Restauración de la Santísima Virgen del Mayor Dolor

Comunicado de la Junta de Gobierno de la Hermandad del Silencio de Ciudad Real.- La Hermandad del Silencio de Ciudad Real tiene el honor de presentar la imagen de su Sacratísima Titular, María Santísima del Mayor Dolor, una vez finalizados los trabajos de restauración llevados a cabo por el restaurador ciudadrealeño Sr. D. Óscar Patón Tenorio, artista y Titulado oficial por la Escuela Superior de Restauración y Conservación de Bienes Culturales de Madrid.

La intervención se inició en el mes de diciembre del pasado año 2019 con el objeto de poder ser terminada y presentada para la Semana Santa de este año 2020, pero a causa de la pandemia que nos asola no pudo ser acometida prologándose en el tiempo hasta este mes de septiembre, en el que felizmente se ha terminado el proceso de recuperación de esta magnífica obra artística y devocional de nuestra Semana Mayor.

Don Óscar Patón, artista célebre por sus obras de temática cofrade de reconocida calidad, tales como la ejecución de pinturas para carteles de hermandades y cofradías como las realizadas para el Cincuentenario de la Coronación Canónica Pontificia de la Virgen del Prado, para el 75 aniversario fundacional de la Hermandad de las Palmas, para la Hermandad del Perdón y las Aguas, o para la del Prendimiento; y carteles oficiales de nuestra Semana Santa como el del año en curso o el realizado para la Semana Mayor de 2019 con la Titular del Ave María como motivo central, el realizado en 2017 para Montemayor, en Córdoba, el de 2019 para Miguelturra; el propio para el aniversario de la Coronación de la Virgen del Espino, de Membrilla; o también pinturas para estandartes como la realizada para la Hermandad de Nuestra Señora de los Ángeles de Ciudad Real.

En el campo de la restauración patrimonial destacan las intervenciones realizadas sobre una Inmaculada valenciana de mediados del siglo XX, con ricas decoraciones y delicadas formas, propiedad de las Religiosas de María Inmaculada; la bella imagen olotina de María Auxiliadora, fundadora de la Comunidad Salesiana de Ciudad Real, que se venera en la Capilla Colegial de San Ignacio; o la Virgen de la Soledad de la vecina villa de Miguelturra, así como multitud de restauraciones de patrimonio mueble particular.

Conociendo la valía del citado Diplomado en restauración fue elegido su proyecto de intervención, entre otros presentados, por la Junta de Gobierno de esta Hermandad del Silencio el pasado año 2019, iniciativa encabezada por la Hermana Mayor, tristemente desaparecida, Doña Pilar Ruiz García, a quien queremos dedicar la feliz terminación de la intervención sobre esta querida talla de la Madre de Dios. Que Ella, que es Madre, haya acogido su alma inmortal en la Casa del Padre.

La obra intervenida es un simulacro en bulto redondo de la Virgen Dolorosa representando la profecía de Simeón: “una espada traspasará tu alma”. Imagen salida de las gubias de los reputados escultores imagineros señores don José María Rausell Montañana y don Francisco Llorens Ferrer, a quienes en Ciudad Real también debemos obras tan señeras y conocidas como el conjunto escultórico del Encuentro de Jesús con su Madre en la calle de la Amargura, la Virgen de Alarcos, el Apostolado repuesto del Retablo Mayor de la Catedral Prioral, Santo Tomás de Villanueva de la Capilla Sacramental, la de la querida Patrona, Santísima Virgen del Prado o el también Titular de la Hermandad, Santísimo Cristo de la Buena Muerte; y decorada por el también valenciano señor don Juan Castellano, caracterizado por las finas carnaciones y delicados y ricos estofados y troquelados imitando bordados, brocados y telas ricas.

Sería en 1944 cuando llegase a Ciudad Real por encargo de la Hermandad franciscana del paño negro de la madrugada de la Semana Santa de Ciudad Real, y auspiciada por el entonces párroco de la Iglesia de San Pedro, Rvdo. Sr. D. Emiliano Morales, e inspirada en la Dolorosa que D. José Luján Pérez tallara en 1803 y que recibe culto en la Catedral de las Palmas de Gran Canaria.

