En manos de la superstición

Superstición y razón son términos de mal maridar. Y como nos dejara dicho Paracelso al referirse a los venenos: “Todo depende de la dosis”.

El agua es vida, pero nos puede ahogar. El amor es maravilloso, pero puede crear niños ñoños y malcriados, incapaces de enfrentar de adultos los avatares de la vida.

Todo tiene un límite. Cualquier cosa en exceso se tornará contraproducente por beneficiosa que fuera en un inicio.

Supersticioso es aquel que cree en amuletos, sí; también quien profesa una fe desmedida o una valoración excesiva respecto de algo (RAE).

Vivimos en un mundo dominado por la superstición.

Los partidos políticos son portadores de supersticiones llamadas ideologías. La socialista, comunista, liberal, fascista, anarquista, etc., aspiran a solucionar el mundo con los ingredientes de su receta mágica. El FMI coloca el mismo molde “solucionatodo” a lo largo y ancho del mundo. No hay consultora importante si no es capaz de ofrecer al mercado su propia pócima milagrosa. Todos tienen una fe desmedida en sus remedios.

No hay nada capaz de solucionarlo todo en cualquier tiempo, lugar y circunstancia. Los supersticiosos del mundo están convencidos de lo contrario; por eso, un buen supersticioso se volverá intransigente con las creencias ajenas; queriéndolo o no, acabará siendo un fundamentalista sometido a una doctrina o práctica determinada, cuando no a jefes o maestros que ejercerán sobre él un poder determinante, sino absoluto.

El supersticioso/fundamentalista aspira a que su visión totalitaria triunfe sobre las demás, por eso será condescendiente con las trampas o corruptelas de los suyos. Todo sea por la causa.

Lo más insoportable para él es encontrarse a personas con espíritu crítico razonado y fundamentado; en vez de contra argumentar, tratará de ridiculizarlas, injuriarlas, acabar con su reputación: destruirlas.

Es muy fácil identificar a un supersticioso posmoderno. Basta con oírle hablar; prestar atención a cómo simplifica las situaciones complejas con epítetos simplistas de vocación totalitaria: fascista, machista, o el más utilizado últimamente en los grandes almacenes de la superstición: negacionista.

El negacionismo consiste en negar hechos históricos recientes y muy graves, generalmente aceptados.

Que determinados hechos sean generalmente aceptados no significa que sean veraces. La historia está rebosante de ejemplos de cómo la propaganda puede transformar un infundio en cosa cierta con la anuencia de la mayoría.

La propaganda protestante responsabilizó a Felipe II de asesinar a su hijo Carlos. Schiller, considerado el padre de la patria alemana, escribió un drama en cinco actos, Don Carlos, infante de España; hizo correr como la pólvora el infundio convirtiéndolo en verdad irrefutable. A fuerza de propaganda, la versión de Schiller fue tan aceptada que Verdi se inspiraría en ella para componer su famosa ópera D. Carlo. Esta distorsión histórica sigue siendo aceptada en parte del mundo, incluso de tradición católica.

En los mapas náuticos aparece una corriente llamada de Humboldt, por atribuirse su descubrimiento al intelectual prusiano durante su viaje a la América española a principios del XIX. Sin embargo, esta corriente ya había sido descubierta más de dos siglos antes por el científico español José de Acosta (1.540-1.600).

Resulta lógico y evidente que el prusiano debió consultar las obras de los científicos españoles antes de comenzar el viaje; así debió descubrir la existencia de la famosa corriente marina. El único mérito de Humboldt fue mencionarla en sus escritos. La propaganda de la Ilustración hizo el resto, sabiendo perfectamente el nombre del verdadero descubridor.

El liberalismo español aceptó gustoso la apropiación indebida; al fin y al cabo, Acosta era un clérigo y, claro, de la clerecía sólo podía esperarse oscurantismo, lo contrario hubiera conculcado la superstición del progresismo liberal-masónico.

Qué decir de las ideas generalmente aceptadas sobre los denominados libertadores de Hispanoamérica. Una pincelada sobre San Martín: Este libertador apenas vivió en lo que hoy es Argentina. Nunca elaboró un plan operativo propio de guerra ni un proyecto político sobre los territorios “liberados”. Se limitó a ejecutar el que recibió de los ingleses.

Para amar tanto a su tierra liberada, optó por levar anclas hacia Inglaterra y morir en Francia rico, muy rico, en una casa de alrededor de 45 ventanas. En su época, una forma de catalogar la categoría de un palacio era mediante el número de ventanas del mismo.

Para ocultar su riqueza contó con la complicidad de un íntimo amigo suyo: Alejandro Mª Aguado, marqués de las Marismas del Guadalquivir -español que luchó en un principio del lado patriota en la Guerra de la Independencia y después se pasó al bando francés-: no sólo fue su albacea; según el historiador argentino Julio González fue también su testaferro.

