Condenado a seis años y medio de cárcel el vecino de Puertollano que apuñaló a dos porteros en un chiringuito de Torremolinos

La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a un total de seis años y seis meses de prisión al vecino de Puertollano que en junio de 2017 asestó dos puñaladas a dos porteros del chiringuito Kokun de Torremolinos. Los magistrados le consideran responsable de dos delitos de homicidio en grado de tentativa y de un delito de amenazas. El caso generó gran alarma en la Costa del Sol. El condenado ya estuvo privado de libertad por esta causa desde el 11 de junio hasta el 1 de diciembre de 2017.

Curiosos observando la actuación policial en el momento de los hechos

La sentencia, de 8 de febrero de 2021, y contra la que cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, considera probado que sobre las 19.40 horas del 11 de junio de 2017, los dos porteros procedieron a expulsar del local al procesado y a su hermano, que se resistió a abandonar el establecimiento utilizando un casco protector que portaba, por lo que fue reducido por uno de los porteros, que lo inmovilizó.

Al apercibirse de ello, el acusado provisto de una navaja de 8,7 centímetros de hoja, y con ánimo de acabar con su vida, asestó por la espalda al portero dos puñaladas que le alcanzaron en zonas vitales. Siempre según los magistrados, y sin solución de continuidad, con dicha arma blanca apuñaló también al otro portero «con idéntico ánimo homicida», alcanzándole en la zona lumbar y abdominal.

Inmediatamente tras la agresión el procesado, acompañado de su hermano, se dio a la fuga corriendo por la playa, siendo perseguidos por varias personas, entre ellas el encargado del establecimiento, quien comenzó a grabar con su teléfono móvil al procesado, momento en que este, con el fin de proteger su huida e intención de amedrentarlo para que cesara en su persecución, se detuvo y se giró, encarándolo al tiempo que hacia ademán de pincharle con un objeto que portaba en su mano derecha. Según el relato judicial, consiguió así que dejara de perseguirle ante el temor de ser agredido. Cuando el procesado fue detenido, aún portaba la navaja en el bolsillo trasero de su pantalón.

Los magistrados también dan por probado que tras los anteriores hechos, durante la fuga del procesado y su hermano, ambos fueron retenidos por diversas personas que se encontraban en el lugar, la cuales agredieron al hermano del acusado cuando era conducido, esposado, por un agente del Cuerpo Nacional de Policía, hacia el vehículo policial.

Otros dos acusados en esta causa se hallaban en el lugar y formaban parte del grupo de personas que rodeaban al acusado y a su hermano en el momento de su detención. Sin embargo no ha resultado probado que participaran en la agresión al hermano del condenado.

A consecuencia del enfrentamiento, los dos porteros agredidos sufrieron graves lesiones que precisaron además de tratamiento quirúrgico de urgencia y tratamiento rehabilitador funcional complementario. En ambos casos las lesiones eran de pronóstico grave, precisaron una asistencia médica de urgencia o inmediata y, de no mediar la misma (la situación clínica de ambos pacientes era de riesgo vital) se hubiera producido su muerte.

La sentencia también puntualiza que el procesado procedió en mayo de 2018 a indemnizar a los dos perjudicados con 26.000 y 32.000 euros respectivamente por los días de curación de sus lesiones y las secuelas sufridas, habiendo renunciado ambos perjudicados a cualquier otra indemnización por ese concepto.

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