No pasa nada

En nuestro país nunca pasa nada; porque cuando algo anómalo sucede, a fuerza de esperar a que haya algún tipo de reparación o cambio – sin que acabe por llegar – aquello termina por ser asimilado como normal.

Nada induce a pensar a que se vaya a enmendar nada, nadie mueve un dedo pase lo que pase:el activismo es observado con más recelo que admiración.Lo que sea que llegue, es más fácil que se instale a largo plazo a que sea algo circunstancial; sea bueno, malo o regular.La R.A.E. incluyó en 1985 en su diccionario el término Pasota para referirse a alguien indiferente ante las cuestiones que importan o se debaten en la vida social. Si entonces se asociaba a un prototipo de persona, hoy se puede aplicar sin distinción de edad o condición social.

Ni la modernidad, ni la posmodernidad,ni el cambio de una dictadura a un régimen democrático, han supuesto,a día de hoy, un cambio de mentalidad (ni en los gobernantes, ni en los gobernados)para exigir que los problemas se corrijan a tiempo y de forma apropiada.La impunidad está absolutamente asimilada, porque el concepto de democracia en España consiste en poder votar (¡o no!) cada 4 años, y de ese modo se purgan los daños anteriores, se revaliden o no en sus puestos a aquellos que los cometieron.La política se ha convertido en un mundo para hacer carrera y subir en el escalafón. Y como los liderazgos políticos que hay mayormente en España son de tan escaso fondo, resulta difícil encontrar referencias dignas de mención, sean o no de tu propia tendencia ideológica. En cuanto a los cargos que se nombran por designación política, resulta bochornoso encontrar aquí y allá a responsables con escasa capacidad, iniciativa, empatía, recursos… Puede parecer injusta esta generalización, pero cuando tantos servicios públicos se resienten de las decisiones de los políticos, y de su cadena de mando, es difícil hacer matices o excepciones: al final, todo depende de las personas; y si éstas son escogidas valorando otros aspectos antes que su mediocridad, lo raro será que estas personas rindan correctamente. Sin embargo, no pasa nada.

La desconfianza y la falta de horizonte que emanan de la política, podrían ser suplidas por otras voces que aportasen una visión global, profunda e interesante de las cosas. Pero el Pensamiento está en horas bajas también, no parece haber espacio para la crítica constructiva, sino para la distopía. Además, a los medios de comunicación (en especial la televisión – esa que aparentemente no ve nadie) les interesa más los debates viscerales o los efímeros (a menudo sin aportar nada, solo obviedades) que los que puedan ser sesudos. Podríamos buscar respuestas en el arte: los artistas de otro tiempo reflejaban en su actividad su visión del mundo presente. Tenían su público, a veces incluso de masas. Sin embargo, lo que se oferta y se demanda hoy en día es cultura importada y comedia. Risas.

No pasa nada, cuando poco importa queJuan Carlos I sea investigado por la justicia en Suiza. España tampoco se va a romper porquela respuesta política, económica y social hacia la Nueva normalidad sea poner parches para recuperar modelos previos a la pandemia (construcción, hostelería, servicios…), o porque la pobreza tenga unos índices insoportables, y la brecha entre ricos y pobres (brecha tecnológica, económica, cultural,…) sea cada vez mayor, y cada vez más irreversible. O porque la factura de la luz todavía siga siendo fraudulenta, tal como la diseñó el Gobierno de Rajoy…Hay muchas cosas que resultan preocupantes, pero con soltar dos o tres consignas que calen rápidamente en la gente, y mirar hacia otro lado, se va tirando.

La falta de respuestas y de gestiones eficaces y transparentes, y de mecanismos de participación y de compensación cuando aquellas no funcionan, fomenta – lógicamente – el escepticismo sobre el propio sistema y el culto al individualismo y a la supervivencia. Y así, si uno hace su voluntad infringiendo las normas (de ésas en las que uno ha de ceder algo en aras del bien común), lo más normal es que no pase nada, ni se sancione nada punible: las normas se relativizan, y terminan quedando en papel mojado. Va por fases: primero viene la picaresca de los listillos que se saltan la norma; después vienen los envidiosos que la replican; después, las multitudes que ven la abundancia de casos y lo normalizan. Y así, el que cumple la norma es visto como un pringao.

Podría pensarse que esto es algo exclusivo del mundo político o empresarial, pero aquí no se libra nadie. Véanse, si no, las infracciones urbanísticas, o los incumplimientos de las medidas preventivas para evitar rebrotes de la pandemia.Esta forma de entender las cosas está instalada en la mentalidad española, no solo desde los tiempos de M. J. de Larra – donde en su célebre artículo “Vuelva usted mañana hacía un retrato de la desidia tan propia de la sociedad española (urbana) de 1833. En un tono satírico bien distinto al de Larra, José Mota viene a decirnos lo mismo: “Hoy no, … mmmaañana”; “No es por no ir, pero ir pa’ na’ es tontería”.Las preocupaciones que se fomentan, las que manifiesta tener la gente, tienen más que ver con el ocio que con las cosas importantes. Futbol y chismorreos para todos los públicos. Y terrazas, que no falten. Por estas cosas, la gente sí que es capaz de levantarse del butacón. Lo demás poco importa.