Podían escribirse tomos y tomos sobre las imposturas de la historia consideradas hechos generalmente aceptados. A quienes los cuestionan y buscan la verdad suelen llamarlos, con intención peyorativa, revisionistas, cuando no, negacionistas.

El señalado como revisionista/negacionista no es más que un alma inquieta; un buscador de la verdad; un verdadero científico –recordemos que ciencia viene de conocimiento- no un androide que acepta sin rechistar el dictado de la propaganda.

Los historiadores empeñados en sacar la verdad de bajo la alfombra son ninguneados por las instituciones oficiales, incluidas, en muchas ocasiones, las académicas, como el caso del colombiano Pablo Victoria, por escribir el libro más documentado a la fecha sobre Simón Bolívar, desmontando su leyenda. Los supersticiosos no permiten la más mínima fisura.

No es de extrañar que las instituciones médicas colegiales hayan advertido –por no decir amenazado- a los profesionales colegiados con la pérdida de su matrícula oficial si niegan el Covid -19; en realidad, si no aceptan con puntos y comas la versión oficial.

¿Puede haber algo más sorprendente, vergonzoso y sospechoso para los titulares de tales entidades que negar el debate científico? La ciencia no es posible sin avanzar en el conocimiento y éste no existirá si no está conjurado con y por la verdad.

Los llaman negacionistas por exigir la verdad ¡Inaudito! Ello implica poner en tela de juicio los hechos vomitados, una y otra vez, por la propaganda para someterlos a un juicio crítico sumarísimo.

Los llaman negacionistas cuando son los verdaderos científicos. Los otros, los fundamentalistas intransigentes, actúan como seguidores de una nueva superstición, incapaces de razonar, por tanto, a punto de perder su condición humana.

Estos son quienes pretenden imponernos sus creencias.

Y no. Tenemos el derecho y la obligación de exigir toda la verdad. Y defender y apoyar a quienes han dado el primer paso.

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Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz
mlastramuniz@hotmail.com

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28 COMENTARIOS

  1. «Superstición y razón son términos de mal maridar. Y como nos dejara dicho Paracelso al referirse a los venenos: “Todo depende de la dosis». Pues las tuyas ya empiezan a necesitar un protector gástrico.

    «Todo tiene un límite. Cualquier cosa en exceso se tornará contraproducente por beneficiosa que fuera en un inicio.» Aún no te lo has aplicado, y veo que los de MCR tampoco, a pesar de que no eres más que un Miguel Bosé de provincias.

    «Supersticioso es aquel que cree en amuletos, sí; también quien profesa una fe desmedida o una valoración excesiva respecto de algo (RAE)». Por ejemplo, cualquiera de las tres religiones Monoteístas a las que seguro que veneras, no? O, si es una religión no pasa nada, y si es el progresismo, es lo peor?

    «Los partidos políticos son portadores de supersticiones llamadas ideologías.» Y, claro, para eso estáis los tecnócratas, que sois el paso previo a una dictadura fascista. Una ideología es lo que lleva a una sociedad a avanzar o a retroceder, y tú representas la segunda.

    Joder Marcelino, es infumable lo tuyo. NO eres científico, NO eres investigador, NO eres experto en pandemias, en vacunas o en nada con lo que tengan relación Y LLEVAS MESES DANDO POR CULO CON LO MISMO. DE VERDAD QUE NO TE DAS CUENTA LO MAL QUE LO ESTAMOS PASANDO TODOS, COMO PARA QUE, ENCIMA, VENGAS A DECIR QUE TODO ES UN BULO DE LOS PODEROSOS A LOS QUE TÚ NO HAS VOTADO????????? DE VERDAD???!!!

    Aburres al propio aburrimiento. La pena es que no salgan aquí todos los negacionistas de los enredas y te digan de una vez que te vayas a dar un paseo bien lejos y dejes trabajar a tod@s l@s profesionales que se dejan la vida para que podamos salir de esta. Con tu actitud faltas al respeto a millones de sanitarios, investigadores, técnicos sanitarios, polícías, maestros, familias que hacen todo lo posible para que no muera nadie.

    Tienes una actitud muy lamentable.

    Por cierto, toma guinda:

    «El negacionismo consiste en negar hechos históricos recientes y muy graves, generalmente aceptados. Golpe de Estado de 1936, o, ahora el Caso kitchen, donde Casado solo era un pobre diputado por Ávile…snif…se me cae la lágrima…

    Marcelino, hazte un favor, mírate algún entretenimiento que no sea liar.

  2. Con solo leer ésto «Los llaman negacionistas cuando son los verdaderos científicos», ya me es suficiente… plas plas plas plas plas plas plas.

