El almodovareño Alejandro Espinosa Lavanda, de 12 años, defenderá a España en el campeonato del Mundo de pesca deportiva

A sus doce años de edad, Alejando Espinosa Lavanda es ya, desde Almodóvar del Campo, toda una sensación en la pesca deportiva, tanto que tras ganar con la selección castellano-manchega el Campeonato de España, ha sido llamado para el Mundial el próximo agosto.

Para trasladar toda su trayectoria, desde sus precoces inicios hasta los horizontes que tiene por delante, el joven estudiante de 1º de la ESO en el Instituto ‘San Juan Bautista de la Concepción’, ha mantenido un encuentro con el concejal de Deportes, José Carlos Soler.

Cita en la que han participado Arnaldo Víctor de Lascio Consentino, vicepresidente de la Federación regional y presidente de la Sociedad de Pesca Deportiva de Puertollano ‘David Villegas’, a la que pertenece el joven, su madre Alicia Lavanda y su tío José Hilario Espinosa.

Éste, junto con el padre, Agustín Ángel Espinosa, son mentores y máximos valedores en estas lides de Alejandro, quien se inició de una manera totalmente aficionada en estos manejos tan particulares de la pesca, cuando apenas tenía cinco años.

Empezó a pescar como federado, de una manera más seria, en 2018, “aunque en realidad llevo toda la vida”, de la mano de su padre y de su tío quienes, también con el entusiasta apoyo materno, le introdujeron en este mundo y en tan sana afición de naturaleza.

Desde entonces lo disfruta con mucha ilusión, incluidos los largos desplazamientos que todos ellos comparten, principalmente con ocasión de algunos fines de semana y, sobre todo, en periodos vacacionales, por lo que no compromete su rendimiento académico.

Todo lo cual ha sido muy valorado por Soler quien, en nombre del Ayuntamiento, celebra “la presencia destacada de un valor tan joven como nuestro paisano”, comprometiéndose a estudiar la concesión de una ayuda municipal por los méritos que ya atesora.

En particular su participación por primera vez en un Campeonato del Mundo, lo cual “es para sentirnos orgullosos en Almodóvar del Campo, porque independientemente del puesto que pueda alcanzar entre la flor y nata mundial, llevar allí nuestro nombre es un hito”, refiere el munícipe.

El pase lo logró en el paraje toledano de Navalcán, en la Sierra de Gredos, donde además de ganar el campeonato nacional la selección castellano-manchega, fue cuarto individual, en una categoría que aglutina edades muy superiores y el ganador tenía 15 años.

Alejandro practica pesca deportiva de ciprínidos, diversa familia de agua dulce a la que pertenecen carpas, carpines o barbos, que se capturan con la técnica de la caña fija y que, pese a toda la logística que requiere desplazar esta modalidad, «es la que más me gusta».

Una de sus principales virtudes como deportista es su «mucho amor propio», señala De Lascio Consentino, tanto que a quien es presidente de la Sociedad de Pesca Deportiva de Puertollano, hace un par de años ya le pidió establecerse en su propio puesto de pesca.

Hasta entonces lo hacía cerca de su padre, en un lógico criterio para seguir aprendiendo y perfeccionando sus manejos con la caña y los demás aparejos. Y, desde que se independizó, «se ha quedado primero más de una vez».

En competiciones oficiales, el joven estudiante participa en la categoría más inferior, cuya horquilla de edad engloba hasta los 15 años. «La fuerza para el manejo de las cañas es la clave» a estas edades tan tempranas y marca las diferencias, refiere su tío José Hilario.

Y en eso es fundamental prepararse. Así por ejemplo, durante la semana que estuvieron en Navalcán por el nacional, a finales de agosto pasado, tuvo entrenamientos de mañana y tarde. «Llegué un día a pescar hasta siete horas, con un parón para comer y ya está», refiere tranquilo, sin tampoco significar que ello fuera una proeza.

Para Alejandro, «lo más importante es la concentración, la continuidad, no dejar parado el cebo porque, si no, se para la cosa; que sea todo un continuo. Si hay continuidad de pez, pues seguir cebando, no perderlo».

Y, a este respecto, apostilla como «eso me pasaba en Navalcán que a lo mejor por la mañana arrancabas mal, pero luego el rato que te llevas con una hora de peces seguido, tú tienes que seguirlo».

Al final, sea una competición u otra, el peso de todas las capturas es lo que determina la clasificación, valorándose la zona adjudicada con baremos de favorabilidad en función de la mayor o menor presencia de ejemplares.

Si bien Alejandro era tercero en Alta División, la clasificación nacional que aglutina las ligas regulares autonómica y ese puesto le daba el pase automático a Portugal, en su pase al Mundial con la selección española, el comité técnico de la Federación Española de Pesca y Casting, también se fijó de Alejandro en su manera de pescar, como aval añadido.

Será a principios de agosto, en el municipio portugués de Coluche, en aguas del Guadiana en su demarcación lusa, donde además de la clasificación por selecciones habrá otra individual, junto a los mejores pescadores del mundo.

Cada equipo nacional está integrado por cuatro titulares y un suplente, pero según refiere su tío, «como son tres días de competición, en esta categoría los van cambiando» para que, así, todos los seleccionados tengan la oportunidad de participar en una cita de este calibre.

Entretanto, Alejandro, como último baluarte promesa hasta la fecha en la afición a la pesca deportiva, tanto en Almodóvar del Campo como en el resto de la comarca, sigue con una afición para la que dispone de dos cañas de trece metros de longitud en total.

Con su padre, su madre y su tío seguirá disfrutando de jornadas de naturaleza en pantanos como La Colada de El Viso, en Córdoba; Guadalez, en Jaén; o en la provincia ciudadrealeña como el Fresneda o el Vicario, donde tiene su sede la Escuela Provincial de Pesca de Ciudad Real, de la que también ha sido partícipe con Luis Campos como instructor.

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