Pares y nones
Antonio Fernández Reymonde

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28 COMENTARIOS

  1. Y cuando, en según qué casos, esperas a que la justicia haga honor a su nombre, y se pronuncie, pues ni eso. No es que tarde en aplicar las leyes, muchas veces injustas y sujetas a múltiples interpretaciones, sino que, se cambian cuando no gustan, o sencillamente, no se acatan sus decisiones. Que se encierran a los ciudadanos en sus domicilios y a los presos los sacan de las cárceles, pues no pasa nada. Que país!

  2. A Pujol no se le toca y a los que han dado un golpe de Estado se les libera de la cárcel. La izquierda lameculos la ha tomado ahora con el Juan Car. Los ancianos que han tenido encerrados en 8 metros cuadrados en las residencias, y el que haya sobrevivido, porque muchos han muerto, lo han pasado muchísimo peor que los golpistas y etarras a los que la izquierda besa el culo.

    Iros a la mierda hombre. Viva Ortega Lara. Nos tenéis hartos, izquierda amoral. Progresistas RANCIOS.

  3. Excelente Artículo Sr. Fernández Reymonde.

    Es verdad, los españoles cambiamos poco pase lo que pase, y si no como puede ser que conociendo las noticias que están saliendo acerca de los hechos tan graves sobre la actuación de Juan Carlos, «el campechano», siga habiendo compatriotas que sigan admirando a ese señor.

    Las noticias son transmitidas por buenos Periodistas, no por Podemos, como dice Batman en su comentario.

    Efectivamente lo de la familia Pujol, no se entiende.

    Será como el Patriarca, amenazó, con «mover el árbol», para que cayeran todas las manzanas podridas, y deben ser de muy alta cuna, dichas manzanas.

    Así pues, si España cambia poco.

    • Yo entre vuestra República y Felipe VI me quedo sobradamente con Felipe VI. No veo a Pedro Sánchez o el Coletas de Presidente de la República y tampoco a Zapatero. Vuestra Republica es extremista y revolucionaria. Y antes de llegar a eso llegamos a una guerra.

      • La verdad es que hasta Tezanos dice en sus encuestas que la Monarquía preocupa sólo a menos del 1 por cien de los españoles. La República sería una imposición nada democrática que yo personalmente creo que justificaría armarla.

  4. «Y antes de llegar a eso llegamos a una guerra.»…, os dais cuenta del monstruo ignorante y peligroso que es AngelBatmaNuelito. Así es nuestro perrocacerolas golpista barriobajero favorito. Menos mal que son, él y cuatro subnormales más amargados. Por eso no hay que seguir haciéndoles caso. Que roznen lo que quieran, sólo saben hacer eso.

    • Antes guerra que llegar a Venezuela. Imposiciones CERO. Si te saltas la Constitucion monárquica la estas provocando. Guerra a los camaradas de Maduro. Responsables de más de 40000 muertos y la ruina económica. Os vamos a echar de una patada fascistas. Se acabó el dinero y el cuento.

  5. Ah.. Y si hay que echaros a patadas como has puesto pues se os echa. Yo ya estoy limpiando mis botas de tacos de aluminio.

    Voxotros utilizareis vuestras herraduras no?

  6. Cuando a Isabel, la hija de María Cristina, tan aficionada al sexo y la buena vida como el campechano, le decían eso de «Borbones Bribones» por algo sería.

    Recuerden que esta folladora impenitente (de lo que me alegro, porque eso se llevó a la tumba) reinó nuestro país entre 1833 y 1868 y, si no me equivoco, no tuvo un solo hijo con su marido. Quien se llevaba un millón de reales por cada hijo que reconocía. De hecho El 28 de noviembre de 1857; tuvo a Alfonso, príncipe de Asturias y más tarde rey de España, que era hijo del capitán de ingenieros Enrique Puig Moltó.

    Ahora se habla de Corinna, Marta Gayá y demás, pero el Campechano poco ha inventado. Le viene en los genes.

    Con la pasta igual.

    • Siempre fue un picha brava. Ahora lo es Pablo Iglesias, el Macho Alfa Feminista. Pobre Ministra de Igualdad, la de cuernos que lleva ya. Con la pasta igual, también tiene cuentas en paraísos fiscales y encima diciendo que no hay que pagar la Deuda de los Estados. Normal que los holandeses y compañía no quieran dar un euro a la España clientelar.

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