Elegía a Almudena Grandes

Paco Doblas.- Ayer 29 de noviembre, en el cementerio madrileño que curiosamente tiene su nombre, enterraron a una de las grandes y no lo digo porque ese sea su apellido. Almudena es grande en la palabra, nos ha dejado una obra literaria inconmensurable, y es grande en la memoria de ese otro país nuestro maltratado, de los derrotados de la historia.  

Por eso ayer en su entierro apenas se vieron enchaquetados cargos institucionales ni coches oficiales, los y las protagonista fueron esa gente humilde, anónima, lectores portando sus libros al viento o tan sólo sus lágrimas, y también alguna que otra bandera republicana recordándonos que tu gran voz se ha prestado siempre a ser la voz de los pequeños, de las mujeres silenciadas, de los siempre vencidos que siguen abonando el silencio de las cunetas.

Almudena, hermana mayor en la palabra, hermana mayor en la memoria y en todas las causas que vienen del barro vaya para ti hoy mi desconsolado homenaje poético. D.E.P.  

PALABRAS Y MEMORIA.

Una elegía urgente para Almudena Grandes

Ahora que se detuvieron en tu pecho

tus sístoles y tus diástoles

y se te quedó El corazón helado

ahora que tempranamente te llevó el silencio

y nos toca, casi callados, llorar de negro

¿Quién gritará contra la herida perpetua?

Ahora que se enmudeció tu voz rasgada

de tabernera cuentacuentos

y se apagó tu sonrisa de madre Frankenstein.

Ahora que nos toca llorar de rojo

vagar perdido y sin rumbo

por el atlas de geografía humana

de esa España de los besos en el pan

esa otra España derrotada

en aquella incivil guerra interminable.

¿Quién nos construirá ahora castillos de cartón?

Ahora que también nos toca llorar de morado

con todas aquellas mujeres que nos contaste

con Lulu, con Malena, con Inés

llorar a coro con tantas y tantas ninguneadas

ya sin edades, ni tangos, ni alegrías

¿Quién dará luz ahora esos modelos de mujer?

Deambulaste por todas las estaciones de paso

llenando con todos los colores tu pluma

y ahora sólo nos queda llorar a grito pelado

el arcoíris de grises de tu ausencia.

La muerte, compañera, te ha dejado en la esencia

solo queda de ti palabras y memoria

que ordeno y clasifico tristemente

en las estanterías de mi corazón

¿Quién nos consolará ahora de los aires difíciles?

Paco Doblas 29/11/2021

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