Previamente a la restauración se realizaron estudios radiológicos y tomografía computarizada en la Clínica Quirón de la capital, a cuya dirección y equipo técnico queremos expresar desde estas líneas nuestro agradecimiento por su colaboración y deferencia. Mostraron las imágenes el estado interno de la talla, cuya estructura se encuentra en perfectas condiciones, aunque con gran cantidad de elementos metálicos, los cuales fueron sustituidos por espigas de madera en los casos que se pudieron extraer o que presentaban problemas de conservación para la obra.

Patologías

Aparte de pequeñas pérdidas volumétricas observadas sobre todo en partes salientes como en los bordes del manto, y de la importante presencia de fendas y grietas debidas a los movimientos de las piezas ensambladas que componen el embón, superficialmente presentaba la pieza una degradación muy avanzada de la capa pictórica, muy localizada en toda la parte frontal, con desaparición casi total de las decoraciones estofadas en parte de las zonas expuestas al sol, además de haber sido muy modificada en anteriores intervenciones que se han podido documentar en el actual proceso restaurador.

Igualmente, el rostro de la Virgen, aparecía notablemente alterado procediéndose a la recuperación del aspecto original que los escultores y el decorador le imprimieron en su hechura. Mención especial en este punto merece la recuperación de la configuración original de las lágrimas.

Además de la limpieza de la suciedad acumulada tras años de uso de la obra, la primera fase de la intervención se vio supeditada a la retirada de desafortunadas intervenciones anteriores con numerosos repintes y una muy potente capa parduzca de barnices oscurecidos y gruesos betunes, lo cual ha demorado en demasía los avances en la intervención directa sobre la pieza.

De la misma manera, el tratamiento sobre grietas con rellenado de resina epoxídica, y el reestucado de las zonas expuestas en la que se había perdido la capa preparatoria de la decoración, supuso un condicionante que debía ser acometido para la estabilidad futura de la pieza en pos de su conservación.

Por otra parte, la minuciosidad de los detalles decorativos de Juan Castellano, de ricos estofados y troquelados con complicadas formas neobarrocas, obligó al restaurador a toda una delicada y lenta ejecución de los trabajos de recuperación de la obra original salida de los talleres de Rausell y Llorens.

Igualmente, y en los aspectos más técnicos, se ha mejorado el sistema de anclaje de la característica concha que toca la sien del divino simulacro, incorporándole unos tacos metálicos, inoxidables, con lo que se ha conseguido que los tornillos empleados para la fijación de la pieza de orfebrería no entren en contacto ni dañen la madera en la que está ejecutada la obra, ni movimientos indeseados provoquen malformaciones o daños en la misma.

Presentación y despedida

Con la presentación de esta pequeña reseña y la observación directa de la obra, con todas las medidas preventivas frente a la covid-19 indicadas por las Autoridades Sanitarias, que se podrá contemplar, desde este próximo sábado 19 de septiembre en la Parroquial de San Pedro Apóstol, Sede Canónica de la Hermandad del Silencio, a los pies de su Hijo, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, termina la recuperación de la imagen de uno de Nuestros Sacratísimos Titulares, una obra que sabemos de tanta importancia para la Semana Mayor de Ciudad Real, así como para muchos devotos de esta advocación del Mayor Dolor, como para toda la ciudad al ser una obra de carácter devocional pero con un valor artístico y patrimonial sin discusión.

Muchas gracias por su atención y sirva este último acto como despedida de la Junta de Gobierno que este mismo sábado cesará tras la celebración de la Asamblea General Extraordinaria de Elecciones. Una Junta de Gobierno que se inició de forma ilusionante e ilusionada hace cinco años con la llorada Doña Pilar Ruiz García, que nos dejó el pasado mes de diciembre, y se culmina con esta feliz noticia de la recuperación de la Madre de Dios en su Mayor Dolor, imagen tan querida por nuestra Hermana Mayor.

Damos gracias al Padre, al Hijo y al Espíritu por habernos dejado terminar el mandato no dejando de pedir a la Virgen Santísima bajo la advocación del Mayor Dolor, acoja su alma y la de todos los fallecidos de la Hermandad en estos duros tiempos de pandemia.

Gracias infinitas.

Paz y bien

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