El SESCAM atiende más de 188.800 situaciones de urgencia o emergencia al año, una movilización cada 2,8 minutos

El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), a través de los profesionales de la Gerencia de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario (GUETS), atiende más de 188.800 situaciones de urgencia o emergencia anualmente en Castilla-La Mancha, lo que supone una movilización cada 2,8 minutos.

Así se ha puesto de manifiesto durante el acto de clausura del curso ‘Prevención de riesgos en accidentes de tráfico’ en el que ha participado el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, acompañado por el director general de Asistencia Sanitaria del SESCAM, José Antonio Ballesteros; la delegada de la Junta, María Ángeles Martínez; la delegada provincial de Sanidad, María Luz Fernández; y el director gerente de la Gerencia de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario (GUETS), Miguel Ángel Atoche, que ha sido el encargado de impartir la conferencia de clausura.

Durante su intervención el doctor Atoche ha indicado que, en general, el registro de urgencias, percibidas por los pacientes, y de emergencias, contrastadas por el personal sanitario, recoge que en Castilla-La Mancha se moviliza de media un servicio de urgencia cada 2,8 minutos, lo que supone atender más de 188.800 situaciones de emergencia al año.

Según ha explicado, se trata de intervenciones que son más frecuentes siempre en horario de mañana que en horario de tarde o de noche, aunque según ha puntualizado el gerente de la GUETS las actuaciones nocturnas suelen ser más graves y más complejas. Además, los datos muestran que se registran más movilizaciones de los servicios de emergencia a finales de la época invernal y menos en los meses de verano y, principalmente, en el ámbito rural.

En la actualidad la plantilla de profesionales de la Gerencia de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario del SESCAM, sin tener en cuenta los refuerzos de personal que se han realizado por la Covid-19, está integrada por 175 médicos, 185 profesionales de enfermería, 16 administrativos, 5 informáticos, 40 operadores de respuesta sanitaria y aproximadamente 1.800 técnicos de transporte sanitario.

Simulacros y ejercicios prácticos

El departamento de Formación de la empresa ‘Ambulancias Cuenca’ ha organizado este curso en el que se ha contado con la tutorización de profesionales del Parque de Bomberos de la capital y en el que han participado 130 técnicos de transporte sanitario, que han desarrollado una parte teórica sobre la prevención de riesgos en accidentes de tráfico, además de llevar a cabo ejercicios prácticos, simulacros y análisis de las intervenciones.

Según ha indicado el gerente de la GUETS, el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha avala este tipo de iniciativas porque su desarrollo en coordinación es una práctica muy buena para los y las participantes que redundará en la atención que se presta a las víctimas de los accidentes de tráfico.

Asimismo, ha señalado que en este tipo de encuentros es muy importante que el personal se conozca y ponga en común sus conocimientos porque tanto los cuerpos de rescate como el personal sanitario tienen históricamente raíces comunes en la atención a situaciones de emergencia.

“En la atención a una emergencia cada profesional tiene un papel fundamental, es insustituible,  pero si no existe coordinación con el grupo no tendremos éxito. No somos compañeros de profesión, pero sí de actividad y si no contamos con profesionales que aseguren el escenario del accidente, como hace la Guardia Civil para evitar víctimas secundarias, o bomberos que extraigan a las víctimas de dentro de un vehículo, no podremos tener acceso a los pacientes y el resultado sanitario no será bueno”, ha señalado Miguel Ángel Atoche.

En este sentido, el gerente ha resaltado que en Castilla-La Mancha la colaboración tanto con las fuerzas de seguridad como con los cuerpos de intervención es “extraordinaria” y ha destacado la importancia de cursos como el celebrado en Cuenca que ha permitido la organización de ejercicios prácticos y simulacros.

Del mismo modo, ha asegurado que “todos tenemos formación y conocimientos sobre estas cuestiones, pero es muy importante que este tipo de ejercicios prácticos se realicen más a menudo porque en una emergencia los movimientos deben ser casi instintivos, tienes que saber lo que tienes que hacer en cada momento y eso se interioriza repitiendo y repitiendo las situaciones. Desde luego la teoría es fundamental porque tienes que saber por qué haces una cosa y no otra, pero en momentos de estrés y hostiles que se producen durante una emergencia, la capacidad de reaccionar y razonar, y sobre todo de forma rápida, es limitada porque somos seres humanos, pero si tenemos movimientos aprendidos, podremos resolver las situaciones con garantías”.

Por último, también ha destacado la importancia de que estos profesionales se conozcan personalmente y tengan referencias de su equipo en estas situaciones “porque salvar una vida crea una especie de vínculo extraordinario entre los que participamos. Es una identificación muy intensa con los otros y aunque no sepamos nuestros nombres permite identificarnos en un logro común”, ha indicado.

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