El Gobierno de Castilla-La Mancha ha defendido hoy “la necesidad de que haya una garantía presupuestaria suficiente para la PAC en la próxima programación, al menos igual que la que existe hasta este momento. Ese es el objetivo de los gobiernos de las naciones, de los gobiernos autonómicos y también del propio sector, representado por las organizaciones profesionales agrarias y las cooperativas agroalimentarias, que tienen todo nuestro apoyo”.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, ha hecho estas manifestaciones en el tercer encuentro de la Comisión de Recursos Naturales del Comité Europeo de las Regiones, que se celebra en Venecia y al cual asiste junto al jefe del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page; y el vicepresidente segundo de la Junta, José Manuel Caballero. Allí ha indicado que esta es la decisión más importante que se va a tomar en las próximas semanas en relación con la Política Agraria Común y por eso ha pedido a la Unión Europea que dé respuesta a este “clamor”.
El consejero ha recordado que, en la reunión celebrada la semana pasada con el comisario europeo de Agricultura y Alimentación, Christophe Hansen, quedó clara la coincidencia de las posiciones del dirigente europeo con las que llevaron Gobierno regional y las organizaciones profesionales agrarias (OPAS). “Comparte nuestro criterio y nuestra opinión por esa necesidad de tener un sector agroalimentario fuerte, que sea capaz de garantizar la soberanía y la seguridad alimentaria, además, aplicando criterios de sostenibilidad. Eso, nada más, es lo que tiene que garantizar la rentabilidad de las explotaciones y lo enmarcamos dentro de las medidas que hemos trasladado al comisario, que consideramos las debe defender en el próximo planteamiento de la Comisión Europea y que se alinean en un 80 o un 90 por ciento con su propia estrategia para este periodo”, ha afirmado el consejero al respecto.
Además de la garantía del presupuesto, el Ejecutivo regional demanda otras cuestiones, como definir claramente la figura del agricultor activo para saber quién es el perceptor ideal de los fondos de la Unión Europea; luchar por la formación y la innovación, no solo para conseguir rentabilidad en la venta de los productos, sino para ahorrar en costes de producción; y la aplicación de nuevas técnicas genómicas que puedan ayudar al desarrollo de cultivos frente a las dificultades agroclimáticas que se puedan dar.
A todo ello, el consejero ha sumado el respaldo a “una agricultura sostenible como es la ecológica”; aplicar los sumideros de carbono al sector agropecuario, porque absorben CO2 y liberan oxígeno y, por tanto, “pueden ayudar a conseguir una rentabilidad adicional a lo que puede suponer la PAC; además vendría en este caso del sector privado, por lo que ni siquiera le supondría un coste a la administración”.
Por último, Martínez Lizán ha mencionado el fomento de la incorporación de jóvenes, pero con un matiz de todo el sector y que consiste, no solo en ayudar a la incorporación de chicos y chicas, “sino que, por la parte de arriba, agricultores que ya están jubilados y que siguen manteniendo sus explotaciones para conseguir una renta adicional a su pensión de jubilación, podamos sacarlos del sector, garantizándoles esa renta y que esa tierra pase a los jóvenes que se incorporan. Ellos son los que van a modernizar esas explotaciones con tecnología, con innovación y, por lo tanto, las van a hacer más rentables, a la vez que bajaremos la edad media que tiene nuestro sector, que está tan envejecido”.
Por lo que respecta al sector vitivinícola, Julián Martínez Lizán ha indicado que Castilla-La Mancha viene apostando fuerte desde hace años, tanto viticultores como bodegas y cooperativas, por una reestructuración que dé respuesta a las demandas del consumidor. En este sentido, se han reestructurado casi 90.000 hectáreas de viñedo en estos últimos diez años, “con criterios orientados hacia lo que el consumidor demanda. De hecho, en estas últimas reestructuraciones, un 70 por ciento está destinado a uva blanca. Por lo tanto, ese objetivo se visualizó y es donde se ha trabajado. Además, los propios procesos de elaboración del vino también han ido por ahí”, ha expuesto.
El fruto de este trabajo es que Castilla-La Mancha, en palabras de Martínez Lizán, “es una isla a nivel mundial. Nosotros vendemos todo lo que tenemos hasta ahora”. Por todo ello, frente a quienes hablan de arranque, el consejero se ha mostrado partidario de “un arranque quirúrgico” para productores que no tienen rentabilidad, con el fin de que esas personas tengan una salida digna de este sector, “pero no podemos consentir un arranque indiscriminado que ponga en juego la viabilidad de las cooperativas, puesto que en algunas ocasiones es la única empresa del pueblo y tenemos también que velar por esos intereses, que son fundamentales para que esos núcleos rurales sigan estando vivos”.