Máximas XXX de Juan de Portoplano

El de Portoplano se preguntaba-planteaba cuántas preguntas puede hacerse a si mismo, y no perder la razón, cuántas a la sociedad, y que ésta sea capaz de soportar… 

– Es fácil echarse un chivo expiatorio, dónde le aplicamos todo el mal, así de ese modo, no analizamos la realidad, sea de la sociedad, sea en un trabajo, sea en la escuela, sea en una familia. Y, es difícil, no buscar las razones esenciales de lo negativo o pernicioso en una entidad social, cualquiera de las anteriores, porque todo está mezclado entre blanco y negro, entre dulce y agrio… 

– Tengo que aceptar la realidad, soy un escritor y pensador y filósofo y autor plástico fracasado. Es decir, lo que he realizado en esas materias o desde esas disciplinas, salvo excepciones, no interesa a mis conciudadanos, ni a las elites culturales, ni al resto de la población. Por tanto, todo o gran parte de ello, se habrá ido ya destruyendo, y lo que todavía, no lo esté, lo hará en el futuro… ¡Esta es la realidad, me guste o disguste…! 

¿He perdido, en parte, mi vida, siguiendo un ideal-vocación-luz que no ha servido para nada, porque no es que ya casi nadie lea tus escritos o valore tus pinturas, sino que la realidad, es que está condenada a la pérdida y a la destrucción? 

¿Tanto desarrollo social y técnico, y la sociedad y la Cultura no ha creado mecanismos, para que al menos, la producción cultural no se destruya-deteriore-pierda, sino que se conserve para generaciones futuras, aunque sea en forma de fotografías…? 

– Cada ser humano tiene su primera obligación y deber no caer en ningún mal. Porque si cae, le supondrá después levantarse y curar ese mal, enormes esfuerzos, a él, y a sus próximos, por ejemplo, a su familia, y al final, a toda la sociedad. 

Por lo cual, cada ser humano tiene el deber y el derecho y la obligación de no caer en ningún mal psicológico moral, porque es la única manera, de no atraer sufrimiento sobre uno mismo y su propia familia, y, también sobre la sociedad y el Estado… 

Digo Estado, y extrañará, pero si yo caigo en la ebriedad, no solo me hago un mal a mi mismo, también a mi familia, también a los cercanos y lugares de trabajo, y otras entidades sociales, y por consecuencia, a la sociedad en general. Pero al final, el Estado tendrá que hacerse cargo de mi, y tendrá que dedicar recursos a mi ebriedad, para intentar curarme, por el sistema de salud, etc. 

– ¿Con los medios masivos audiovisuales llevas a los pueblos, gran parte de la sociedad, individuos, colectivos hacia una dirección o hacia otra…? ¿Quizás, de media, una sociedad lea diez libros al año, pero de media, cada día, los medios audiovisuales, consumimos una o dos o tres horas todas las personas…? ¿Por tanto, estos mass media, en sus distintos niveles, publicitarios y culturales e informativos, gestionan no solo ideas y conceptos, sino la sensibilidad-afectividad del ser humano, llevando a los seres humanos hacia un lado o hacia otros…? 

– Le dices a una persona equis, que tiene que cumplir las grandes normas morales, por ejemplo, los mandatos de Moisés, y te contesta, eso no son normas religiosas, sino invenciones o descubrimientos humanos a nivel moral y espiritual. 

Entonces, le indicas, bueno, pues son normas morales descubiertas por el ingenio humano, igual que ha descubierto la carretilla y el teorema de Pitágoras, por tanto, intenta cumplir esas normas morales mínimas. 

Entonces, se calla, porque se da cuenta, que no quiere cumplir ninguna regla moral mínima, o solo las que le interesan, sean morales humanas y religiosas, o solo sean, normas humanas morales… 

– Pensar solo es triste, repensar solo aún más, porque los libros no te contestan a tus dudas. En el fondo todo pensador desea ser analizado y criticado por otros coetáneos, así perfila su pensar… 

– No puedo hablar de la Filosofía, ni de la Cultura, porque yo no abarco, ni conozco toda la Filosofía, ni toda la cultura… 

– Aunque no se deba indicar, pero la realidad es que me canso de leer a escritores, pensadores, filósofos y ver obras de arte. Quizás, tantas y tantas habré leído y visto y analizado a lo largo de los años, que ya me canso. Es como, casi todo lo hubieras ya oído, y además, todo de forma asistemática. Las humanidades y la filosofía tiene el grave defecto de la asistematicidad, lo que yo he hecho también, pero al menos, lo indico, ya que la sistematicidad, es lo que debería salvar a la filosofía y a las humanidades, que deberían hacer equipos de especialistas… 

– Me pregunto si el filósofo y el pensador y el escritor y el artista plástico y el resto de artistas, son aquellos que hablan de todo, pero que apenas saben de nada en profundidad… 

– Aunque sea triste aceptarlo, hay que llegar a la conclusión, de que si alguien, dice que ha escrito una obra de cincuenta tomos, cincuenta mil páginas, un libro, de un único titulo y un único autor, y se envía esa información, y parte del material, a miles de personas, entidades, instituciones, diversos oficios de la cultura, y, nadie se interesa por esa obra, hacer una referencia en alguna de las revistas, etc., independientemente, de que esta producción cultural, sea nefasta o mediocre, pero si nadie tiene interés por ella, hay que inferir e inducir, que en el fondo a nadie, a nadie seriamente le interesa la cultura, a nadie, ni entidades públicas, ni privadas, ni personas, ni colectivos… Aunque sea triste aceptar esta conclusión. A algunas personas y entidades, en cuarenta años, se les ha ido enviando distintos niveles de terminación de dicha obra. 

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