

Ángel Manuel Sánchez García.“El miedo despierta todos los instintos de supervivencia…y de conciencia”.No vamos a hacer del gobierno leña del árbol caído. Las familias de este país afrontan temores juntos y se protegen los unos a los otros. Ante las dificultades nos crecemos.

El enemigo es un pequeño virus del que desconocemos mucho y que probablemente surgió de algún tipo de caos engendrado más que por la naturaleza por un error humano. Pero el mal está hecho y eso ya poco importa. Muchas veces en la Historia cuando han ocurrido grandes acontecimientos la explicación más sencilla es la acertada.

Y muchas veces en nuestras vidas la mejor decisión frente a nuestros mayores dilemas también es sencilla. Sencillamente es la que no esperabas. El dilema fundamental al que nos enfrentamos y se nos presenta en los medios de comunicación es nos dejamos llevar por 1) el miedo o 2) por esas alternativas tan públicas como correctas como es la calma, la moderación, la templanza, la tibieza, o la frivolidad. 

La decisión correcta es…la que no esperas.

El miedo no es alternativa porque nos paraliza. No esperamos a que el león nos atrape, no es propio del instinto de supervivencia. 

Ante una dificultad no hay que estar paralizado. Hay que reaccionar. La mayoría de los mamíferos ante el peligro huyen espantados, pero hay otros que embisten, como nuestro magnífico toro de lidia.

Es difícil asegurar que por mucho que huyas con rapidez de un maldito virus, este no te va a alcanzar. Aunque puede ser. Para eso están las medidas de prevención.

Pero me resulta más atrayente la alternativa del toro de lidia. Ante la dificultad, el peligro extremo, el ser humano cuenta con la más extraordinaria capacidad para la que ha sido dotado, la inteligencia. Pero esa inteligencia es sólo eficaz y constructiva si sirve a grandes fines.

El gran fin por el que vamos a superar esta crisis sanitaria, es que vamos a defender a los que queremos a los que amamos y protegemos.

Me espanta observar lo poco que importan nuestros mayores a la hora de tomarnos en serio e inteligentemente nuestras obligaciones en esta crisis.

Sólo tiene sentido evitar riesgos innecesarios si buscamos con ello proteger a los nuestros, familias y amigos.

Nuestros mayores son el mayor tesoro. Cuando ha habido crisis económicas o personales, ellos han estado, ellos han alentado, ellos han luchado, ellos han sufrido por nosotros y ellos nos han sostenido.

Vamos a afrontar los sacrificios que sean necesarios porque defendemos a nuestros mayores y a nuestros enfermos.  No somos animales, no los dejamos abandonados, les protegemos.

Vamos a embestir a este virus con inteligencia, amor, sacrificio y esperanza.

No busques estas cosas en los medios de comunicación, no las busques en nuestros (i)responsables políticos, ni vayas a los supermercados a buscarlos. Búscalas estos días que te quedas en casa entre los tuyos. Ámalos, reza por ellos, reza con ellos y maldice las ocasiones en que pudiendo cuidar mejor de ellos no lo hiciste.

Llama por teléfono a familiares y a amigos. Animaos los unos a los otros, fortaleced el alma porque eso neutraliza el virus del miedo, la desesperanza y la angustia. El amor es el arma más digna y eficaz frente al miedo.

Estas graves circunstancias exigen que seamos lo que se espera de nosotros. Dignos, prudentes, inteligentes y sobre todo responsables. Cada cual es soberano señor de sus hábitos. Cambiarlos no es fácil, pero el ser humano ha sido la especie triunfante porque se adapta a todo, lo hace con inteligencia, para lo cual se sirve de la tecnología, por necesidad y por interés, el suyo y el de los suyos.

Vamos a salir de esta, vamos a madurar, y vamos a soñar con lo que es ya una realidad forzada por la pandemia.

Vamos a conquistar definitivamente una conciliación laboral y familiar, un teletrabajo que casualmente se vuelve en casa responsable, unas relaciones más humanas en nuestros trabajos, una mejor actitud de servicio en nuestros trabajos, una mayor dependencia económica de aquello que tenemos cerca y dentro de nuestro país, una mayor concienciación de que un mundo mejor es posible cuando nos damos cuenta de que lo verdaderamente importante, es lo más productivo y más  fiable.

Trabajar contento y servir con alegría, van a revolucionar las relaciones económicas. Ahora toca dar lo mejor de nosotros mismos sirviendo a nuestras familias, empresas, pacientes, vecinos, a nuestra comunidad y a nuestra patria.

El miedo puede hacernos más humanos. Puede transformarnos para bien cuando no nos paraliza. El peligro nos conmueve y nos mueve.

La realidad y no las ideologías nos está abriendo las puertas de un futuro próximo esperanzador. Esta experiencia que será traumática para nuestro mundo y para varias generaciones va a ser la auténtica revolución.

Afrontemos esta crisis con bravura, dignidad, amor e inteligencia.

No hay alternativa, un mundo mejor nos espera, y el ser humano y su plenitud ocuparán el centro, no lo ocuparán ya los intereses de aquellos que sólo se preocupan de sí mismos.

Piensa que estos días son una espléndida oportunidad para valorar lo que realmente es importante en tu vida. Protégelo, defiéndelo, no lo hagas con un abrazo…salvo que lo mandes por WhatsApp.

A los abuelos, a los ancianos se les va a mimar. A los enfermos y a los débiles, a los que poco cuentan en estos momentos de crisis, les cedemos la privilegiada posición de invitados de honor en el banquete de nuestros sacrificios.

Escucha a los que saben más que tú y, te inspiran confianza porque tienen autoridad, desconfía de quien te diga lo que quieres escuchar, y luego cuestiónate, debate con tu conciencia, que es el más maravilloso espacio de libertad que posees.

Pero REACCIONA, si tienes que asumir sacrificios estos meses, y será duro, será porque tus abuelos, suegros, padres, hijos o amigos. enfermos o no, los que quieres, te importan más que tú mismo. Así que adoptarás todas las precauciones.

Si no lo comprendes, enfermarás tú.

Cuando creas que todo se derrumba alrededor…recuerda que en tiempos de desolación no debes adoptar decisiones vitales radicales. Adáptate y lucha…pero con el sentido del amor a los tuyos y a aquello que siempre te ha hecho más persona y más feliz.

No eres un ñu huyendo de un león. Eres un ser humano. Proteges a los tuyos y a los semejantes.

Mereces ser amado porque amas, porque ante el peligro cuidas de ti tanto como de los otros.

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7 COMENTARIOS

        • Las personas mayores son parte de nuestras familias, vecinos y amigos.

          Pero desde el poder no os enteráis.

        • Porque solo estáis al servicio de vosotros mismos y vuestros intereses.

          Habeis jugado con las personas en el peor de los juegos…el de la salud.

          Desde Pedro Sánchez a Santiago Abascal.

          Pero el Gobierno tenía la información precisa y el deber resultante.

  1. Anoche las terrazas llenas, y las calles también llenas de muchachos con ambiente festivo porque hoy no había clase. Parecía viernes siendo jueves.

    Los políticos son un reflejo de la sociedad de la que salen, si ellos no se lo han tomado en serio es porque una gran parte de la población tampoco se lo está tomando en serio.

    • Totalmente de acuerdo.

      En Madrid se está tomando en serio, y más temprano que tarde o allí pasará lo mismo.

      Todo aquí parece domingo por la mañana.

      No hemos sido educados en la disciplina (es cosa de fachas), pero es la disciplina o la enfermedad la nuestra y la de los nuestros.

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