Ciudad Real: Cambio de época y proceso de nueva evangelización, según el plan pastoral de la Conferencia Episcopal Española

Eduardo Muñoz Martínez.- En el último tramo de su desarrollo se encuentra el primero de los dos módulos de trabajo que constituyen el estudio y análisis del documento «Fieles al envío misionero», publicado por la Conferencia Episcopal Española, aprobado en Asamblea Plenaria, cuyo contenido es una aproximación al contexto actual y marco eclesial; orientaciones pastorales y líneas de acción para la Conferencia Episcopal Española entre 2021 y 2025.

El primer módulo, en el que se han analizado las consecuencias del cambio de época y el proceso de «nueva evangelización», terminará con dos charlas. La primera, bajo el epígrafe «Conversión Pastoral», correrá a cargo de Julio Segurado Cobos, delegado episcopal del Primer Anuncio y Catequesis, y tendrá lugar el día 2 de mayo, a las 20:30 horas, en la Parroquia de San Pablo, y la segunda, el 9 del mismo mes, igualmente a las 20:30 horas, en la misma parroquia, con el título: «El proceso de hacer discípulos misioneros», consistirá en los testimonios de cuatro laicos discípulos misioneros.

Para centrarnos en el tema hay que decir que el documento objeto de estudio comienza con análisis de la realidad española en todos sus niveles. Los obispos no son ajenos a la nueva situación social de la Iglesia Católica, marcada por profundos cambios: transformaciones económicas ya que en unas décadas hemos pasado de una economía rural a una etapa industrial con fuertes crisis sociales y grandes flujos migratorios.

Las transformaciones tecnológicas, que han provocado un «capitalismo moralista que no solo regula la producción y el consumo, sino que impone valores y estilos de vida».

Transformaciones culturales: «La cultura dominante que ha ido gestándose a lo largo de épocas es relativista. Para el Relativismo no hay valores absolutos, ni puede haber juicios universales, lo que favorece el crecimiento del Nihilismo y, en consecuencia, se hacen muy difíciles los compromisos estables y la vivencia de la fe. Por esta razón, los vínculos sociales se debilitan y se sustituyen por el llamado «enjambre digital «, que lleva al olvido de Dios», a la indiferencia religiosa y así a la pérdida de sentido, que desemboca en el vacío existencial y el aburrimiento, el no ser capaces de saciar la sed de felicidad, a pesar de disponer de más medios y posibilidades que nunca.

Conforme a la opinión de los obispos españoles, las consecuencias de este proceso de «deconstrucción o desmontaje» son tres, y entre ellas están relacionadas: la desvinculación, la desconfianza y el enfrentamiento. Para referirse a la desvinculación, los prelados recuerdan la teoría de Bauman: «una sociedad posmoderna es líquida y voluble»: continuo movimiento, flujo y búsqueda de nuevas experiencias…, pero sin echar raíces en ningún sitio, sin compromiso en el lugar ni en el trabajo…, ciudadanos del mundo, pero de ningún lugar.

Esta forma de ser conlleva desconfianza, es consecuencia de muchas de las actitudes reactivas que sufrimos hoy en día, y la conclusión de tantas identidades desvinculadas que generan el enfrentamiento para afirmar la propia posición. Y entre las instituciones afectadas por todos estos elementos está la familia y la pertenencia activa a instituciones como la Iglesia. Esta crisis familiar dificulta de forma considerable la transmisión de la fe, impulsando el declive religioso, quebrantando una institución básica en la transmisión de la fe y de experiencias básicas en la configuración de la persona.

El segundo módulo, que dará comienzo a principios del próximo curso girará en torno al tema: «el liderazgo del párroco y los líderes laicos, los valores de las parroquias misioneras». Sin duda, buen trabajo el realizado, y el que realizará, nuestro arciprestazgo de Ciudad Real.

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