Martín destaca que Ibáñez “inoculó un espíritu de humanismo por la música fundamental para la ciudad”

La escultura homenaje al Maestro Ibáñez ya se puede contemplar en la plaza que lleva el mismo nombre, con la que Valdepeñas reconoce la labor del músico y de su familia, por lo que hoy ha sido presentada de manera oficial a sus descendientes, que han hecho entrega al consistorio de las partituras originales del himno que Luis Ibáñez escribió la patrona de la ciudad, la Virgen de Consolación.

El alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, ha destacado la figura de Ibáñez que “fue una persona que llegó a Valdepeñas, que aquí encontró el afecto de su vida, que aquí dejó descendientes y que ha inoculado un espíritu de humanismo por la música fundamental para la ciudad”. En este sentido, ha añadido que “Valdepeñas está haciendo hoy un acto de justicia, la ciudad en el ámbito de la música es la que es gracias a personas como Ibáñez, y que en este caso que presida este espacio público, en el corazón de la ciudad, deja testimonio para generaciones futuras de que somos los que somos porque otros nos hicieron mejores”.

La plaza donde se encuentra la escultura, obra del artista Juan Up, será inaugurada de una forma muy emotiva el próximo día 8 de septiembre, durante la procesión de la patrona la Virgen de Consolación, con la que se pondrá punto final a las LXXI Fiestas de la Vendimia y el Vino de la localidad. A su paso por esta plaza, la patrona se detendrá para que suene el himno que escribió a la virgen el propio Ibáñez, que interpretará la Coral Maestro Ibáñez.

“Estamos muy contentos y agradecidos al pueblo de Valdepeñas por el trato que se le ha dado a la familia Ibáñez”, ha manifestado emocionado Fernando Ibáñez, nieto del músico, manifestando que “yo a mi abuelo a penas lo conocí, pero si conozco su labor, he estado en la banda y he tocado piezas de él y era un artista, con una gran humildad y sencillez. Pudo estar en otros sitios, en Madrid le preguntaban que porqué se venía a Valdepeñas, pero él se sintió bien aquí y le gustaba beberse sus vinos tintos, así que creo que le pudo el vino de Valdepeñas”, bromeó.

El escultor Juan Up, encargado de realizar la obra, ha explicado que para poder realizarla estudió bien la figura del músico y contó con el beneplácito de la hija de Ibáñez, Inés Ibáñez, que antes de fallecer pudo ver emocionada la maqueta de la escultura que hoy es una realidad.

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