    Espero que esos negacionistas, en el supuesto caso de enfermar por Covid19 que no les deseo por supuesto, tengan a bien firmar un documento a título personal en donde exponga que como NEGACIONISTA Y VERDADERO CIENTÍFICO se niega a recibir asistencia médica en cualquier Centro Sanitario Público ya que no cree que exista el virus que le puede llegar a matar. Y si, por motivos X finalmente se le atendiera en un Centro Sanitario Público aceptaría el pago del importe de la factura por los servicios sanitarios prestados.

    De algún modo tienen que pagar su irresponsabilidad manifiesta, ¿no?. La gente normal no se merece un nuevo colapso de la Sanidad que provenga de «verdaderos científicos» que se contagian entre ellos, y por ende al resto. ¡¡Verdaderos Imbéciles coño¡¡

  3. No, si ahora vas a hacerte la víctima por estar continuamente escribiendo chorradas.

    Debes tener la conciencia ardiendo. Debes estar librando una dura batalla entre tu orgullo y tu dignidad.
    Pero cómo los burros en el refrán, has decidido seguir la linde.

    Claro que si, eres un martir; jo, que no se creen tus delirios

  4. Está claro. Marcelino lo había previsto. Marcelino, y yo, y cualquiera que se asome a este digital.
    Los primeros que aparecen son los inquisidores, con Hobbes, ridículamente siempre de luto, el primero, y Canano, un comunista manipulador de los de libertad para qué, a continuación.
    A partir de ahí, me alegro que aparezcan estas digresiones de Marcelino para tomar distancia del discurso oficial que propone el esparadrapo en la boca. Típico del fascismo que cierra el círculo con el comunismo. Tales para cuales.

    • Yo apuesto a que realmente el primero estabas tú, esperando a ver que ponía la gente. Pero fíjate, por esperar has quedado cuarto, no subes al podium. Entérate primero qué fue la inquisición…verás que sorpresa te llevas anda.

      • Mira que se aburre en Hacienda.

        Aunque lo de Inquisidor…mmmm..me gusta, voy a ver si hay algún MBA interesante sobre esto en la calle Génova y me apunto. O, mejor en V.O.X. ahí son de la vieja escuela del genocida de los huevos. Seguro que allí es mejor.

  5. Una cosa es exigir toda la verdad, y otra negar la evidencia. Un ejemplo de negacionista es el gobierno socialista que niega la muerte de casi 50.000 personas. Otro ejemplo de negacionista es Fernando Simón, cuando desaconseja desde su magisterio el uso de mascarillas. Desconozco en qué lado se sitúa el articulista, pero hay que tener mucho cuidado con lo que se afirma o insinúa. La Ciencia se funda en la experiencia, en los hechos contrastados. A partir de ahí, busquemos toda la verdad.

    • Y un ejemplo entonces de renegacionista sería Casado, renegando de las manos que le dió de comer, pero que solo se acuerda que estaba en Ávila?. Cachis¡¡, digo Kitchen.

      • Jejejejeje, muy bien Canano. El demagogo Censito está muy bien aleccionado.

        Sólo hay que buscar la verdad cuando no afecta a los míos

        La Sanidad española está controlada por organismos internacionales, y se rige por normativas y protocolos internacionales.

        Pero, claro, esos organismos tampoco nos gustan, y por ello nos volvemos negacionistas.

        Digo yo como tú. Qué renieguen, pero que luego no vayan a pedir asistencia a aquellos a los que insultan con sus charadas.

  6. Es totalmente cierto lo que dices y me atrevería a decir que la Nueva Normalidad es un Nuevo Fascismo en el que solo caben dos caminos:

    1º O te haces el idiota porque lo eres (aquí en MCR hay buenos ejemplos) y tragas con lo objetivamente es inconstitucional, inmoral e intragable;

    2º O te enfrentas a la situación con rebeldía, que ya no es progre ni de izquierdas.

    Esta cultura del sometimiento se puede ver muy bien en Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, nuevos fascistas pero viejos idiotas con un Ego más grande que su inteligencia.

    Uno ayer como un psicópata (Pedro Sánchez) humillaba a Ciudadanos que le presta sus apoyos a cambio del apoyo de ERC, el otro (Pablo Iglesias) un prepotente e imbécil llamaba la atención a Egea (murciano) porque no vocalizaba bien será que desconoce la pluralidad de los acentos regionales (y se proclama federalista el imbécil).

    Hay que ponerlo todo en cuestión? Yo personalmente creo que sí cuando se trata de Historiografía (nos han escrito la Historia los extranjeros) como tú haces Marcelino.

    Se puede poner en cuestión la existencia del COVID-19? Yo creo que no pero sí su espantosa y diabólica gestión y origen (un laboratorio de armas biológicas del sistema comunista chino).

