El CEDOBI. El difícil comienzo (8)

Francisco Fuster Ruiz abandona en 1986 su puesto de director del Archivo Histórico Provincial de Albacete. Su nuevo destino es el Archivo General de la Marina, en el Viso del Marqués (Ciudad Real), donde ocupa la dirección desde 1986 a 1989. Precisamente, los últimos meses de 1989 y los primeros de 1990 son de organización del Centro de Documentación de las Brigadas Internacionales (CEDOBI) por parte de Fuster.

En la reunión de la Junta Directiva del Instituto de Estudios Albacetenses (IEA) de 2 de marzo de 1990 presenta el proyecto del Centro y explica el funcionamiento. Pero en 1990, comienza su etapa como profesor de Documentación y Archivística en la Universidad de Murcia y tiene que trasladar su residencia a dicha ciudad. Por eso, en la reunión de 25 de junio de ese año presenta su dimisión como presidente de la sección de Literatura del IEA y, además, propone, y se acepta, el nombramiento de Manuel Requena Gallego, que ya colabora, como codirector del CEDOBI.   

Gracias a la subvención de un millón de pesetas por parte del Ayuntamiento de Albacete, se microfilma documentación referida a las BB II existente en el Archivo de la Guerra Civil de Salamanca y, mediante relaciones facilitadas por personas del Partido Comunista de España, se contacta con organizaciones en otros países y con antiguos brigadistas.

Gracias a la reunión de la Junta Directiva de 25 de abril de 1991 se pueden conocer los primeros compases del CEDOBI. Requena manifiesta en un escrito la necesidad de que el IEA asuma determinadas tareas, como fichar y catalogar los libros y la documentación que llegue, atender consultas sobre las BB II o hacer registros diversos. Pero el acuerdo, dada la creación del Centro por iniciativa municipal, no contempla el destino de fondos del Instituto para el funcionamiento ordinario del mismo. Se trata de un primer problema de gestión que queda pendiente.

Un acontecimiento tiene lugar en febrero de 1992. Es importante en la evolución del CEDOBI y muestra el potencial de una organización de las características planteadas. El diario La Tribuna de Albacete (22-2-1992) da cuenta de la visita a la ciudad de Adelina (Abramson) Kondrátieva, nacida en Buenos Aires en 1917 y fallecida en Moscú en 2012. Es traductora y brigadista y está presente en Albacete durante la guerra. Escribe Rafael Poch (“Adiós a Adelina Kondrátieva, brigadista y luchadora por la memoria”, La Vanguardia, Barcelona 14-1-2013) que desde Albacete, Adelina viaja “en calidad de intérprete por todos los lugares en los que se reparaban o montaban los aviones que la URSS suministraba, desde Alcalá de Henares, hasta Reus, pasando por Sabadell”. En 1994, firmado por Paulina y Adelina Abramson, se edita Mosaico roto (Madrid, Compañía Literaria, 1994), libro en que se pueden ver sus memorias y en el que escriben sobre hechos del siglo XX, como la ascensión de Stalin, la guerra de España, las muertes de José Buenaventura Durruti Domínguez (1896-1936) y Andrés Nin Pérez (1892-1937) o la Segunda Guerra Mundial.

Meses después, el 23 de agosto de 1992, fallece, a los 76 años, José Calderón Salmerón (La Tribuna de Albacete, 24-8-1992). Militante comunista y concejal del Ayuntamiento de Albacete en la primera legislatura democrática, está veinte años en las cárceles franquistas y pasa dos meses angustiosos, debido a la condena a muerte, que finalmente es conmutada. Coordina la edición del libro Los comunistas en la historia de Albacete, 1920-1979 y es uno de los responsables de la puesta en marcha del CEDOBI.

El Centro se crea durante la alcaldía del socialista José Jerez Colino, que permanece en el cargo desde 1983 hasta 1991. Desde ese año hasta 1995 es alcaldesa Carmina Belmonte Useros, también del PSOE. Pero, de forma sorprendente, el 11 de febrero de 1993 la alcaldesa y el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Luis Alberto Arroyo Zapatero, firman un convenio para constituir “en Albacete un centro de estudios y documentación de las Brigadas Internacionales, el primero que se crea en este país”, que será dirigido por el profesor Manuel Requena Gallego, doctor en Historia Contemporánea (La Tribuna de Albacete, 12-2-1993).

En la rueda de prensa se indica que la creación se produce por la trascendencia para Albacete del asentamiento de la sede de las BB II, por la situación estratégica de la ciudad y la disponibilidad de los medios necesarios para la organización y formación de los brigadistas. También se argumenta que “la presencia en Albacete de hombres de la más variada nacionalidad, de raza e ideas diferentes, pero unidos en su creencia en los sistemas democráticos de Gobierno, confiere al estudio de las «Brigadas Internacionales» un especial interés histórico”.

El centro, se dice, tiene prevista su instalación en el edificio central del campus de Albacete, cuya inauguración está prevista para el siguiente año. Allí se puede acumular y sistematizar, según indica el rector, “el material que hay disponible sobre las «Brigadas Internacionales», recurriendo también para ello a la colaboración de Universidades e Institutos de Historia de otros países, fundamentalmente de Italia, Alemana y Norteamérica”.

El rector resalta “el papel que tuvo Albacete como centro organizador de las Brigadas Internacionales”. La alcaldesa, por su parte, muestra satisfacción por la colaboración Ayuntamiento y UCLM, a la vez que hace hincapié en las personas que participaron en las BB II y que piden el desarrollo de una labor de estudio y documentación. El Ayuntamiento destina por el convenio una subvención anual para el Centro, que en 1993 es de un millón de pesetas. Por su parte, la UCLM se compromete a albergar su sede, nombrar un profesor para la dirección y financiar los gastos generales.

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