Eduardo Muñoz Martínez.- Este martes pasado, día 13, tuvimos la ocasión de asistir a la segunda proyección del 30 Ciclo de Cine Solidario, organizado por la O.N.G. SOLMAN, día en que pudimos visionar ael film «Siempre nos quedará mañana», una película de Paola Cortellesi, ambientada en la primera mitad del siglo XX, – en 1946 -, que nos narra la historia del matrimonio formado por Delia e Ilvano, que luchan por sacar a su familia adelante. Un día una maravillosa noticia les alborota: Marcella, la hija mayor, acaba de comprometerse con Giulio, simpático y de buena familia.
Nos preocupábamos por conocer algo sobre el por qué del 30 festival de cine solidario que, desde hace tres décadas organiza la O N G. SOLMAN, y a este respecto nos contaba Francisco Matas Triguero que tras los tiempos del Cine Club Municipal, del Cine Club Juman, del Cine Castillo, SOLMAN recogió el testigo del siempre recordado y añorado Paco Badía, y lo hizo consciente de su importancia, siquiera para garantizar la continuidad de proyecciones, al menos durante el mes de mayo. Y así, desde 1996, asume la programación, el pago de los costes de exhibición, el trabajo de taquilla, recepción, cartelería, exposiciones en el hall, difusión, presentación…, siendo la recaudación parte del aporte económico imprescindible bien para la manutención en el orfanato de Dafé, en Togo, o para el pago de becas en África y en América. Responsabilidades asumidas por SOLMAN, desde el inicio de su constitución. Una pequeña exposición de la cartelería utilizada se nuestra en el hall, desde cuándo valía 300 pesetas el abono mensual.
El próximo día 20 podremos asistir a la tercera jornada de esta edición del festival, en la que se proyectará «El Salto», de Benito Zambrano, en la que podremos conocer de cerca las vivencias de los jóvenes subsaharianos en la búsqueda de una vida mejor o posible. No quiero que se me olvide decir que, afortunadamente, el martes pasado tuve la oportunidad de observar una mayor afluencia de público.