Urbanismo en Ciudad Real: cuarenta años de extravío (4)

El tramo final de la Corporación de 1991 a 1995, al margen de los sobresaltos ya relatados de 1992, se va a incardinar con otras cuestiones que tienen que ver con el proceso de revisión del PGOU vigente y con actuaciones derivadas del impacto de las transformaciones ferroviarias del Plan NAFA (Nuevos accesos ferroviarios a Andalucía).  Así en el Pleno de noviembre de 1994 se daba cuenta de la negativa a firmar el acta de ocupación de los terrenos ferroviarios, hasta que no se solucionase la disputa que el sindicato UGT mantiene sobre los dos edificios que ocupa y la contraprestación a la que el sindicato se siente con derecho. En el Pleno ordinario de ese mismo mes, se aprueba, definitivamente, y como un paso más en esa dirección, la urbanización de los terrenos del antiguo trazado ferroviario en lo que se llamaría PERI de Renfe. En esa misma sesión, el concejal de Urbanismo, José Tomás Cano de Mateo, acepta comparecer ante la Corporación para “explicar su gestión durante las obras de construcción del Pabellón Ferial de Ciudad Real”. En el pleno del mes diciembre, el mismo concejal de Urbanismo, tiene que hacer frente a uno de los más duros ataques habidos en los plenarios municipales de la última corporación. El tema era, de nuevo, ciertas anomalías en la construcción del pabellón ferial que se verificaba en proximidad del recinto Ferial, en la calle Camino Viejo de Alarcos.

Y en el mes de enero (Lanza, 9 enero, 1995) se informaba que el edil del PP, Julián López Camarena, convocará la Comisión Especial de Urbanismo que preside, por acuerdo de los diferentes grupos corporativos. Comisión que se había creado como consecuencia de todos los debates referidos del año de 1992.Julián López Camarena “declinó iluminar a priori, y por tanto adelantarse al dictamen, la zona obscura que precedió administrativamente a la ocupación por RENFE de los terrenos sobre los que se levantó la estación del AVE y que antes de esa eventualidad estaban calificados en parte bajo el concepto de sistema general de zonas verdes y rústicas”. Investigación que se hace extensiva al Plan Parcial A-2, concerniente a las actuaciones de Plan de Azúcar, Zoco Real, Tráfico y Merca Real, para analizar “si se ajustaron a los criterios de equidistribución y reparto”.

El trabajo de la citada Comisión venía a coincidir con la puesta en marcha de la Gerencia de Urbanismo a lo largo del año anterior. En ese sentido se producía la entrevista con el gerente Alejandro Moyano (Lanza, 12 enero 1995), donde se aclaraba: “Bueno, ahora que están terminando los trabajos de la comisión especial y ya se ha hablado mucho, de todo, creo que la cosa queda bastante cerrada de cara a nuevas Corporaciones y de cara a una continuidad lo más ordenada posible en estos, temas que siempre son complejos y que han vivido decisiones anteriores, que en su momento tienen su razón de ser… Pero con eso se zanja un poco el tema de estos años”. Como si la repetida Comisión Especial viniera a otorgar un periodo de paz urbanística –Pax Juliana, por el nombre de su presidente–, tras los eventos pasados. Con ello se superponía el horizonte que parecía abrirse con la revisión del PGOU y con las decisiones de actuaciones de diferente calado que se venían produciendo en la ciudad. En ese sentido, el Alcalde Clavero, señalaba en reunión con medios de comunicación, cuya información denominada Brindis por el futuro de Ciudad Real (Lanza, 3 enero, 1995). Brindis que tenía algo de balance y de prospectiva, ya con el horizonte electoral abierto: “En un segundo plano debe quedar quién sea el ganador de las próximas elecciones municipales o la composición de la Corporación que salga de los citados comicios. El AVE, las grandes superficies comerciales, las nuevas zonas residenciales están dando otro aire a esta ciudad y están abriendo nuevas posibilidades, en todos los aspectos que hay, que consolidar en Ios próximos años”. Por su parte Cano de Mateo, Concejal de Urbanismo, apuntaba –en ese proceso de planificación revisada– un canto “para que Ciudad, Real sea una población abierta superando viejos atavismos, una ciudad que, tiene que crecer con la aportación de la gente que ha venido y que vendrá a vivir en ella, una población que debe aprovechar y, aprovecharse de los modernos medios de transportes para integrarse en el conjunto de la ciudad”.

