La fiesta del Carnaval y las ánimas del purgatorio en Ciudad Real

Julián Plaza Sánchez. Etnólogo.- En la fiesta del Carnaval podemos contemplar un aspecto profano y otro religioso, vinculado a las ánimas del purgatorio. Muchas de estas cofradías se dejan ver durante los días carnavalescos.  La presencia de estas cofradías de Ánimas, en algunos casos desde el día de los difuntos o la navidad, se debe a que las almas de los antepasados andan errantes y debe evitarse que visiten la tierra, por su  connotación maléfica.

            Muchas son las preguntas que se nos agolpan cuando reflexionamos sobre la muerte y no obtenemos respuestas coherentes o imposibles de razonar. Lo que hay más allá de la vida se supedita a la fe. A lo largo de la historia hay muchas culturas que creían en la vida después de la muerte, una de las más conocidas es la egipcia. Los egipcios creían en la vida después de la muerte, por eso cuando se moría una persona se la enterraba con sus propiedades, comida e incluso con esclavos, siervos y medios de transporte. Estas culturas a diferencia de las nuestras, preparaban a las personas para normalizar ese paso de la vida a la muerte, para que esta no fuera tristeza.

            En nuestra sociedad, todo lo mortal vive en la angustia de la muerte. Cada nuevo nacimiento aumente esa angustia, porque aumenta lo mortal. Al nacer somos puestos a merced de la muerte, prácticamente todos aguardamos con temor el día del viaje a lo oscuro. Juan Noemi, profesor de Teología, afirma que no existen dos teologías, una sobre la vida y el más acá, otra sobre la muerte y el más allá. Vida y muerte se entrelazan y hermanan entre sí. Por eso han de ser pensadas conjuntamente.

            Relacionado con el tema de la muerte encontramos las manifestaciones en torno a las almas benditas del purgatorio, que se celebran durante la fiesta del Carnaval en muchos pueblos de la provincia de Ciudad Real. La devoción a las ánimas del purgatorio tiene un gran arraigo en todos los países de tradición cristiana. Su origen se remonta a la época de la antigua Roma, si bien su desarrollo, expansión y vinculación a las carnestolendas fueron instaurados en el Concilio de Trento, a mediados del siglo XVI. Se desarrollaron unos postulados que comprometían a los fieles a cumplir la tradición de liberar desde la tierra  a las almas en pena de aquellos difuntos que fueron al purgatorio, a través de la limosna y la oración. Además representó uno de los principios de la Contrarreforma, como respuesta  a los protestantes que negaban el purgatorio.

            Actualmente todavía perviven algunas manifestaciones en torno a las ánimas que, coincidiendo con el carnaval, se celebran en diversos pueblos de la provincia. Durante estas actividades como rezos y distintas liturgias relacionadas con la vida eterna, lo que consiguen es reflexionar sobre el carácter efímero de la existencia humana en la tierra. La Iglesia Católica instauró el rezo a los difuntos durante el Carnaval para recordar a los fieles el sentido de la vida eterna después de la muerte, en contraposición al carácter perecedero de la diversión y esparcimiento de estos días.

            Durante los días propios del Carnaval tienen lugar los ofertorios en diversas localidades de la provincia. En Torrenueva el martes de Carnaval, hacia las tres de la tarde, se descuelga la bandera de las ánimas de la ventana de la casa que hizo la promesa. Un miembro de la familia recorre a caballo todas las calles del pueblo, seguido de otros vecinos montados a caballo, burro o mula. Alrededor de las cinco de la tarde tiene lugar el ofrecimiento: desfilan por la puerta del señor cura para depositar la bandera y los donativos en metálico de toda la población. Durante este tiempo, la casa de la persona que ha recorrido el pueblo con la bandera está abierta para todos, a los que se les dará un ágape.

            En Manzanares aparecía una comitiva compuesta por gremios de pastores, labradores, hortelanos y herreros. Estos recorrían el pueblo, acompañados de bandera y tambor, solicitando una limosna para las banditas ánimas. Igualmente sucedía en Almodóvar, aunque aquí no eran gremios sino grupos que constituían soldadescas, con la particularidad de que podían formar parte de ellas mujeres de mala reputación.

