Eduardo Muñoz Martínez.- Doy por hecho, señor Rodrigo Rodrigo, que sabe que en su pueblo, que también es el mío, somos muy refraneros. Casualmente me viene a la memoria, como buen amante de la paremiología, o estudio de los refranes, el que «reza», cómo dicen nuestros mayores, que «el llanto debe ir sobre el difunto», o lo que es igual, que resulta inútil actuar cuando ya es tarde, cuando ya ha pasado la oportunidad de hacerlo. Por eso me permito dirigirle esta «carta abierta», estos párrafos, en su calidad de Presidente de la Congregación de nuestra Excelsa Patrona, la Santísima Virgen de la Estrella, responsabilidad que ostenta desde mediados del pasado mes de enero de 2023, sucediendo en dicho cargo a Julián Sánchez, que lo fue durante 30 años y que, a su vez, tuvo cómo predecesor a Anastasio Nieto, a quien usted no sé si ha conocido pero de quien, con toda seguridad, habrá oído hablar. Ambos, lo quiero recordar ahora, desarrollaron y propiciaron épocas gloriosas en la historia de la hermandad y de la congregación, lo que hasta ahora no podemos decir de su breve trayectoria, que no le auguro demasiado larga.
Ya apuntaba usted maneras, malas maneras, esa es la verdad, el año pasado, pero lo ocurrido en este Día de la Virgen, de 2024, (cuando estoy escribiendo estos párrafos), ha superado todas las expectativas.
«Salve, salve Virgen de la Estrella,/ hoy venimos tú fe a pregonar,/ seguiremos constantes tus huellas/ de virtud y de amor singular». Es parte del himno a nuestra protectora celestial, que cantamos, cual hijos amantes, a nuestra Patrona de la Estrella Madre, musicado por Juan Miguel Villar Pérez, y escrito por el sacerdote paisano, fallecido en 2020, y buen amigo del firmante, Mariano Mondejar Soto. Usted también lo canta, verdad? Pues después del episodio que ha protagonizado en el día de hoy con Navigo Televisión, – Televisión Miguelturra -, permítame que le aconseje que no vuelva a hacerlo, porque por su parte es un acto de hipocresía. Por qué?
No sé preocupe, que yo se lo explico, con muchísimo gusto, además. Treinta y cinco años lleva Televisión Miguelturra acercando a nuestros paisanos, señor Rodrigo Rodrigo, y usted lo sabe bien, – a los hogares de los miguelturreños que lo desean -, y a algunos de Ciudad Real, entre los que me incluyo, la actualidad, la cultura, el deporte, las tradiciones, las costumbres…, de nuestro querido pueblo. Y entre todo ese amplio abanico de eventos, la retransmisión de la Solemne Función Religiosa de cada día 8, de cada día 15, de este mes de septiembre, a excepción de este 2024, fruto de su torpe decisión. Permítame que con la claridad «meridiana» que me caracteriza, le recuerde que usted, no sabemos hasta cuándo, es presidente de la Hermandad de la Virgen de la Estrella, pero no es dueño de los sentimientos, de la devoción, del fervor…, de los miguelturreños y miguelturreñas, hacia nuestra Reina y Madre.
Usted, y espero que recapacite sobre ello, aunque sea tarde, ha demostrado con su nefasta forma de actuar, su desamor, su falta de interés, su despreocupación…, hacia sus convecinos y convecinas.
Usted ha hecho uso, y ésto es grave, de falta de respeto con respecto a un colectivo, muy amplio, conformado por las personas de edad avanzada, por las personas que están ingresadas en residencias de mayores, por las personas con movilidad limitada, por las personas que nos sentimos igual de «churriegos» que usted, – yo creo que más -, y que por unas causas u otras, hemos de conformarnos con verlo por la pequeña pantalla. En definitiva, señor Rodrigo Rodrigo, usted ha demostrado no sentir su pueblo, sus pai… Cómo alguien de su condición puede aceptar ser elegido Presidente de la Congregación de la Virgen de la Estrella? Sinceramente, no salgo de mi asombro.
Lógicamente, utilizará en su favor, en su «defensa», argucias (sofismas, argumentos a veces falsos), para intentar salir airoso. Incluso es posible que quiera «salvar los muebles» aludiendo a alguna rencilla, a algún desacuerdo con este medio de difusión. Por si estoy en lo cierto, – ojalá que no -, debe saber usted que las «políticas’ de cada medio de información no deben imperar sobre los lectores, los radioyentes, los televidentes…, cual es el caso. Pídale a la Virgen le ayude y le ilumine, porque parece que le hace buena falta. En cualquier caso, eso nos va a costar tiempo olvidarlo, muchas personas, volviendo a los refranes, nos hemos quedado «con lo compuesto, pero sin novia».