Eduardo Muñoz Martínez.– ¿Se acuerdan ustedes del popular cuento de «Pedro y el lobo»? Aquel pastorcillo que mentía a los vecinos de su pueblo, engañándolos con la falsa amenaza del lobo, hasta que el día que vino de verdad y estos no le hicieron caso.
Es lo primero que me viene a la memoria tras leer las excusas que da la concejala Mariana Boadella acerca de la patética cabalgata de Reyes Magos que el pasado día 5 se desarrollaba en Ciudad Real, en la capital. Por cierto, me llama la atención la «evasión» de nuestra alcaldesa, y responsable del área de Festejos, «metiéndole el perro» a la señora Boadella. Señora Masías, ahora es cuando debía haber dado la cara ya que, según usted, tanto le preocupan los vecinos y vecinas de nuestra ciudad.
Volviendo a las excusas, tengo que reconocer, imagino que lo mismo les ocurrirá a los lectores y lectoras, que me suenan a mentiras con muy poco fuste, o a poca preocupación porque todo saliese bien.
Un tranvía de animación que, sin saber de dónde venía, se avería en Andújar; un grupo de teatro de calle que, según usted, señora Boadella, les «toma el pelo» … Da la sensación de que o son ustedes «muy pardillos», o de que hay algo que no quieren contar.
Respecto al tema de los caramelos, pretenden «salvar los trastos» comparándose con Madrid, (que -una observación- no «lanzó», en lugar de repartió, 2.000 kilogramos, sino 2.500) pero no hicieron lo mismo en cuanto a las bandas de música, brillando por su ausencia los villancicos, las melodías navideñas…, tan propias de las fechas. Lo que han hecho, de acuerdo con lo que usted dice, señora Boadella, ha sido «vestir a un santo para desnudar a otro».
En lo que se refiere a las carrozas, culpan de su rechazo por parte de un sector del público al responsable de su construcción. Y aquí vienen otras preguntas. ¿No les presentaron el proyecto previo? ¿No se interesaron por cómo avanzaba la ejecución de las mismas? Sinceramente, son tan fútiles, tan banales… que resultan difíciles de aceptar y poco, por no decir nada, creíbles.