En 1995 –casi coincidiendo con el cambio de Corporación, no sólo de titulares sino de color político, pasando a manos del Partido Popular como veremos– se presentaba la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, por cuenta del Alcalde Clavero, quien dejaba señalado. “Que el sorprendente desarrollo experimentado en los últimos cuatro años, fruto en buena parte de las posibilidades del AVE, ha roto todas las previsiones y desde el Ayuntamiento se espera que el ritmo de crecimiento continue, motivado por el impulso económico que provocarán las nuevas autovías…por eso los responsables municipales no ha tenido más remedio que adelantar la revisión del plan urbanístico para poder preparar la ciudad y garantizar su desarrollo de un modo ordenado”. Por su parte, el gerente y responsable de la redacción del Plan, Alejandro Moyano Gómez, fijaba que “la situación ha cambiado tan sensiblemente en la última década que hemos pasado de ser una población más a nivel provincial a ser una de las grandes expectativas del desarrollo nacional”. Reflexión incardinada en el correlato triunfalista nacional que se había producido en el intervalo de 1992 a 1996, con la promoción de España en diferentes acontecimientos –Olimpiada de Barcelona, Expo de Sevilla y Capital Cultural de Europa– de claro carácter expansivo, pero que no impidieron la inflexión económica de 1996 y la corrección política nacional en las elecciones de ese año. Esos años, habían supuesto para Ciudad Real, la incorporación a las ciudades AVE y la conexión acelerada con Madrid y Sevilla, merced al Plan NAFA; la maduración y consolidación del Campus Universitario; los primeros movimientos en torno a la construcción del Nuevo Hospital –que se cumplirían en 1995– y la aparición de otros proyectos con más relevancia especulativa que ordenadora, como fueron los casos del Aeropuerto Ciudad Real-Don Quijote y del Parque recreativo Reino de Don Quijote, sobre el predio de Valcansado al norte de la ciudad.

En el proceso de sugerencias de la información pública del PGOU (Lanza 18 enero 1995), “La empresa GEDECO que respaldaba el proyecto Valcansado, ha enviado a los grupos políticos del Ayuntamiento de Ciudad Real, documentación gráfica del mismo como complemento a la información técnica y escrita que en su día se facilitó a los portavoces. La información gráfica son fotografías de maquetas que simulan una perspectiva aérea de la macro urbanización que GEDECO quiere construir en la finca que da nombre al proyecto, situada a unos cuatro kilómetros al norte de la capital…el proyecto Valcansado se encuentra en estudio dentro de las sugerencias del avance del Plan General de Ordenación Urbana y en principio es bien visto por el concejal de Urbanismo, José Tomás Cano de Mateo y por el gerente, Alejandro Moyano”. Días más tarde (Lanza, 22 enero 1995) el concejal Gallego del CDS, mantenía que “El proyecto de Valcansado que promueve la empresa GEDECO, [plantea] una ambiciosa propuesta de urbanización de la finca de ese nombre a unos cuatro kilómetros al norte de Ciudad Real. está retrasando la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana. Sin definirse explícitamente en contra del citado proyecto, Gallego sí matizó su desacuerdo en que todo el perímetro de la citada finca – unas 340 hectáreas– sea calificado de suelo urbanizable programado en detrimento de otras zonas”. Días más tarde, se producía (Lanza, 26 enero 1995) la negativa a la inclusión de las sugerencias de GEDECO. “El proyecto muy ambicioso, era excesivo para la ciudad sobre todo cuando el avance del plan sin Valcansado era suficiente como para dar satisfacción a las necesidades de los ciudadanos hasta el 2003 por lo menos”, quien así se expresa es el portavoz del Grupo Popular, Julián López Camarena.

Plan que sería finalmente aprobado dos años más tarde, ya en 1997. Con la salvedad de que el responsable de la Gerencia y del Plan –Alejandro Moyano–, ya no estaba en el Ayuntamiento. Tales circunstancias no quitaban relieve a lo afirmado en el citado año de presentación del documento de 1995. Donde, el referido Moyano, dejaba caer que “sobre Ciudad Real no tiene dudas. En unos momentos en que había que estar alerta en el andén, el tren no se olvidó de parar, se cogió a tiempo y Ciudad Real pulverizó el tópico de poblachón manchego”.

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