Otra vez el notario

Manuel Valero.- Otra vez el notario de por medio como garantía de lo que ya debería ser garantizado per se: la palabra de un candidato. Así debería ser y si no, a casa. Como ya pasó otra vez en anteriores elecciones el pacto IU Podemos y PSOE fue firmado ante notario. ¿Hay mayor disparate? Fue como si el documento fuera firmado por partes que no se fiaban y necesitaban a un fedatario público previo pago, que los notarios cobran.

El caso de Francisco Núñez,  candidato del PP a presidir la Comunidad Autónoma tiene además un matiz perverso. ¿Es necesario empeñar la credibilidad ante notario para obligarse a cumplir lo que se dice? ¿No basta con el compromiso dicho de palabra ante el electorado? ¿De verdad se cree el candidato Núñez que si firma ante notario lo que va a hacer para mejorar la Sanidad pública en Castilla-La Mancha va a engordar las redes de votos cuando llegue el tiempo de la pesca?

Lo del notario presente tocando elecciones para darle solemnidad al programa demuestra la debilidad de la palabra dada, pues tiene que haber todo un señor notario para dar veracidad y obligar a cumplir cuando un acta de este tipo es una mera formalidad de intenciones sin consecuencias jurídicas o  penales. No cumplir con lo prometido puede tener consecuencias políticas, no cumplir con una parodia notarial no tiene absolutamente ninguna.   «Cumplo mi palabra y es muy importante porque en esta región llevamos un tiempo en el que ciertos líderes no suelen cumplir lo que prometen y tratan de anunciar a última hora por si cuela de cara a unas elecciones», dijo. Pues bien, ya que se está en esta pose, debería haber la posibilidad de la denuncia pertinente si se gana y no se cumple. Para que así la política -que es palabra y credibilidad-siga merodeando cuando no los tribunales, las notarías. Un disparate..

Si asegura que cumple si gana… ¿para qué recurre al sainete del notario si no es para escenificar con solemnidad impostada el grado de desvelo que el firmante asumirá para mejorar la región, en este caso, la sanidad?  Si las consecuencias de incumplir lo firmado ante el notario fueran otras, por ejemplo, devolver la mitad de lo cobrado durante el ejercicio como cargo público, o una multa que les crujiera el hato por incumplidores… veríamos a ver si tiraban de notario con el desparpajo con que lo hacen. En Castilla-La Mancha se tiene querencia a la notaría. ¿Será habitual en otras comunidades españolas?

Lo que dicen los futuros elegibles queda bien clarito en los medios y en las redes. Si un candidato dice que va a construir un hospital y no lo hace ¿para qué necesita el incienso notarial si la opinión pública ya sabe lo que dijo que iba a hacer y no cumplió?

¿Obliga más a cumplir si hay notario in vigilando? ¿Si se recurre al notario no será para obligarse a sí mismo? ¿Y de qué obligaciones hablamos si se pueden incumplir igualmente sin que pase absolutamente nada?

Ya sabemos que es puro teatro, una escenificación, una estrategia de seducción y hasta un poquito de vanidad al presentarse ante el electorado como un deudor de la ley a la que empeña su palabra.

El día que los políticos dejen de pensar que el electorado es tonto, el electorado pensará -pensaremos- que ellos también han dejado de serlo.