Primeras elecciones sindicales democráticas en ENPETROL (Repsol-Petróleo)

Jesús Camacho Segura. Expresidente del Comité de Empresa.- Los sindicatos de clase mantuvieron una actividad determinante durante la Transición para que el camino hacia la democracia fuera imparable. Cada organización actúo según su capacidad organizativa, con su fuerza militante y con su implantación territorial y sectorial. Sin lugar a dudas CCOO era la principal oposición sindical al franquismo y quién estaba abordando con mayor firmeza el proceso de movilizaciones y luchas para culminar con la conquista de las libertades democráticas.

Acuerdo sindical para promover elecciones sindicales. 1977

En ese contexto, y durante 1976, tuvo lugar la constitución de la COS (Coordinadora de Organizaciones Sindicales) por parte de CCOO, UGT y USO para que, en unidad de acción, pudiera desarrollarse actuaciones conjuntas y exigencias laborales en el panorama de una España necesitada de organizaciones sindicales libre. Era una opción decidida para elevar el nivel de conflictividad social y evitar un proceso de “falso aperturismo democrático a la española” que los sucesores del franquismo pretendían imponer en sus maniobras continuistas sin equiparar a España con las democracias europeas. Aún los sindicatos  no éramos legales.

Toda aquella lucha antifranquista contribuyó a la aceleración de los cambios en los diversos escenarios sociales y políticos. Un proceso no exento de tensiones entre fuerzas opositoras, de contradicciones para elegir la mejor estrategia y de plazos para conseguir los objetivos democráticos; también se produjo en la COS, que tuvo una vida limitada. No obstante, permitió articular una fase de protestas obreras que tuvo su expresión más importante con la convocatoria de la jornada de paro del 12 de Noviembre, fortaleciendo con ello las posiciones sindicales en las relaciones laborales. En ENPETROL (hoy Repsol) y Fertiberia tuvo su acción más significativa parando temporalmente el turno de las 6 de la mañana. Aún, ni sindicatos ni partidos políticos, éramos legales.

Los asesinatos de los abogados laboralistas de CCOO en Enero de 1977, en manos de pistoleros de la extrema derecha, y la demostración de la capacidad de respuesta del movimiento obrero, fue determinante para que en unos meses se aceleraran los procesos de cambios. Se legalizaron partidos y sindicatos en Abril; se liquidaba con la Ley de Asociación Sindical los cuarenta años de “sindicato vertical franquista”, aunque se situaba a las organizaciones sindicales en una situación precaria, reducida, con un marco de relaciones laborales del viejo régimen.

Por ello, Comisiones Obreras determinó la intensificación de un proceso afilíativo para fortalecer su capacidad organizativa y extender un proceso de elecciones sindicales libres en los centros de trabajo en toda la geografía española. Había que desterrar la representación sindical franquista –Jurados de Empresas- que mantenían su estructura representativa en las empresas, sin norma alguna que les impidiera su continuidad.

En la zona de Puertollano, a mediados de Julio de 1977 , se produjo un acuerdo entre CCOO, UGT, CNT y USO para convocar elección de “Organos Representativos” en las empresas; lo que se vino a conocer como “Consejo de Delegados”.  Se consensuó el procedimiento electoral y se convino en trasladar a las grandes empresas este proceso como fórmula más idónea para conseguir elecciones sindicales libres, su reconocimiento y su capacidad de interlocución. Había que conquistar legitimidad en los centros de trabajo y separar de sus atribuciones a los continuadores del “régimen sindical franquista”

En el caso de ENPETROL/Repsol se mantuvo reunión con el Director de la factoría –D. José Caturla- para que facilitara los medios materiales que permitieran llevar a efecto el proceso y se dispusiera instrucciones para el ejercicio del poder contractual de los nuevos representantes sindicales. Un hecho imprescindible para eliminar la prolongación de mandatos antidemocráticos.

Aquel proceso para que los trabajadores y trabajadoras iniciáramos el ejercicio pleno de funciones de representación, intermediación e interlocución, se llevó a efecto en los últimos días de Septiembre de 1977. Se organizó la elección de 48 representantes sindicales que se distribuyeron, según plantilla, en tres Unidades Homogéneas de Trabajo (25 delegados de Producción, 14 delegados de Mantenimiento-Proyectos-Construcción, y 9 delegados de Relaciones Industriales-Administración).

El proceso electoral contó con la participación de 1.671 votantes (1.649 votos válidos y 22 votos nulos), que pudieron elegir, de forma nominativa, a sus representantes de un total de 108 candidatos. Una gran mayoría de esos candidatos y los elegidos eran afiliados de CCOO. Aún, en la recién estrenada democracia, no había regulación electoral laboral, ni Estatuto de los Trabajadores, ni Ley Orgánica de Libertad Sindical.

En consecuencia, las dificultades operativas del Consejo de Delegados fueron evidentes. No se reconocían garantías sindicales a los elegidos, se obstaculizaba la formación de Comisiones de Trabajo, y otras trabas mayores, que hubo que superar con afán y atrevimiento. A pesar de ello, se comenzó, entre otras acciones,  a mantener reuniones con la dirección, atender a los trabajadores y a preparar el proyecto de plataforma reivindicativa para el primer convenio colectivo democrático de 1978.

La iniciativa y presión de los sindicatos de clase para dinamizar, sin demora, la elección de RLT (Representantes Legales de Trabajadores), llevó al gobierno Suarez, surgido de las Elecciones Generales de 1977, a regular provisionalmente las primeras elecciones libres (que excluyó a las PYMES de menos de 11 trabajadores y al sector público), y marcó un período de celebración entre 16 de enero y 26 de febrero de 1978. La disposición se articuló en el Real Decreto 3149/1977 de 6 de diciembre, declarando extinguidos los Jurados de Empresa sólo allí dónde se realizasen elecciones sindicales, y suprimidas las instituciones incompatibles con el hecho democrático.

Así, en la zona de Puertollano, en sus principales empresas, se desarrolló el proceso electoral sindical para un nuevo tiempo en democracia y libertad. En el caso de ENPETROL (Repsol-Petróleo) se eligió al Comité de Empresa el 24 de Enero de 1978, que se conformó con 27 representantes sindicales (17 de CCOO y 10 de UGT). Se inició un camino imparable, bajo el liderazgo del sindicalismo de clase, confederal y responsable, para transformar las relaciones laborales en la mayor empresa refinera de España, conquistar y avanzar en derechos, modernizando y mejorando las condiciones de vida y trabajo de su plantilla. Una transformación no exenta de duras negociaciones, movilizaciones y huelgas para lograr los objetivos perseguidos.

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