La doble vuelta electoral

La democracia española, nacida del acuerdo y de la concordia y plasmada en la Constitución de 1987 ha dado al pueblo español un periodo de paz, prosperidad,  y bienestar nunca antes alcanzado en nuestra historia reciente y antigua. España pasó de ser una nación en la que el miedo, el dolor y el sufrimiento, logrado por unos contra otros, se ha tornado en una nación de bienestar, de ejemplo, de participación y de democracia por un largo periodo de tiempo, y ¡ojalá nadie atente contra todo esto!

Estamos en unos momentos muy difíciles más en la esfera política que, a pesar de todo lo que se dice, en la órbita económica. Ha llegado el momento de modificar la ley electoral de una forma definitiva para no ser partícipe del bochornoso  proceso de pactos y componendas que, en todos los procesos electorales habidos en España se han produciendo y se seguirán produciendo, tanto en los municipios, en las autonomías y por supuesto en la gobernabilidad de la nación. No parece de recibo que la lista más votada  y por ende la mayoría de ciudadanos que optaron libremente por una candidatura, sea la que no gobierne. Es difícil entender esto para una inmensa mayoría de ciudadanos/as. ¿Qué ocurriría si un partido de futbol, o de balón mano, por ejemplo, lo ganara el  equipo que menos goles ha metido? Esto sencillamente es el mundo al revés y esto es otro elemento más de desprestigio de la política y de los políticos.

Hace unos días en Colombia se prohibió la reelección de altos dignatarios de la nación de tal manera que si desean presentarse a las nuevas elecciones deberán abandonar sus cargos un año antes. Este proceder nos parece muy bien para regenerar la vida pública de los que se dedican a la política. Pero, como ya he venido diciendo, es más fácil que todos aquellos/as que deseen volver a presentarse como alcalde, presidente, diputado etc. deban dejar su puesto al convocarse las elecciones y dejar en manos de los técnicos el control de esas administraciones. Les digo que esto sí regenera la vida pública y contribuye decididamente a que las candidaturas tengan cierta igualdad de salida sin privilegios. Lo que ocurre ahora mismo en todo el proceso electoral nada tiene que ver con una democracia representativa. Tal como están ahora planteadas las elecciones, éstas se realizan para que solamente los cuatro partidos nacionales el PP y PSOE, VOX y Podemos  se turnen en el gobierno de las instituciones locales, provinciales, regionales, nacionales y europeas, salvo donde la ley electoral concede a los partidos independentistas vascos y catalanes principalmente el gobierno de sus instituciones.

Alguien me dirá que todo ha cambiado con el nuevo mapa político en España ya que en el juego han entrado dos nuevos partidos y yo les digo que estos dos partidos Podemos y VOX ya existían y, prácticamente con el mismo porcentaje de votos. Podemos ha aniquilado a Izquierda Unida que llegó a conseguir del 12 al 15% de los votos y ellos no han logrado aún este porcentaje. VOX ha desplazado a UPyD prácticamente en el mismo porcentaje de votos. El PP y el PSOE juntos siempre tendrán mayoría absoluta.

Pero no quiero apartarme de la cuestión que, en estos momentos, es capital en todos los municipios y algunas autonomías, que es sencillamente el problema de los  pactos. ¿Pactar para gobernar bien o para arrebatar al PP todo el poder que sea preciso y necesario? ¿Pactos anti ideas y anti programas? ¿Pactos para el poder y el reparto? ¿Pactos para, como dice el refrán, quítate tu para que me ponga yo? Todo eso y mucho más que nadie podrá saber nunca jamás, porque hay negociaciones que nadie puede saber  porque si las supiere, posiblemente no votaría nunca más, se eliminaría con la segunda vuelta en el caso que un partido no lograra en la primera vuelta  mayoría absoluta. ¿Acaso esto es difícil? ¿Y por qué no se implanta? Se lo voy a decir, es muy sencillo, porque no lo quieren el PP ni el PSOE. Ellos deben seguir alimentando al pueblo con descalificaciones de uno contra otro y de esta manera ,y  en algunos casos, conseguir el poder, objetivo que cada vez es más prioritario en los partidos, eso sí en nombre de los ciudadanos y por el bien del pueblo.

Creo que ha llegado el momento para dar pasos claros y nítidos en este camino muy fácil de andar. Es evidente que hay muchos problemas que, con el acuerdo de los dos PP y PSOE, se podrían solucionar. Según la opinión mayoritaria en España hay competencias territoriales que deberían volver al gobierno de la Nación, Educación, Sanidad, Justicia, Relaciones Internacionales,  Seguridad. Si este es el deseo de la mayoría de los españoles y por ende del pueblo español ¿por qué el PP y el PSOE no se ponen de acuerdo y lo llevan a efecto? Es muy sencillo ambos partidos saben que tienen que contar con ellos para poder gobernar la nación y por esto no les importa que la ley sea mala o peor. No les importa que las circunscripciones no se correspondan con los procesos electorales. La provincia es la circunscripción nacional y de ahí devienen  la mayoría de los problemas. Para que ustedes lo comprendan mejor¿ qué pasaría si para elegir al alcalde de Carrión de Calatrava la circunscripción fuera la provincia? Pues sencillamente un disparate.

Sé, como decía la zorra: que las uvas no están maduras, porque para ello debe haber en los partidos políticos una voluntad firme de servir a los ciudadanos y no de  servirse de ellos para conseguir un puesto para cuatro años.  ¡Ya segunda vuelta en las elecciones! Y Cambio de circunscripción ya ¡.

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