La narrativa del Puertollano convulso, según Cracksound&Dasel

El rap es el último refugio de la revolución desde la cultura musical, si es que cabe esperar algo de esta como elemento de cambio. Puertollano, históricamente una ciudad convulsa y azotada por continuas crisis, ha visto nacer a un buen puñado de magníficos exponentes del hip hop de calidad que demuestran que bajo la cicatriz urbana de las barriadas humildes y la carbonilla de un paisaje ciberpunk late una cultura que se debate al margen del circuito.

Cracksound&Dasel (Manu Rivera y Fermín López Nevado con Álvaro Calero al violín) son el ejemplo de ese Puertollano en código rap, siempre sorteando abismos en una eterna acrobacia de parkour, soportando los puñetazos de la injusticia, recogiendo el legado de la lucha obrera en la narrativa crepuscular de las cuerdas de un violín.

Los extremos se tocan. Bajo la copla de «Soy Minero» y el rap de «Puertollano state of mind» late el mismo sentimiento. Amor. Orgullo. Lucha. Quizá esperanza por tiempos mejores.

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