Amnistía Internacional Ciudad Real se suma a la campaña — Un pinchazo justo: Acceso universal a las vacunas contra la COVID-19— en la que pide a las empresas farmacéuticas que compartan sus conocimientos y tecnología para elevar al máximo el número de dosis de vacunas disponibles en todo el planeta y pide a los Estados que dejen de practicar el “nacionalismo de las vacunas” y trabajen conjuntamente para garantizar el acceso inmediato de las personas más expuestas a contagiarse de COVID-19 en todos los países a unas vacunas de las que puede depender su vida.
Junto a estos objetivos, y la recogida, hasta ahora de más de 11.000 firmas, AI ha organizado actos reivindicativos en toda España, entre ellos el llevado ayer a cabo ante las puertas del Hospital de Ciudad Real.
“Quién tiene acceso a la vacuna contra la COVID-19, cuándo y a qué precio son algunas de las cuestiones más importantes y controvertidas a las que se enfrentan hoy nuestras sociedades. Pero las respuestas vienen determinadas por los intereses de los Estados y empresas poderosas”, ha afirmado Maribel Tellado, responsable de la campaña en España.
“Hasta ahora han generado una situación peligrosa en la que las desigualdades globales en el acceso a las vacunas se están intensificando sin control. Un reducido número de países ricos encabezan la carrera, mientras el resto del mundo se esfuerza por arrancar desde la línea de salida. Todas las personas merecen un pinchazo justo de esta vacuna: en lo que se refiere a nuestro derecho a la salud, no hay lugar para la discriminación.”
Ricos y pobres
Los países ricos han comprado la mayor parte del suministro de vacunas del mundo, aunque representan sólo el 16% de la población mundial. A principios de abril, los países de ingresos elevados o medio-altos habían administrado más del 87% de los 700 millones de dosis administradas en el mundo, mientras que los de ingresos bajos solo habían aplicado el 0,2%. Una decena de países no han vacunado todavía a ni a una sola persona.
No se debe negar a nadie el acceso a la atención de la salud —incluidas las vacunas— por el lugar en el que vive, por su identidad, su género o por su nivel de ingresos. Si se ejerce suficiente presión sobre quienes toman las decisiones, podemos conseguir que los sistemas de vacunación contra la COVID-19 garanticen los derechos humanos”, ha afirmado Maribel Tellado.
Vacunación en España
La estrategia de vacunación en España establece que la vacuna es gratuita y que todas las personas deben tener acceso a la misma. Asimismo, subraya la necesidad de que esta llegue a los colectivos en situación de mayor vulnerabilidad como las personas migrantes o personas sin hogar. Sin embargo, la estrategia que manejan las autoridades reconoce que será difícil llegar a estos colectivos y hasta la fecha no existen recomendaciones específicas para superar esa dificultad. “Todas las personas sin discriminación deben tener acceso a la vacuna, independientemente de su situación administrativa o de su situación personal. Para AI, es una cuestión de derecho a la salud y eso nos incluye a todos los seres humanos sin distinción” concluye Tellado.
