Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, un lugar para vivir y sentir

Castilla-La Mancha ofrece magníficos recursos para los amantes de la naturaleza, en unos entornos únicos en Europa y, lo que es igualmente importante, en unos destinos que deparan una oferta alejada de la masificación y del consumo de recursos. Es más que viajar y disfrutar. Es «naturalear» en Castilla-La Mancha.

©Turismo Castilla-La Mancha / David Blázquez

Uno de los más claros exponentes es el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, donde se pueden encontrar unos soberbios paisajes en un entorno ideal para el deporte o para el sosiego, para la cultura o el conocimiento, con un rico patrimonio etnográfico y cultural y una extensa red de rutas de senderismo.

El Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara regala una paleta de colores de los bosques otoñales antes de que lleguen las nieves, atraviesa extensos paisajes de montaña únicos en la región, brezales, jarales, arroyos y puentes medievales de pizarra. Aquí se puede hacer senderismo por algún tramo del GR-60 o por alguno de los senderos de pequeño recorrido del parque. La tranquilidad y el silencio permite avistar algunas especies amenazadas como lagartos verdinegros o topillos nivales, disfrutar del vuelo del águila perdicera o imaginar al lobo siguiendo tu rastro por las sendas.

©Turismo Castilla-La Mancha / David Blázquez

El viajero podrá organizar unas pequeñas vacaciones y preparar el recorrido de este atractivo GR que discurre en torno al pico Ocejón, en su totalidad. Al final de cada tramo podrá pernoctar en algunos de los atractivos pueblos negros: Majaelrayo, Valverde de los Arroyos, Almiruete, Campillo de Ranas o Tomajón. Sorprenden su arquitectura negra y su rico patrimonio etnográfico de cercas, taínas y corrales.

Foto: Diego Galán

Además, en este entorno se disfruta de las espectaculares panorámicas desde la Sierra de Alto Rey: al norte, caminando por los pinares de pino silvestre a pie del río Pelagallinas, siguiendo el Sendero de la  Cueva del Oso desde Prádena de Atienza; y, al sur, recorriendo los pueblos de la arquitectura dorada entre los robledales y brezales que cubren la raña y visita el Museo de la Plata en Hiendelaencina para conocer su riqueza minera.

©Turismo Castilla-La Mancha / David Blázquez

El GR-10 sirve de conexión con los otros dos parques naturales de la provincia, Barranco del Rio Dulce y Alto Tajo, y atraviesa el parque por el sur de este a oeste.

Si al viajero le interesa la geología, puede organizar una ruta que partiendo de Almiruete con sus casas negras de pizarras, conecte con Tamajón donde disfrutará de paisajes kársticos y su pequeña ciudad encantada, y seguir el GR-10 recorriendo la hoz caliza labrada por el Jarama en Retiendas, las rañas rojizas de Puebla de Valles, Valdesotos, Tortuero y Valdepeñas y Alpedrete de la Sierra, con sus espectaculares paisajes erosivos de cárcavas y llegar hasta los paredones calizos del Pontón de la oliva y el Lozoya, ya en el límite con la Comunidad de Madrid.

©Turismo Castilla-La Mancha / David Blázquez

En el municipio de El Cardoso de la Sierra, al Este, encontrará el Centro de Interpretación del parque, con la información adecuada para preparar y organizar tu visita. Aquí podrá recorrer a pie antiguos caminos vecinales para visitar pequeños pueblos serranos como Bocígano, Cabida y Peñalba, caminar por las orillas de ríos de aguas prístinas con bosquetes de abedul, como el Veguillas o el Berbellido, o practicar el montañismo ascendiendo al Cerrón, el Santuy o el Pico Lobo, la cumbre de Castilla-La Mancha, recorriendo circos glaciares y pastizales de alta montaña, donde se podrán avistar aves tan singulares como el pechiazul o el bisbita alpino.

©Turismo Castilla-La Mancha / David Blázquez

En los días más calurosos del verano, se podrán caminar los 6 kilómetros de la Senda de Carretas, en un impresionante bosque de hayas, el Hayedo de la Tejera Negra, Patrimonio Mundial de la Unesco, que refugiará del calor.

Pero también se puede pedalear, desde el Centro de Interpretación del Hayedo de la Tejera Negra, la Ruta del Rio Zarzas, de 21 kilómetros, disfrutando de estos bosques, praderas y barrancos. También caminar los 17 kilómetros de la Senda del Robledal, para caminantes un poco más experimentados, por la que finalmente se llegará al Hayedo de la Tejera Negra.

©Turismo Castilla-La Mancha / David Blázquez

Antes de la visita, es recomendable consultar el programa de actividades VIVE TU ESPACIO, por si se prefiere participar en alguna actividad gratuita organizada por el parque o bien contactar con las empresas de turismo en la naturaleza de la zona, que ayudarán a descubrir, valorar y disfrutar este espacio. 

Foto: Gregorio Cerezo

Visita la Naturaleza con responsabilidad, ya que entraña unos riesgos inherentes a su condición de medio natural y además se trata de medios frágiles que requieren cuidado y respeto por parte del «Naturaleante» que se acerque a disfrutarlos. Es necesario respetar la normativa sanitaria de prevención de COVID-19 y especialmente el uso de mascarillas, las distancia social de seguridad, así como el número de  integrantes de los grupos.

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