La remodelación del Bosque

Manuel Valero.- Los proyectos que compiten para el nuevo Bosque están expuestos en la Casa de Baños y en la página web del Ayuntamiento de Puertollano.

También se ha abierto a la participación ciudadana cuyo voto será uno más de los miembros del jurado que finalmente determinen qué diseño será el que tome cuerpo en la parte norte del Paseo de San Gregorio: es decir el que sugiera la mayoría de los habitantes de Puertollano que se animen a dar su parecer participando en la elección será un voto más en el sanedrín elector. Puede coincidir con la propuesta que consideren los expertos la mejor, o no, pero es una posibilidad. Y ahí está. Anímense.

El Bosque, que en su momento suscitó criticas porque había demasiado cemento clásico y poco arbolado, estaba necesitado de varias cosas: la reparación del solado y la recuperación de un aparcamiento que no funcionó y que paulatinamente se ha ido deteriorando hasta el abandono.

Todos los proyectos -uno no se ha decidido todavía por cuál porque requieren más de un visionado- tienen en cuenta varios aspectos: la integración urbana, la accesibilidad para permitir una movilidad integral sin obstáculos ni escaleras, el arbolado, el ornato y el parking. A falta de proyectos industriales a corto plazo, la idea de reconvertir el Bosque en algo totalmente nuevo parece más indicada que la mera reparación, tanto del embaldosado como del aparcamiento subterráneo. Además, dará empleo mientras duren las obras y quedará una estampa nueva para disfrute de las nuevas generaciones.

Sea cual sea el proyecto que se alce con el beneplácito del jurado, todos proponen la desaparición de los aparcamientos de superficie a ambos lados del Bosque lo que dejará las vías expeditas para la circulación y sobre todo la creación de un espacio urbano de esparcimiento con el ciudadano como centro del mismo, combinando elementos  tan necesarios como el agua, los árboles y el mobiliario urbano. Cada una de las empresas que compiten por llevar a la realidad lo que hoy solo figura en planos, dibujos y fotografías, lo ha tenido muy presente y en su conjunto, una vez concluido el proyecto elegido hará de todo el Paseo de San Gregorio un impresionante Central Park en el corazón mismo de la ciudad. Si hay algo de lo que los puertollaneros nos sentimos orgullosos es precisamente del vergel que nos saluda todos los días en el centro neurálgico que se extiende desde el Gran Teatro hasta la Virgen de Gracia.

Rescatado el aparcamiento subterráneo integrado en el proyecto, eliminados los aparcamientos superficiales de las vías laterales y englobado todo en una amplia zona de recreo y esparcimiento, accesible y arbolado, conformará un nuevo Bosque que se convertirá en seña de identidad de la ciudad.

Sin embargo, me ha sorprendido un aspecto: todos los proyectos incluyen la supervivencia del enorme edificio que hoy alberga una hamburguesería después de su suerte fallida como restaurante y bar. Su construcción, sustituyendo al pequeño kiosko que seguía el modelo clásico del entorno y que el imaginario popular bautizó con el nombre de vaticanillo por su similitud -salvando las siderales distancias- con la cúpula de San Pedro, no fue en mi opinión afortunada. Rompía y cegaba la perspectiva de amplitud que tenía el espacio: se levantó casi en el centro de El Bosque como un mazacote.

Un importante cargo público de la provincia me dijo que la obra estaba “fuera de plano”, esto es, era demasiado grande y alto. O sea, un tapón. Obviamente eliminarlo tendría sus trabas administrativas, legales y económicas (encarecería un proyecto que asciende a los 5 millones de euros) y supongo que serían más los inconvenientes de su demolición, ahora, que las ventajas. Pero sin ese edificio, para nada atractivo, el resultado de la remodelación integral ganaría muchos enteros, perspectiva y luz.

Pese a ello, resulta gratificante contar con un proyecto que será realidad en esta legislatura y que dotará de un nuevo atractivo a la ciudad. Además, obligará a mantener y a cuidar aún más, mucho más, la parte sur del impresionante y auténtico bosque con que tenemos la suerte de contar quienes vivimos aquí.

El hecho de que los ciudadanos emitan su voto por el proyecto apetecido también acerca a los puertollaneros a lo que será el destino final del Bosque. Aunque el resultado de la participación, a la cual animo, no será lo que incline la balanza cabe la posibilidad de que el gusto de los puertollaneros, teniendo en cuenta todos los factores citados, coincida con el del Jurado.

Así que mientras toman cuerpo otros proyectos de reactivación económica, mientras esperamos a que los cimientos del nuevo Hospital sean una realidad más temprano que tarde, el Gobierno se decida -en medio de esta crisis sanitaria, económica y emocional- por continuar la autovía hacia Extremadura, mientras se facilite la instalación de empresas con la mejora de los polígonos como la Nava y a que esta Corporación o las venideras gestionen incansablemente para captar iniciativas empresariales acordes con los tiempos, bienvenido sea, al menos, la remodelación del Bosque por lo que traerá de puestos de trabajo. Mejor es esto que nada. Participen y voten.

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3 COMENTARIOS

  1. El edificio del centro es una chapuza en sí, y nos lo vamos a comer, ya estará negociado y se habrá dejado claro que el mejor edificio de una franquicia en españa no se toca.

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