    Hay negacionistas que también niegan la muerte de más de 100 millones de personas en el siglo XX (y suma y sigue) por parte del comunismo.

    Todos los fascismos acaban derrotados por la realidad, la idiotez por la inteligencia, la mediocridad por la fuerza de voluntad y el talento.

    Es cuestión de tiempo que la Nueva Normalidad se estrelle ante la realidad aplastante de los hechos. La crisis económica será peor que la sanitaria y entonces muchas cabezas infantiles y adolescentes estallarán y se enfrentarán o a una revolución o al exilio. Es lo que ocurre en la Historia desnuda de ideología, los tiranos hipócritas, extremistas y revolucionarios son «guillotinados».

    Robespierre acaba guillotinado.

    • «La crisis económica será peor que la sanitaria y entonces muchas cabezas infantiles y adolescentes estallarán y se enfrentarán o a una revolución o al exilio. Es lo que ocurre en la Historia desnuda de ideología, los tiranos hipócritas, extremistas y revolucionarios son «guillotinados».»

      Odio. Psicopatía. Guerracivilismo. Muerte. Un mitin digno del furher. Al loro con la solución que propone para todos los problemas de España, eliminar al discrepante.

  7. El gobierno está desesperado por encontrar liquidez y no tiene tiempo, las ayudas europeas no se esperan tan pronto, y son un parche. Se han cargado a más de 50.000 personas por su espantosa gestión (dejación de funciones) y se han cargado la economía. Nos queda ser los parias de Europa con la juventud peor formada (salvo en ideología de género), una deuda inasumible y una Administración elefantiásica.

    Cuando pidan sacrificios a los demás, recorten a funcionarios y pensionistas (porque la bancarrota no te engaña) y no haya para ayudas sociales pero ellos sigan sin recortarse en nada (como hacen las élites socialcomunistas) entonces, llegará la revolución del contraorden.

    Todo poder civilizado y realmente democrático se base:

    1. EN UNA LEGITIMIDAD DE ORIGEN (aquí elecciones libres, iguales, secretas y universales).

    2. EN UNA LEGITIMIDAD DE EJERCICIO (o de buen gobierno y consecución del Bien de esto).

    Este gobierno tiene viciada la legitimidad de origen (porque mintió a los votantes prometiendo no pactar ni con comunistas ni independentistas) y tiene también viciada la legitimidad de ejercicio (a Pedro Sánchez la pandemia y la economía le dan igual a él solo le interesa el poder…absoluto).

    Cuando la legitimidad de origen y ejercicio faltan se abren las puertas de la revolución o la dictadura. Y para la dictradura socialcomunista no hay idiotas suficientes en la sociedad que la respalden y menos con una desastrosa situación sanitaria y económica.

      • Que recetes tú hace gracia cuando crees que el Covid es una liberación para la miserable vida de nuestros ancianos. Eso no es negacionismo sino algo mucho peor que tiene nombre, geronticida.

        Los pobres ancianos no os votan y con el recorte de la pensión que les espera menos aún.

        Así es hoy un fanático posmoderno: un idiota peligroso.

        El tiempo me da la razón, ya son miles los ancianos víctimas y más de millón y medio de nuevos parados y la ruina de miles y miles de negocios ante todo por la peor gestión en un gobierno occidental.

        Es lo que pasa cuando los idiotas se encuentran bien representados ya que todo lo destrozan, vidas y haciendas.

        Por cierto hacéis un ridículo espantoso. Veis Angemanueles por todos sitios. Hobbes-esos!!!

        TOMAOS LA PASTILLA de una puñetera vez.

        • Rozna, rozna perrocacerolas. Ale tira campeón.

          P.D.: Ah, si no aparecieras por todos los sitios no te veríamos, ya tienes formado un equipo de rugby incluidos suplentes en tu ejército de nicks con pasamontañas. Tu roznar es inconfundible. Has hecho bien en patentarlo.

        • …. y es que, como eres tooooooontoooo, pero muuuuuuu tonnnntoooo, pues a veces se te olvida cambiar de dirección de correo electrónico y entonces descubrimos que te contestas y te besas, y te abrazas a ti mismo en numerosas ocasiones,…. pero que muuuuuu toooooontoooooo. Ale tira campeón.

  8. ¡Hereje!, ¡Hereje!, ¡Hereje!

    ¡No se cree lo que dicen los telediarios!

    ¡Brujo!, ¡Brujo!, ¡Brujo!

    ¡Hay que quemar todos sus artículos!

  9. Muy interesante artículo y coincido con usted. Leo espantado que le llaman negacionista y yo observo cuánto negacionista hay en los palmeros de este régimen.

    Niegan cifras de muertos, parados y negocios cerrados. Esto sí que es negacionismo.

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