Almodóvar, Tirfeafuera y Villamayor devuelven la vida a las citas romeras propias del primero de mayo

La tradición, devoción y fiesta previa a pandemia retornaba este reciente primer día de mayo, jornada dominical y de espléndida temperatura, para revivir momentos de celebración romera en dos puntos del término municipal de Almodóvar del Campo.

La más tempranera, pasadas las once, con el encuentro frente a frente de las respectivas imágenes patronales de Villamayor de Calatrava y de Tirteafuera, la Virgen del Socorro y san José, a hombros de sus paisanos en aguas del río que da nombre a la pedanía almodoveña.

Coincidían en hora dominical, en todo caso, las funciones religiosas que tenían lugar allí y en lo alto del cerro de santa Brígida, desde cuya falta se asienta Almodóvar del Campo, de donde subió en rosario de personas interminable infinidad de personas todo el día.

El alcalde, José Lozano, que estuvo en este emplazamiento y fue representado por varios tenientes de Alcaldía en Tirteafuera, se congratulaba de poder retomar estas dos anheladas celebraciones que sirven para festejar la llegada de la primavera plena.

“Tras el obligado lapsus retomamos en nuestro municipio, como lo está siendo también el del canto de los Mayos, otras de las grandes y queridas tradiciones como es la celebración de las romerías del primero de mayo”, refería.

Lozano García quería agradecer “a las personas que están haciendo posible la celebración de este espléndido domingo de la mejor manera y, aunque seguimos recomendando no bajar la guardia, lo cierto es que la situación posibilita disfrutar de este día”.

“Hoy [por el pasado domingo] está siendo un día muy bonito para los pueblos de Almodóvar, Tirteafuera y Villamayor”, en este caso valorando también el interés del Consistorio vecino por coordinar la festividad de su patrona y el patrón tirteafuereño.

En el caso del enclave pedáneo la celebración compartida incluyó, como es habitual en su carácter patronal, comida popular, verbena y castillos hinchables hasta la despedida, nuevamente en aguas del Tirteafuera, de ambas imágenes, hacia las siete de la tarde.

Y en lo alto del Cerro de Santa Brígida, con una doble vuelta procesional con la imagen de la titular por cuento se quiso expresar así una acción de gracias ante toda la intercesión que en estos años de pandemia le ha sido pedida por gran número de personas.

De hecho, se formaba una gran cola de gente que quiso hacerse con rosquillas bendecidas por fray Javier de María, quien ofició la eucaristía en honor a la santa en el interior de una ermita que suma más de quinientos años de existencia.

El alcalde expresaba también su alegría por ver el entorno de la ermita y del monte como hace unos años, con carpas improvisadas por familias, peñas y grupos de amigos “que, como siempre ha sido costumbre, han subido a pasar un día de feliz convivencia”.

Y, con todo, José Lozano recalcaba como de la perpetuación de tradiciones “son responsables colectivos, asociaciones y personas que hacen que este pueblo sea mucho más reconocible y reconocido en la comarca, en la provincia y en Castilla-La Mancha”.

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