Siete de cada 10 trabajadores no tienen garantizado el derecho a la desconexión digital

Las nuevas tecnologías y la irrupción del teletrabajo a raíz de la pandemia han introducido en nuestro mercado laboral nuevos factores de riesgos laborales, sobre todo de tipo psicosocial, que afectan a trabajadores y trabajadoras. Según un estudio llevado a cabo por UGT, son muy pocos los convenios colectivos que recogen el derecho a la desconexión digital. El sindicato calcula que en Castilla-La Mancha –de los convenios firmados en 2021- tan solo el 6% regula este derecho, un porcentaje similar a lo que ocurre a nivel nacional. De manera más concreta, de cada 10 personas trabajadoras, un total de siete no pueden acceder a un teletrabajo con garantías de desconexión digital.

El teletrabajo en Castilla-La Mancha y en el resto del país sigue siendo una asignatura pendiente, no solo por ser una modalidad aún muy minoritaria en comparación con otros lugares de la UE, sino también por la falta de regulación. De hecho, solo el 13% de los convenios firmados en 2021 contenían cláusulas referentes al teletrabajo. Además, muchas empresas tienen malas prácticas por no dotar a los trabajadores de los medios necesarios.

El secretario de Salud Laboral de UGT Castilla-La Mancha, Javier Flores, ponía de manifesto que –relacionado con el teletrabajo y el uso de las nuevas tecnologías en el trabajo- existe una serie de factores psicosociales y organizativos a los que hay que prestar atención para que no se materialicen en daños para la seguridad y salud de los trabajadores y trabajadoras, como por ejemplo, el tiempo de trabajo, la hiperconectividad, la cargas de trabajo cuantitativo, la sobrecarga cualitativa…

En este sentido afirmaba que hoy en día ya se habla de conceptos como el “tecnoestrés”, derivado del exceso de demanda en el trabajo y que está influido por el aumento de la despersonalización favorecido por la comunicación a través del ordenador, por ejemplo, las interrupciones continuas o el exceso de supervisión facilitado por las nuevas tecnologías. También hacía mención a las “tecno adicciones”, tales como la fobia a los móviles o el phubbing o no prestar atención a los demás.

“Frente a esta dependencia de las nuevas tecnologías, es necesario que los riesgos derivados de su uso se gestionen de forma eficiente en las empresas. Por eso desde UGT abogamos por el acuerdo de medidas negociadas entre empresa y trabajadores, algo en lo que la negociación colectiva se torna esencial”.

El responsable de Salud Laboral de UGT Castilla-La Mancha afirma que los riesgos psicosociales no son riesgos nuevos ni emergentes, sino que son los grandes olvidados de los sistemas de gestión de prevención en las empresas. Es más, “se perfilan como la futura pandemia”, “de ahí que no nos cansemos de reivindicar una mejora de la gestión preventiva de los riesgos psicosociales y organizacionales en las empresas”.

“Es más probable que una persona enferme por estrés laboral que por otra enfermedad profesional”

Javier Flores apuntaba que “en este mundo laboral en el que estamos inmersos –dominado por las nuevas tecnologías, la automatización y la gestión del rendimiento- es más probable que una persona trabajadora enferme por estrés laboral que por otra enfermedad considerada como profesional. Desde nuestro punto de vista las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, unidas a los suicidios, serán las principales causas de muerte en el trabajo si no abordamos el problema de manera decidida”.

Recordaba que los infartos y derrames cerebrales son la primera causa de muerte por accidente de trabajo y que tanto infartos como derrames están relacionados directamente con la presencia de riesgos psicosociales de origen laboral, “por lo que debe actuarse de forma inmediata para acabar con esta lacra”.

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