La investigación de la Operación Candleman, como la ha denominado la benemérita, comenzó tras la comisión de varios delitos de robo en interior de viviendas y parcelas de la localidad de Villarrubia de los Ojos, en los que los autores accedían a las mismas mediante escalo y una vez dentro sustraían diversas herramientas y otros objetos electrónicos.
Tras iniciar la investigación por las numerosas denuncias recibidas, se produce un nuevo robo en la localidad en el que los dos autores resultan detenidos por sorprenderles la patrulla de la Guardia Civil de la localidad in franganti. Desde ese momento se centra la investigación en estas personas por si pudiesen ser las autoras de los robos denunciados en similares circunstancias.
Los agentes descubren que se trataba de cuatro personas que tras elegir un domicilio o parcela sin moradores, entraban al interior de los inmuebles mientras que los otros hacían la labor de vigilancia. Los objetos sustraídos, en su mayoría herramientas dedicadas a la labor agrícola y aparatos electrónicos, eran vendidos consiguiendo de esta manera un gran beneficio económico de esta actividad delictiva, llegando el perjuicio económico de las víctimas a 12000 euros.
Tras el último robo con escalo en un corral de esta localidad, los agentes que llegaron al lugar encontraron pertenencias de los autores que inconscientemente habían dejado en el lugar, pertenencias que podían ser fácilmente reconocibles como suyas. Gracias a estos indicios, así como otras pruebas recopiladas, la Guardia Civil pudo llevar a cabo la detención de dos personas y la investigación de otras dos como autoras de 14 delitos de robo en interior de vivienda, así como la detención de una persona más acusada de un delito de receptación. Durante las detenciones los agentes pudieron recuperar diversos objetos robados que han podido ser entregados a sus legítimos propietarios.
Las diligencias y detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº2 de Daimiel (Ciudad Real).
