Los acusados de matar a Gonzalo Buján en el Carnaval de Herencia manifiestan su inocencia y apuntan a una tercera persona

Los feriantes –padre e hijo– acusados de matar en una pelea a Gonzalo Buján en los carnavales de Herencia (Ciudad Real) de 2018 han negado haber provocado la muerte del joven y apuntan a una tercera persona, un empleado de otra atracción de un familiar.

Así lo han manifestado este lunes durante el juicio con jurado popular que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Ciudad Real.

Padre e hijo han dado argumentos similares lo ocurrido aquella noche exculpándose ambos del resultado e implicando a una tercera persona, un empleado de otra atracción de un familiar que llegaría en medio de un intercambio de empujes entre el fallecido y el acusado más joven, le dio un puñetazo sin mediar palabra. Un golpe, que en la versión de ambos, provocó la caída de Buján siendo la caída la causa de su muerte.

En primer lugar el padre, al que consideran responsable de lo sucedió tanto Fiscalía como las dos acusaciones particulares, se ha desvinculado de cualquier intervención en la riña que no fuera más allá de poner paz.

«LO ÚNICO QUE INTENTÉ FUE PONER PAZ»

«No era para llegar a tal extremo y yo lo único que intenté fue poner paz», ha asegurado en relación a la causa de la discusión, presuntamente un intercambio de insultos entre una joven amiga del fallecido y su nuera al orinar la primera cerca de la caravana de la segunda.

Una causa que él ha negado conocer en ese momento ya que, ha afirmado, escuchó gritos pero no le dio importancia y continuó preparándose para irse con su mujer a casa tras haber cerrado la atracción que regentan y que se encontraba a unos 25 metros a la de su hijo.

En un relato difuso, ha negado que acudiera con unas pinzas de arranque de batería de coche, objeto con el que se supone que golpeó a Buján causándole la muerte. Ha contado como las pinzas estaban en su coche tras habérselas prestado a otro hijo esa tarde y que las entregó voluntariamente a la Guardia Civil al día siguiente cuando se las pidieron.

De su lado, su hijo, al que solo acusa las dos acusaciones particulares, ha insistido en que su padre no agredió a Gonzalo Buján y que no vio en ningún momento las pinzas en manos de su padre.
Ha contado el episodio de la discusión entre su mujer y la chica y que él en ningún momento intervino. Ha puesto como punto de partida de la pelea la provocación del fallecido diciéndole que qué miraba y que si continuaba le «iba a pegar cuatro tiros», saliendo a continuación del coche.

Que después, ha explicado, se sucedieron únicamente unos cuantos empujones entre ambos porque enseguida lo agarraron su mujer y su primo, un punto que ha sido motivo de polémica entre las partes del juicio por ser un elemento que no había incluido en declaraciones previas, según las acusaciones particulares.

Por tanto, ha negado darle bofetadas a Buján dentro del coche y que su padre se acercara al coche y menos con unas pinzas. Si no que fue un empleado de su primo el que sin mediar palabra le dio un puñetazo que lo hizo caer al suelo. Qué primero impactó la cabeza contra el suelo y que uno de sus hermanos fue el primero en auxiliarle.

Que en su día no dio la información sobre esta persona porque no era consciente de la gravedad de la situación y no quería ponerle en problemas con la Policía. «Pensaba que era un puñetazo y ya está», ha añadido.

«NO PUEDO RECONOCER ALGO QUE NO HICE»

El empleado al que han acusado padre e hijo de dar el puñetazo que hizo a Buján caer y golpearse la cabeza contra el suelo, ha manifestado que él no intervino en lo sucedido. «No puedo reconocer algo que no hice», ha afirmado.

Ha contado ante la sala como estaba recogiendo la atracción en la que trabajaba y que oyó jaleo y desde la plataforma del camión vio que había una pelea. «Había alboroto y gente empujándose, al ser una cosa habitual en las ferias no preste atención porque quería acabar e ir a recoger a mi mujer», ha explicado.

Ha asegurado que cuando acabó se marchó a Villafranca de los Caballeros haciendo autostop y que se presentó voluntariamente a la Policía porque le dijeron que le estaban buscando y que lo pusieron en libertad.

Ha afirmado que tras esto tuvo que cambiar de teléfono porque la familia de feriantes no hacía más que llamarle para decirle que había sido él. Y como no podían localizarle se presentaron en Puertollano, donde vivía, dos miembros de la familia para decirle que me tenía que llevar la culpa. Además, ha narrado otro episodio en el que a su mujer le dijeron que a su hija no le iba a faltar de nada.

En la primera sesión del juicio también han declarado los tres amigos que estuvieron con Buján esa noche. En primer lugar lo ha hecho la chica cuya acción de orinar entre el coche del fallecido y la caravana de los feriantes provocó la primera discusión.

Ha reconocido que intercambió insultos con la feriante y que después junto con otro amigo fueron a buscar al fallecido, que se había quedado hablando con otros amigos, para irse a cenar al pueblo. «Le dijimos que una mujer me había insultado pero no le dimos importancia».

Ha afirmado que el acusado más joven se les quedó mirando fijamente ya que había presenciado el altercado previo pero no decía nada. Y entonces Buján le preguntó que qué miraba pero que en ningún momento le dijo nada de darle cuatro tiros.

Ha dicho que no se dio cuenta si había más gente, pero que de repente comenzaron a entrar brazos y a golpear a sus dos acompañantes. Ha reconocido que no vio quien dio el golpe que provocó la muerte del fallecido ya que cuando pudo salir del coche ya estaba tirado en la acera y su otro amigo lo tenía cogido. Pero ha afirmado que estaban allí ambos acusados y que una mujer mayor la increpaba y llego a darle un bofetón, causa que le impidió ver lo que estaba pasando.

«ME LO HABÉIS MATADO»

El otro chico que iba también en el coche, por su parte, ha explicado que cuando pudo salir del coche, en el que también recibió múltiples golpes, vio como padre e hijo estaban próximos a su amigo que ya estaba en el suelo y que el de más edad llevaba unas pinzas de coche. Ha apuntado que cuando estaba cubriendo con su cuerpo a su amigo, miró para arriba y le sacudieron con un cable en la espalda. Que les dijo «me lo habéis ‘matao'» y que solo fue él el que estuvo con su amigo. «Allí no ayudó nadie».

Finalmente, ha declarado el amigo que los esperaba en otro coche para cenar todos juntos y que fue el que llevó al fallecido al centro de salud. Ha contado cómo tras dejarlo en manos médicas volvió al lugar para ver que había pasado y allí se encontró con unas personas mayores a las que le preguntó que qué le habían hecho a su amigo.
Ha declarado que lo amenazaron diciéndole que se fuera con su amigo o que si quería que le pasara lo mismo y que le agredieron. El no pudo responder porque dos amigos se le tiraron encima para que no continuase la pelea.

HOMICIDIO O ASESINATO

Unos hechos por el que el Ministerio Fiscal solo acusa al padre por un delito de homicidio, por los que ha solicitado una pena de 12 años de prisión.

Por su parte, las dos acusaciones particulares consideran que tanto padre como el hijo participaron en lo sucedido y que se trata de un delito asesinato con el agravante de la alevosía. Por esto, piden 20 años de prisión y no poder acercarse a Herencia durante 28 años. Alternativamente también podría tratarse de un homicidio con agravante superioridad, por la que solicitarían una pena de 14 años.

Finalmente, ambas defensas piden la libre absolución de los dos acusados o que se califiquen los hechos como de homicidio imprudente.

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