            En otras ocasiones se ha podido recuperar esta celebración, es el caso de Albaladejo. En este pueblos se celebra la danza de Ánimas coincidiendo con las fechas del Carnaval. Esta danza estaba prácticamente desaparecida y fue recuperada en la década de los años ochenta, del pasado siglo XX. Tiene la misma finalidad, recaudar dinero para las Ánimas. La popular leyenda de Ánimas ratifica lo dicho: “Estando en una ocasión realizando la danza y una vez que concluyó el acto de recogida de ofrendas, uno de los danzantes se quedó con parte de las ofrendas. Cuando regresó a su casa se encontró con la sorpresa de que las ánimas benditas del Purgatorio le pidieron cuentas por la acción que el danzante había realizado”. Desde entonces el respeto y el temor se extendieron por todo el pueblo, y no había duda que el cura recibía todo lo recaudado para realizar obras de caridad y dijese misas en memoria de las Ánimas. La danza la organizaba la Cofradía de Ánimas y era interpretada durante el Ofertorium de la misa que, el miércoles de Carnaval, se dedicaba a las Ánimas. Al finalizar la misa se dirigían danzando al cementerio, dando se decía un responso, regresando al finalizar a la iglesia sin dejar de danzar y sin dar la espalda al cementerio.

            En otros pueblos esta tradición se ha perdido, es el caso de Daimiel. En el Censo del Conde de Aranda figura la existencia de una Cofradía de Ánimas con la aprobación Arzobispal de 1650. Durante los días de Carnaval, hasta los primeros años del siglo XX, se celebraba desfiles de caballería de burros y mulas. Se puede decir que tenía una semejanza a la que se celebra en Torrenueva. En este caso el lunes salían los burros con una bandera de una parroquia y el martes la mulas con la bandera de la otra parroquia. Recorrían las calles recogiendo donativos y emplearlos para las ánimas de las distintas parroquias. En Villanueva de los Infantes se celebraba la función de ánimas, con el fin de recaudar donativos.

En Herencia, el Martes de Carnaval tiene lugar el ofertorio, es el acto más espectacular de toda la fiesta. En este pueblo aparece un personaje típico el “perle” que trata de poner orden a los oferentes, entre los que se encuentran las “ginetas”. Estas cumplen con las promesas ofrecidas por una familia o una persona. Actualmente representan a los gremios existentes en el pueblo. Finalizada la ofrenda, se procede a la subasta, destinando lo recaudado para las ánimas.

            En Malagón nos encontramos con la Cofradía de Ánimas, que según los libros de historia de la Orden de Calatrava ya existía en el siglo XVI. Recuperada en los años setenta del siglo XX, es una parte esencial del Carnaval de este pueblo. Algo más de cuarenta banderas de ánimas recorren las calles para rendir culto a los difuntos y a las ánimas del purgatorio al son del repique del tambor.

            Lo más conocido en el Carnaval es el ambiente festivo y licencioso, para llevar a cabo actos prohibidos que no se pueden realizar el resto del año. Pero también nos encontramos con un aspecto religioso durante el desarrollo de la fiesta, que choca frontalmente con el desenfreno y actos libertinos de la fiesta. Esta orientación religiosa es mucho menos conocida, y se basa en el culto a las ánimas del Purgatorio. Para una sociedad es de suma importancia que las fiestas populares, enmarcadas dentro de las tradiciones, sigan siendo una muestra característica de la cultura y de la identidad. Por todo esto, la manifestación religiosa de estas fiestas tiene que ser objeto de estudio candente, a pesar de vivir en una sociedad secularizada.

                        Ciudad Real a 5 de febrero de 2021

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2 COMENTARIOS

  1. Bueno, la muerte se nos presenta como biológica, pero también como cultural, es dato empírico, pero también simbólico, es el rasgo más humano.
    Y es que somos los únicos seres vivos en la Tierra que reflexionamos acerca de la muerte…..

  2. El Carnaval enlaza con las Saturnales romanas y es ajeno a las creencias monoteístas. Y en cuanto a las Ánimas, anteriormente al monoteísmo ya existía un culto a los lares y penates. Los monoteísmos han fagocitado elementos de politeísmos anteriores para introducir más fácilmente a su población diana en las nuevas creencias
    Una evolución antropológica muy interesante

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