El portavoz del PSOE en Malagón y secretario General Ricardo Calzado, celebra la inversión que la Diputación de Ciudad Real y la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, han destinado a los desempleados de la localidad con más de 600.000 euros.
Una inyección al tejido socio-económico que ambas instituciones han destinado para que 47 personas desempleadas de la localidad puedan tener un contrato de trabajo con una duración de seis meses. Una prueba, señalaba Calzado de que “tanto Page como Caballero siempre cumplen sus promesas”.
Además, recordaba Calzado que “en anteriores ediciones del Plan de Empleo, los ayuntamientos tenían que aportar el 15% para hacerse cargo de los costes de Seguridad Social”, sin embargo, “este año como novedad de este nuevo plan de empleo, el coste también corre por cuenta por la Diputación ciudadrealeña, por lo que estos 47 contratos supondrán coste cero para el ayuntamiento de Malagón”. Indicaba el portavoz de los socialistas en Malagón que “en su caso, lo único que tendría que aportar el ayuntamiento sería el coste de materiales de los proyectos a realizar”.
Asimismo, insistía el portavoz socialista de Malagón en que es conveniente llegados a este punto “exigir al alcalde Adrián Fernández, que organice bien los recursos humanos del ayuntamiento y agradezca estos contratos que provienen de políticas socialistas que él critica constantemente”.
Por ello, el grupo socialista de Malagón, añade, “pedimos al alcalde que no presione a los trabajadores/as del consistorio y que asuma sus errores de gestión y su responsabilidad”.
Ya que “es una pena que a pesar de contar con muy buenos profesionales además de los contratados por el Plan de Empleo tengan que ser los vecinos y vecinas de Malagón, los que limpien el pueblo como ha ocurrido recientemente” afirma.
En este sentido, hacia especial hincapié Calzado en que “estas iniciativas socialistas ponen en evidencia dos cosas, la irresponsabilidad de los gobiernos del PP en la época de Cospedal y la poca talla política de un edil que alababa a esta persona”.
Por todo ello, concluía “le pedimos organización, respeto a los trabajadores públicos y que deje la política de enchufes y de amenazas”.
